Entrevista a Miguel Varela y David del Río, autores del cortometraje Polvo de Ángel


Todo está listo en el club para la sesión 'Infierno' de DJ Knox. Sora no se encuentra bien. Quiere irse a casa, pero Rubén no está dispuesto a dejar escapar una presa fácil. Cuando la música empieza a retumbar, algo despierta en el interior de la joven.



Polvo de Ángel trata un terror cotidiano, de algo que se vive hoy en día.

Miguel Varela: Empezamos a trabajar en el proyecto a comienzos del 2022. En esos meses hubo tristemente un boom de noticias sobre casos de abusos en ambientes nocturnos con el denominador común de la sumisión química. Y también fue por entonces que un popular streamer presumió del caso de un amigo suyo que iba sereno a la discoteca porque para él era muy fácil ligar así con chicas borrachas… Nosotros veníamos de hacer algunos proyectos que iban más por el terror psicológico, nos gusta la hibridación de géneros, pero entonces queríamos hacer algo de terror puro. Pensamos que una situación de este tipo, que ya es terrorífica de por sí para la persona que la sufre, era un buen punto de partida para la historia. Pero teníamos claro que queríamos contarla sin regodearnos en el sufrimiento de una víctima ni en el morbo de la situación sino todo lo contrario. Y hasta ahí puedo leer…



La línea entre lo provocativo y lo cuidado es muy fina en este sentido.

Miguel Varela: Pregunté mucho a las mujeres que tengo alrededor y con las que suelo trabajar a nivel creativo por sus experiencias, quería saber si me acercaba en algún momento a lo morboso para evitarlo, que me aseguraran que estaba en el punto que yo quería estar. Es cierto que el tema es delicado pero creo que nadie lo ha tratado como nosotros lo hemos hecho. Evitamos ese violento ajuste de cuentas con los protagonistas de los Rape and Revenge que parte siempre de una situación de extrema violencia hacia la víctima… y buscamos construirlo de otra manera.

David del Río: En ningún momento queremos forzar la empatía del espectador a través de esa situación, algo que haría la historia más rígida y artificial. Por un lado existe esa incomodidad del rape and revenge en Polvo de Ángel porque tiene algunos matices del género… pero aquí la incomodidad del espectador surge principalmente de la narración visual que hacemos del viaje sensorial que está experimentando la protagonista.



El corto luce espectacular a nivel visual. Ese es tu campo, David.

David del Río: Ya desde el principio nos planteamos el ir un poco más allá de lo que habíamos hecho hasta ahora a nivel de ambición, algo que siempre nos ha motivado, y por ello pusimos en marcha un crowfunding para poder trabajar con los recursos necesarios para contar la historia.

Miguel Varela: Desde aquí dar las gracias a todos nuestros mecenas, a la gente que confió en nosotros. No solo estaban nuestras familias, amigos, gente a la que tienes que sablar por lo menos una vez en la vida (risas), sino también aquellos que nos conocieron a través de nuestros anteriores proyectos. Si Polvo de Ángel existe es gracias a muchísima gente y se lo agradecemos de corazón.

David del Río: Y gracias a todo esto pudimos engordar el presupuesto y permitirnos jugar con las localizaciones, el trabajo de arte, la luz en si… Polvo de Ángel tiene dos partes muy diferenciadas, la primera más de fiesta y queríamos que luciera así, con unas luces y neones muy característicos. Y ya en la segunda parte llevárnoslo a un punto mucho más tenebroso, acercándonos a un estilo más clásico de cine de terror. La verdad es que el equipo se implicó mucho, y ya desde el rodaje todos quedamos muy satisfechos con la pinta que tenía el material.

Miguel Varela: Algo que también ayudó es que tuvimos la suerte de rodar en una discoteca de verdad, lo que nos permitió experimentar y jugar con elementos reales. David llevaba un trabajo preparado con material cinematográfico de iluminación, pero también contábamos la propia iluminación de la discoteca que nos permitió hacer una suma de todo para llevarlo aún más allá.

David del Río: La discoteca se llama Área 42 en la carretera de Toledo, en el mes de Agosto que estaba cerrada al público. La verdad es que las luces de la discoteca, la pantalla LED que había tras la pista de baile, todo era como un set ya montado…


¿Trabajasteis con storyboard?

Miguel Varela: Había planos muy medidos porque teníamos una coreografía de acción, planos con VFX que si no los planificas no quedan bien… pero personalmente soy fan de eso que tiene el cine Dogma de poner la cámara y dejar que pasen cosas que nadie se espera… porque a veces ahí encuentras algo especial. En este sentido tengo que destacar el trabajo de montaje de David, porque monta como nadie. Sabe encontrar los matices de una toma a otra y hace mejorar la historia desde ahí. Esto me da más libertad para jugar con los actores y la cámara hasta encontrar algo distinto, sabiendo que después él le va a dar un sentido. En la discoteca fueron tres días de rodaje pero llevábamos meses ensayando en un local y esto hizo madurar muchas cosas que ya íbamos encontrando que funcionaban y otras que no.



Al añadir ese elemento Dogma, ¿Cambiaron muchas cosas del storyboard inicial?

Miguel Varela: Me encanta rodar, tirar muchas tomas. Cuando los espectadores vean Polvo de Ángel se encontraran escenas con alta carga emocional, otras de mucha tensión y de acción. En esos planos me podía interesar más encontrar algo “real” a que saliera exactamente el plano que había diseñado inicialmente. Y para eso me apoyaba en el trabajo de David.

