Título original: Alien: Romulus
Año: 2024
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Director: Fede Álvarez
Guion: Fede Álvarez, Rodo Sayagues
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía: Galo Olivares
Reparto: Cailee Spaeny, David Jonsson, Archie Renaux, Isabel Merced
Opresiva, angustiosa y elegante, directa al podio de la saga.
Decir que Alien de Ridley Scott es una obra maestra es poco original, y decir que Aliens de James Cameron es otra, también. Pero qué se le va a hacer, son dos verdades como dos catedrales y por mucho que pasen los años, son incontables los entrevistados que en TerrorWeekend contestan Alien cuando les preguntamos “¿cuál es tu película de terror favorita?”. Si le quitamos el “de terror” creo que mucha gente seguiría contestando lo mismo. Claustrofóbica y con unos personajes inolvidables, creando un universo que ha traspasado las décadas, y que nos ha regalado dos de los mejores personajes del cine: la teniente Ripley y el propio Xenomorfo. Enfrentarse a hacer una película de esta franquicia es un honor y debe hacer mucha ilusión, pero también tiene que dar una ansiedad increíble. Fede Álvarez y su equipo sacan matrícula de honor, y se colocan directamente en el puesto 3 de la saga, pasándole por delante a David Fincher o a Jean-Pierre Jeunet.
Rain y Andy, dos hermanos que se han quedado solos, sueñan con dejar la vida gris y opresiva que llevan para viajar a un planeta en el que se dice que sale el Sol. Cuando el permiso para viajar les es denegado por la corporación Weyland-Yutani, que controla absolutamente todo, un amigo les propone una oportunidad inesperada de poder huir.
Alien: Romulus es heredera directa del Alien de Ridley Scott quien ha ejercido de productor y, tal y como ha contado el propio Álvarez, ha estado muy presente en el desarrollo del film. La herencia viene sobre todo en la estética y en el tono de la película, creando un efecto nostalgia irremediable, que nos devuelve directamente al Nostromo de 1979. ¿Es esto algo bueno? En mi opinión, sí. Es un homenaje a algo que ha sido inmenso, y que a través del guion del propio Álvarez junto a Rodo Sayagues y de la fotografía de Galo Olivares, consigue conectar con el alma de la de Scott. Trasladan de manera eficaz y muy artística lo desesperanzador del universo Alien, donde no hay ilusión o perspectivas de futuro. La iluminación impecable y la composición de los planos tienen el espíritu de algo a lo que es mejor rendir tributo que machacar con ideas rocambolescas que se lo cargue. Algunos han visto en esto una falta de originalidad, pero yo lo entiendo como un ejercicio de respeto, mimo, y algo similar a lo que ya hiciera Álvarez cuando se enfrentó a Posesión Infernal: renovar y refrescar algo que ya existe. (Review).
Hay que mencionar también a Cailee Spaeny, quien se está labrando una carrera más que interesante con títulos como A Civil War de Alex Garland, una de las mejores películas de los últimos tiempos, o Priscilla de Sofia Coppola, que le valió nada menos que la copa Volpi en Venecia. Su interpretación tiene la fuerza que se requiere para enfrentarse a semejante viaje. David Jonsson en el papel de Andy le acompaña perfectamente. La música de Benjamin Wallfisch es muy efectiva y está llena de ruidos que engrandecen la atmosfera general.
El puntito negativo es para cierta recreación digital de la que no quiero decir nada, pero por lo demás, estamos ante una película excelente que difícilmente no estará en los tops de lo mejor del año.
Firma: Sonia Antorveza.
@bunyolsdesucre
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