Entrevista a F. Javier Gutiérrez, director de La Espera


Primero de todo, ¿cómo llevas el cansancio?

Agotado, ayer fue el estreno aquí en Sitges y ya estaba cansado, pero me tuve que quedar, no voy a dejarlos ahí. Pero bien, pero contento... pero agotado.


¿Lleváis muchos festivales?

Me fui de Los Ángeles a Oldenburg, de ahí a Austin, íbamos a Vancouver pero nos lo saltamos para poder venir aquí y el martes nos volvemos a Los Ángeles, la siguiente semana a Ámsterdam y la siguiente creo que a México... no sé si voy a poder.


¿De todas tus películas ésta puede ser la que el circuito de festivales es más grande o esto ya lo habías vivido?

Con 3 días tuvimos bastante también, empezamos en Berlín, luego a Málaga... tuvimos bastante movimiento. Pero ésta está teniendo también bastante. Estoy acostumbrado más o menos a esto por 3 días porque sin contar los festivales la promoción del estudio también hay mucho movimiento por lo que tengo aguante. Pero sí, la película se está moviendo muy bien por festivales, la gente la está entendiendo porque es una película muy local, muy específica de España, de Andalucía. Pero toca temas universales, muy humanos. A parte del thriller y el fantástico tiene personajes que tocan temas muy morales, de la culpa, de la pérdida del ser querido... Todo ese tipo de cosas la gente está conectando a nivel internacional. En Alemania me ha sorprendido mucho, entendieron incluso temas muy soterrados que hay como referencias bíblicas.


Parece ser que cuando tienes un sello personal a la gente le gusta sea de donde sea.

Sí, en una época en la que tal vez haya demasiado contenido, que además está tan homogeneizado, es agradecido ver, no sólo mi película, hay muchas en los festivales que tienen algo diferente y esto el público lo agradece y eso afortunadamente ayuda a que se hagan más así, porque si no nos quedaremos estancados en películas clónicas, hechas con inteligencia artificial.


¿Cómo nació La Espera?

Después de Rings quise hacer algo un poco más personal. El proceso de trabajar con un estudio está muy bien pero te deja poco margen de acción. El cine que a mí me interesa a nivel personal es intentar explorar cosas, tomar riesgos... que es todo lo contrario a lo que la industria americana en muchos casos... (risas). Con lo cual nada más acabar tenía una idea de hacer algo muy andaluz, de género fantástico porque estoy muy cómodo en eso, pero también muy de personajes y explorando otro lado de la naturaleza humana, igual que en 3 días iba de un meteorito pero también hablaba de la protección a los niños, de la inocencia, de la familia... Pues en esta quería hablar desde un punto de vista más maduro de toda esta carga que tenemos de nacimiento emocional, y de la culpa, con la religión con la que hemos crecido. El personaje de Víctor que tiene un código ético muy fuerte y toma una mala decisión con la mejor intención y como esto desencadena una serie de acontecimientos que te llega a hacer que te lo plantees todo.


¿Entonces te surgió más la idea de contar esta historia más que la ubicación?

Fue un pack. De hecho la película tiene mucho de recuerdos de infancia, cuando iba yo por los pueblos de la sierra, cuando veía los cazadores que me daban miedo. Toda esa visión de este chaval que creció ahí lo tengo muy presente. Y había algo ahí que me parecía muy interesante y quería contarlo. Viniendo de trabajar en Los Ángeles necesitaba ese contraste tan diferente, y además teniendo el lujo de trabajar con un amigo como Víctor, con un personaje en el que todo gira alrededor suyo, y ese campo de la sierra tan hostil... todo esto formó un pack para contar la historia.


El elenco es brutal y algunos salen poquísimo en la película ¿Cómo consigues que se suban al barco y que después salgan tan poco?