David del Río: Llevábamos una planificación, pero al llegar a trabajar en la discoteca hay cosas que tienes en la cabeza y cambiaban in situ: la actriz se saltaba la marca o la cámara no llegaba al punto exacto... y a veces era justo ahí cuando conseguíamos eso "real".

Miguel Varela: Al terminar el rodaje, nos tiramos año y pico con montaje y postpo porque llevábamos mucho material y ahí incluso hubo escenas que replanteamos por completo, hablamos y nos compenetramos mucho durante el montaje, probamos distintos elementos, montaje, sonido y música... Según nuestra forma de trabajar, el resultado final no tiene que coincidir siempre con lo que llevábamos de planificación.



¿Hicisteis casting para los protagonistas?

Miguel Varela: Aunque había varias posibilidades en el casting femenino, Rosa de la Torre estaba en mente desde el principio. Ya habíamos trabajado con ella y sabíamos que era una actriz que se implicaba mucho en los proyectos. Para el resto del papeles hubo más trabajo de ver perfiles, en el caso del protagonista masculino, cuando llegamos a Lázaro Mur lo vimos claro que queríamos contar con él. Ambos han estado fantásticos como protagonistas. Aitor Sánchez, el portero de la discoteca, ya aparecía en Los Hijos de Allen Funt y ha sido un placer volver a trabajar con él.

Para el papel de la DJ hubo una búsqueda enorme porque no sabíamos si buscar una actriz que pinchara o una Dj que actuara. Finalmente encontramos a Valentina Izumi, una DJ profesional con un recorrido importante que nos encajó para el papel a nivel de estética, nos gustó su trabajo y lo que podía aportar al corto… y había participado ya en algún rodaje, por lo que sabía qué le íbamos a pedir.

David del Río: Escuchamos su música y nos gustó… se acercaba mucho a lo que queríamos para el corto a nivel de oscuridad, texturas…

Miguel Varela: Le propusimos dos cosas, que compusiera la pieza central del corto y también le dijimos “vente a la discoteca y pincha como sueles hacerlo”, que ella misma fuera el propio personaje. Ella accedió. En algún momento del rodaje nos pedía que todo fuera un poco “más caliente” como cuando ella pincha habitualmente en una fiesta, así que hubo algún punto del rodaje en que casi todo el equipo nos atrezzamos y fuimos a bailar a la pista. Es muy complicado seguir un guion técnico con extras, el local retumbando y la DJ que está viviendo el momento, y pensamos: “bueno, pues que la gente lo viva en directo, que lo disfrute”, metimos la cámara en medio de la pista para rodar un montón de recursos. Fue un proceso muy loco pero toda esa energía que se nota es la que de verdad había en el local.



Miguel, como tú eres guionista, seguro que durante el rodaje se te ocurrieron más historias que rodar en la discoteca, ¿No?

Miguel Varela: Cuando concebimos Polvo de Ángel, aunque el cortometraje tiene sentido completo por sí mismo, también funciona como el primer acto de una película, ya que se deja una puerta abierta que podría dar lugar a eso. Desde aquí llamo a otros productores a que nos contacten si les interesa saber qué pasa tras el final del cortometraje. Me cuesta mucho entrar en esto sin dar muchos detalles pero es muy potente el concepto de un after con gente bailando… mientras algo ocurre en una parte del local… que puede cambiar la noche para todos.


Acabáis de echar a “rodar” Polvo de Ángel y ya tenéis varias selecciones en festivales.

Las selecciones que lleva el corto:

1) Obscura Film Festival (Berlín, Alemania).
2) Festival Internacional De Cine Fantástico Y De Terror De Navarra (Pamplona, España).
3) Curtas Fest - Do Imaxinario (Vilagarcía de Arousa, España).
4) Lusca Caribbean International Fantastic Film Fest (San Juan, Puerto Rico).
5) International Film Festival of Yopal Ficy (Yopal, Colombia).
6) Montevideo Fantástico (Montevideo, Uruguay).



¿Cuáles son las redes sociales del corto?

Utilizamos fundamentalmente Instagram. El de la productora es @gentemalafilms y el del cortometraje polvodeangel_corto.



¿Tenéis ya claros vuestros próximos proyectos?

Miguel Varela: No me he querido sentar todavía a escribir un nuevo guion porque el trabajo con Polvo de Ángel ha sido tan extenuante que ahora necesitamos sentir el feedback del público, ver las proyecciones en festivales, buscar socios para el futuro, conocer gente a la que le guste lo que hacemos... Proyectos tenemos en mente siempre pero necesitamos recursos, tiempo y apoyos para llevarlos adelante.

David del Rio: Cuando llevas tanto tiempo metido en un proyecto, necesitas descansar. Ahora estamos volcando nuestras energías en el proceso de distribución antes de afrontar el siguiente proyecto.



¿Cuáles son vuestros últimos descubrimientos en el terror?

Miguel Varela: Yo te diré que del cine de terror lo que más me ha impactado últimamente es Ghostland de Pascal Laugier, me pareció brutal porque es una película a descubrir. Y también quiero destacar un título nacional como es La Abuela de Paco Plaza.

David del Rio: Últimamente me está interesando mucho el terror setentero, y me ha encantado una película con Mia Farrow llamada Terror Ciego porque los setenta estéticamente siempre molan.