Título original: In a Violent Nature
Año: 2024
Duración: 94 min.
País: Canadá
Director: Chris Nash
Guion: Chris Nash
Fotografía: Pierce Derks
Reparto: Ry Barret, Andrea Pavlovic, Cameron Love, Reece Presley, Liam Leone, Sam Roulston
¿Puede que estemos ante un nuevo mito del terror?
En el año 1996 Wes Craven y Kevin Williamson crearon el neoslasher con Scream vigila quien llama. Parece sencillo lo que hicieron, ¿Verdad?: coger todos los clichés acumulados desde los ochenta, añadirle una capa de postmodernidad, un toque meta… Y ahora parece que lleva toda la vida.
La ópera prima de Chris Nash en el mundo del largometraje es un back to origins en toda regla pero que también se siente completamente fresco y nuevo.
Un hecho tan fortuito como absurdo despierta a Johnny de su letargo. Sí, el mismo Johnny que, según la leyenda, hace muchos años masacró a todo un campamento de leñadores en este rincón perdido de Canadá. Johnny, quien inicia un avance imparable y no dudará en matar de las formas más inimaginables y dolorosas a todos aquellos con los que se encuentre.
En el silencio del bosque puede que no se escuchen los gritos de los asesinados, pero desde luego se escucha el retumbar de los pasos de Johnny… Sí, ese Johnny, el de la leyenda, el que no debería existir y sin embargo viene a matarte.
Chris Nash arranca De Naturaleza Violenta con toda una declaración de intenciones: un plano fijo e hiperrealista tensa la paciencia del espectador y al mismo tiempo establece cuál será el ritmo durante la hora y media siguiente: habrá violencia, asesinatos, pero esta vez el punto de vista no estará en las víctimas sino en el ejecutor y es a quien seguirá la historia. Para establecer la mitología, sin obviar las decenas de slashers que se rodaron a continuación, la historia posa su mirada en los años ochenta y en las dos películas que arrancaron al subgénero: Viernes 13 – de donde mimetiza parte de su mitología - y La quema – al no tener miedo de cometer asesinatos a plena luz del día, al mismo tiempo que suma el elemento de “por qué siempre vuelve” aparecido en el metaslasher del 2018 Igual eres el asesino.
Sin miedo al fracaso el director/guionista hace suyos todos los clichés de este tipo de películas y los amontona uno sobre otro, utilizando como fuente toda la incoherente mitología sobre Jason Voorhes que se fue creando absurdamente – como si fueran puñetazos a la historia original de Victor Miller – en los Viernes 13 subsiguientes al del 81. Cualquier fan del slasher irá descubriendo las fichas que se reparten a lo largo del metraje como si fueran las pistas de un juego de rol… o un videojuego.
Y esto nos lleva a un elemento que puede ser considerado una herejía o un acierto: al encontrarse el punto de vista no en el asesino sino detrás suyo, hay ciertos tics provenientes de videojuegos en tercera persona y que en este caso pueden resonar en Dead by Daylight o el videojuego de Friday the 13th. Los asesinatos que aparecen a lo largo de la película también remiten directamente a algunos de los highlights de Jason Voorhes y viniendo Chris Nash del mundo de los efectos especiales alguno de los trucos y efectos afectos prácticos dejan sin respiración; a destacar que Nash no solo ha buscado el asesinato per se sino que en algunos casos tiene una planificación y unos resultados sorprendentes y artísticos.
¿Se podría hablar de las interpretaciones? Tan solo es interesante comentar la contundencia física y ritmo incansable que Ry Barret impone a Johnny, equiparable a la gestualidad corporal que Kane Hooder imprimió tanto a Jason Voorhes como al Victor Crowley de Hatchett.
Con De Naturaleza Violenta, Chris Nash ha creado un personaje que resulta básico y, a la vez, está repleto de capas. Hay muchos elementos diseminados a lo largo del metraje que dan pistas acerca de secuelas, precuelas, recuelas o lo que sea necesario. ¿Sabrá Nash continuarlo por el buen camino o repetirá esquemas? Próximamente en este bosque.
Firma: Javier S. Donate.
🎬 VOD
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.