Como dices es una suerte tener un reparto tan maravilloso y además entendieron muy bien el guion. Muchos me conocían de 3 días y saben de la manera que me gusta rodar. Hay que darles todo el mérito por meterse en una producción tan arriesgada, es una película muy pequeña que la hemos hecho sin televisiones, es súper independiente. Está fuera de los cánones del cine que se hace hoy en día, y aun así la hemos podido hacer. Hubo un punto en el que estuvimos a punto de cancelar el rodaje y el apoyo del reparto fue primordial. Cuando llamé a Manuel que no lo conocía pero lo tenía en el radar para trabajar con él, Ruth sale poco pero tiene una carga emocional muy grande. Todo gira alrededor del personaje de Víctor pero todos los personajes tienen una contribución muy grande. Pedro Casablanc tiene su gran momento, el pequeño cameo de Luis Callejo que quería salir en la película y le di el papel de guardia civil. Se ha hecho con la base del cariño de la gente.


¿El presupuesto te ha coartado en algún momento?

Sí, pero eso pasa aunque tengas 50 millones de presupuesto. Pasa siempre. Pero la película, aunque haya cosas que tuve que dejar fuera más por falta de tiempo que por dinero. En si el rodaje ha sido afectado cada uno de los días por una restricción de tiempo brutal, no teníamos tiempo para rodar y había mucho que rodar y también quiero dar tiempo a los actores porque no es una película fácil para ellos. Víctor tiene escenas muy duras que tiene que romper a llorar, que tiene que destruirse internamente y para eso hace falta tiempo. Luego está la faceta técnica que también le hace falta tiempo, incluso muchas tomas muy complicadas que se tuvieron que rodar a toma única jugándonoslo todo. Afortunadamente no estamos rodando en 35 mm y si hay algún problema siempre se puede mirar en la postproducción.


¿Cómo definirías la película?

Supongo que a nivel superficial la podríamos definir como un thriller con elementos fantásticos cocinado a fuego lento y sabor de western.


¿Has pensado en nuevas ideas mientras rodabas esta?

Sé que hay gente que lo hace pero a mí no me gusta. Intento evitarlo. En el proceso de escritura si veo que me estoy acercando a alguna referencia de algo que me gusta y la he colado de manera inconsciente la intento evitar. Es que si no se convierte en un collage, de hecho ni siquiera veo cine mientras escribo el guion o rodando la película. Y eso que me encanta el cine. Me puede contaminar o me puede provocar una inseguridad.


¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Eso va en función de esta peli. De Hollywood me han llegado cosas pero no veo que sean proyectos de los que yo tenga algo que aportar. No me apetece hacer una película de acción que seguro que hay un montón de directores que lo podrán hacer mejor que yo. Tengo un par de proyectos personales nada fáciles de financiar porque son complejos y no se llegan a entender hasta que no las ves porque son muy visuales.


Por curiosidad, ¿Cómo funciona la industria de Hollywood?

Pues te envían guiones. Ahí funcionas más como director de encargo, si les gusta una película tuya pues te los suelen enviar. Y si te gusta el proyecto te puedes involucrar, estuve en el proyecto de El Cuervo, trabajé también en un remake con Wes Craven, de hecho fue él el que me llevó a Hollywood, era un fan absoluto de 3 días.


Que pasada.

Vino al estreno con su familia. De hecho para el estreno de La Espera va a venir su hijo que hablé con él el otro día. Wes era chapeu, un gran tío.


Tengo los pelos de punta.

Fue que Wes vio la película de 3 días en un festival y le encantó. Entonces me llamó su asistente personal, un tipo muy majo y me concertó un encuentro en el despacho de Wes. Llegué ahí y me dijo que le encantó su película y que quería hacer el remake y me ofreció que yo dirigiera un remake de The people under the stairs, que aquí no es muy conocida pero que en Estados Unidos es un clásico. Y empezamos a trabajar pero por un tema de derechos con la Universal no pudo salir la suya y él tenía que hacer la de Scream 4. Pero todavía tengo la carta que me hizo de inmigración para que consiguiera el visado para poder trabajar en Estados Unidos.


¿Cuál es tu película de terror favorita?

No tengo ninguna definida... pero te puedo decir El Resplandor.