Entrevista a Ismael Luna, director del cortometraje AMY


¿Cómo nace tu corto AMY?

Comenzamos el proyecto de AMY hace unos doce años, cuando vi Drive de Refn me fascino tanto su tono y propuesta formal que quise hacer algo del “estilo” y comencé a desarrollar una historia alrededor de la premisa de “que pasaría si tu GPS adquiriese voluntad propia y fuese un poco psicópata”.
En 2014 comenzamos el rodaje del corto y fue un auténtico desastre, quisimos rodar algo para lo que no estábamos preparados. El proyecto se paralizó, pero yo seguí eventualmente reescribiendo y replanteando la historia. En 2022 sufrí un evento canónico en mi vida tras acabar con una relación sentimental y rescaté por última vez el guion, decidiendo que era el momento de volver a rodar AMY.
Ahora mismo creo que puedo decir que del germen inicial de “hacer algo a lo Drive” no queda prácticamente nada, más bien de manera natural me he alejado todo lo posible de la imagen de la masculinidad que me trasmitía esa película cuando la vi siendo un chaval.



La historia recuerda a pelis como Christine o incluso Her, ¿Cuáles fueron tus influencias?

Es verdad que AMY puede recordar un poco a esas dos películas aunque no fue algo a propósito. Sí que es verdad que me he visto muy influenciado por Carpenter sobretodo porque quería acercarme a una estética propia del cine ochentero y es un director muy influyente (que además me encanta), el sonido que identificamos como de los ochenta bebe mucho de los sintetizadores y melodías que ha usado Carpenter y en ese aspecto sí que he querido acercarme.
Visualmente tenía claro el uso de los colores y había referentes claros. Thief, Frío en Julio, Hardcore…



Que puedes contarnos sobre tu carrera, ¿tienes otros proyectos en mente?

He dirigido algunos cortometrajes y videoclips, creo que a día de hoy y con AMY como punto de partida nombraría 408, un corto de media hora que está disponible en Filmin. Uno de los últimos proyectos que he codirigido junto al artista Alejandro Illán ha sido Manifiesto 50, una carta de amor a al hip-hop que está disponible en YouTube. También este año he decidido aventurarme a la producción televisiva junto con mis compañeros de La Naranja Biónica con una serie infantil de marionetas (lo más opuesto posible a AMY) que se estrenará dentro de poco en el canal balear IB3.
Sobre futuros proyectos, hemos comenzado con la preproducción de un cortometraje muy interesante relacionado con cine giallo y nuestra isla Mallorca que produciré y firmará el director Javier Pueyo.
Y como director estoy en un punto muy primigenio de lo que me gustaría que fuese mi primer largometraje que será una mezcla de lo que he aprendido con AMY y con 408.



¿Cómo ha sido el camino de financiar un corto en España?
¡Duro! Cuando comencé seriamente con la preproducción del corto sabía que era un proyecto muy difícil de subvencionar, de hecho no hemos conseguido ninguna subvención y la mayor parte del presupuesto ha sido una inversión mía.
Una vez rodado, para postproducción hicimos una campaña de crowdfunding que funcionó muy bien y pude cubrir lo que sería una cuarta parte de todo el presupuesto. Por una parte muy emocionante ver el interés de la gente en el corto, pero por otra conseguí llegar al objetivo es un trabajo al que hay que dedicar mucho tiempo y esfuerzo.



Algo que hayas aprendido en AMY que, de haberlo sabido, harías diferente.

Pues la verdad es que a día de hoy no cambiaría nada del corto. AMY es lo que debía ser y estoy muy contento con el resultado. Es verdad que tuvimos limitaciones presupuestarias, rodar con un coche es complejo y caro. En un principio me hubiera gustado tener más imágenes de AMY en carretera en el tramo central del corto antes del “secuestro”, es difícil medir esto porque siempre rodaría más de todo.



¿Tu mejor recuerdo relacionado con todo lo que ha implicado AMY?

El rodaje, sin lugar a dudas. Fueron tres días que no olvidaré jamás. He tenido la suerte de tener en el equipo a grandes profesionales que han apostado por el proyecto. Entre otras cosas ha sido un regalo poder dirigir escenas de conducción en un camera car rodeado de gente que tiene décadas de experiencia en el cine.



¿Película de terror favorita?

¿Acaso alguien puede contestar a esta pregunta? Me es muy difícil poder contestarla, hay demasiadas películas…
A bote pronto te diría Alien, es de las que tengo mejor recuerdo de cómo me impacto la primera vez que la vi.
No sé si cuenta como película de terror cuando pienso en escenas terroríficas me vienen siempre a la mente la escena de los juguetes en el hospital de Akira o el propio final, puro body horror.