Gabe es un exsacerdote que trabaja para la NASA. Ante el silencio de un observatorio remoto que ha captado una señal procedente del espacio, deciden enviarlo a investigar. Gabe descubre que el mensaje esconde algo peligroso si logra expandirse en la Tierra. Tiene la suerte que en la misión cuenta con la colaboración de Sister Agnes, una monja que le ayudará a combatir el mal.
Título original: Thorns
Año: 2023
Duración: 91 min.
País: Estados Unidos
Director: Douglas Schulze
Guion: Douglas Schulze
Música: Douglas Schulze
Fotografía: Tom Chaney
Reparto: Jon Bennett, Cassandra Schomer, Doug Bradley, Bo Shumaker
Extraña mezcla de cine religioso y de ciencia ficción.
Cuando uno mira una película, y esto pasa mucho en el género de terror, ve fantasmas dónde no los hay, ¿o sí? En Thorns nos ha sucedido algo parecido. Desde David Cronenberghasta Christopher Nolan pasando por John Carpenter. Esto son palabras mayores estaréis pensando, pues es justo lo que le falta a este film algo confuso, con una idea interesante pero pesimamente realizada.
Tampoco lo vamos a denostar del todo. Los efectos especiales, hay que decir en sentido positivo que artesanales, son tremendamente efectivos y visualmente impactantes, pero una película de terror no vive exclusivamente de esto, es un todo en el que si algo chirría se resiente el conjunto. A pesar de todo la idea, como hemos comentado, contiene trazas de cintas que, por lo menos, nos pican la curiosidad.
Gabe es un exsacerdote que trabaja para la NASA. Ante el silencio de un observatorio remoto que ha captado una señal procedente del espacio, deciden enviarlo a investigar. Gabe descubre que el mensaje esconde algo peligroso si logra expandirse en la Tierra. Tiene la suerte que en la misión cuenta con la colaboración de Sister Agnes, una monja que le ayudará a combatir el mal.
Como habéis podido observar, la grandilocuencia de la historia daría para una película de altos vuelos, con efectos especiales realizados con la última tecnología y unas escenas de acción que para sí querrían los films coreanos modernos. Nada de esto lo podremos ver en pantalla, para nuestra desgracia. A cambio nos tenemos que conformar con una mise en scene muy sosa y de andar por casa, con unas interpretaciones que rayan el ridículo, no ya por los esforzados actores y actrices, sino por la falta de destreza a la hora de rodar escenas más bien simples.
Hablando de actores y actrices nombrar a Doug Bradley, antiguo Pinhead en la franquicia Hellraiser y uno de los iconos del cine de terror. Solo con escuchar su voz ya nos acongojamos un poco. Aquí aparece solo a través de la pantalla. Suficiente.
Des resto del elenco nombrar a Bo Shumaker, Jon Bennett y a Cassandra Schomer, tres actores metidos en los papeles protagonistas, dando la impresión de que no saben muy bien qué están rodando.
Del apartado técnico destacar el departamento de maquillaje y stunt. Logra crear un curioso monstruito que intimida bastante y que da sentido al título de la obra Thorns (espinas), tomadlo en el sentido religioso que queráis. Otra cosa a destacar es la música. Acompaña durante todo el metraje con algún que otro in crescendo que hace que se te pongan los pelos de punta.
Los amantes de las películas raras tienen en Thorns bastantes alicientes como para, como mínimo, verla. De todas maneras creo que su visionado será la causa de más de un bostezo y alguna sonrisa con sorna.
Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan
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