El Resplandor review

Jack Torrance arrastra a su familia a un hotel en medio de la nada y de la nieve con el fin de hacer su mantenimiento durante el crudo invierno y aprovechar para escribir una novela que tiene en mente. Dicho hotel tiene un pasado siniestro mientras una extraña presencia parece perseguir a Jack dirigiéndolo hacía la más terrible de las violencias.

Título original: The Shining

Año: 1980

Duración: 146 min.

País: Estados Unidos

Director: Stanley Kubrick

Guion: Stanley Kubrick, Diane Johnson. Basada en la novela de Stephen King

Música: Wendy Carlos, Rachel Elkind

Fotografía: John Alcott

Reparto: Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd, Scatman Crothers, Barry Nelson, Philip Stone, Joe Turkel


Icónica, impresionante y terrorífica obra maestra.

No vamos a hacernos los dogmáticos a la hora de valorar la pureza de una adaptación literaria al mundo del cine. Como dirían los resultadistas, lo importante es que el producto final alcance los objetivos para los que fue creado. El Resplandor nació de la inquietud que tuvo su director, el maestro Stanley Kubrick, en realizar una película de terror. Sin duda el director inglés se hacía cruces del éxito, tanto de público como de crítica, de un film de género realizado siete años antes: El Exorcista (The Exorcist, William Friedkin. 1973), así que seguramente pensó que introducirse en ese mundo sería, como mínimo, excitante y todo un reto.


Y qué mejor que, para realizar ese “capricho”, que echar mano del escritor de bestsellers de terror Stephen King, el cual, todo sea dicho, no quedó demasiado contento con la adaptación cinematográfica que hizo Kubrick de su novela homónima. Pero para evitar todos los problemas derivados de la escasa sintonía entre los dos genios, se redactaron unos contratos que evitaron posteriores disputas y mandangas, quedando para la posteridad una de las cintas más redondas de un Stanley Kubrick perfeccionista hasta el extremo. Hay que decir también que no tuvo precisamente una gran acogida en su estreno. El público la encontró excesiva y retorcida. Por otro lado, la crítica, no sabía por dónde cogerla. El tiempo, por suerte, la ha puesto en su sitio, convirtiéndose en una de las obras maestras del mundo del cine. Los años no hacen más que engrandecerla.

Jack Torrance arrastra a su familia a un hotel en medio de la nada y de la nieve con el fin de hacer su mantenimiento durante el crudo invierno y aprovechar para escribir una novela que tiene en mente. Dicho hotel tiene un pasado siniestro mientras una extraña presencia parece perseguir a Jack dirigiéndolo hacía la más terrible de las violencias.

Icónica dónde las haya, El Resplandor, denostada al principio, tuvo una tremenda influencia en films posteriores. Milimétrica, obsesiva, sin gestos hacía la galería y sin sobrar ni faltar ninguna escena, los años no han hecho más que engrandecerla, habiendo envejecido de manera admirable. Tanto da las veces que la hayas visto, cada visionado se torna sumamente placentero. Te capta desde el minuto cero, aquel que a vista de pájaro sigue al vehículo de Jack dirigiéndose hacia el hotel por unos paisajes de ensueño. Algunas de las escenas desechadas, y que no entraron en el caché de las tomas en helicóptero, se utilizaron posteriormente en el film Blade Runner (Ridley Scott, 1982).

No voy a extenderme en el apartado técnico, pero tengo que nombrar a dos personas que intervinieron en el film y que se apartan bastante del star system. Primero tengo el deber de nombrar a Leon Vitali, asistente de Kubrick a partir de su participación como actor secundario en la cinta Barry Lindon (1975). A partir de este film, y salvo dos apariciones como actor, se convirtió en la mano derecha del director nacido en Nueva York, abrumado por la forma de trabajar de un director que forma parte del Olimpo cinematográfico. El siguiente de la lista es el británico Colin Arthur. A él le debemos la realización de una de las escenas más recordadas del film. Me estoy refiriendo a aquella en la cual la sangre cae por el hueco del ascensor inundando la sala. No fue su única colaboración con Kubrick, pero eso es harina de otro costal. Os estaréis preguntando el motivo por el que elegido a estos dos cracks de entre todos los que intervienen en la cinta, el hecho de conocerlos in person tiene su influencia.


Si hay un elemento que ha marcado este film, es la adjudicación del papel protagonista a Jack Nicholson (The Terror, Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco), en el papel de Jack Torrance. En los mencionados contratos con King y su staff, quedó clarísimo que su elección era inamovible. Kubrick no tuvo ninguna duda y no buscó más, cosa extraña en un director que era capaz de realizar una toma 127 veces como la de la escalera. Nicholson hizo totalmente suyo al personaje. Genial. En el papel de esposa tenemos a Shelley Duvall (Annie Hall). Mucho se ha comentado de la conveniencia de su elección. Nosotros, asépticamente, diremos que cumple con creces su cometido, haciendo de Wendy un personaje dual quizás no demasiado bien dibujado, cosa que decimos en voz baja por si el Sr. Stanley se levanta de su tumba. Del resto del elenco destacar a Scatman Crothers, Joe Turkel (Blade Runner), Danny Lloyd en su única aparición cinematográfica y al televisivo Barry Nelson.

Sería un poco pedante por mi parte recomendar esta obra maestra. También me podéis tachar de oportunista. El caso es que es un film que me ha cautivado desde que lo vi por primera vez hace unos cuantos años. Por eso no es de extrañar que muchos cineastas, al preguntarles por sus películas favoritas, no duden en nombrar uno de los monumentos cinematográficos de todos los tiempos. Imprescindible.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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