Título original: Matando El Tiempo
Año: 2022
Duración: 80 min.
País: España
Director: Norberto Ramos del Val
Guion: César del Álamo, Norberto Ramos del Val
Música: Norberto Ramos del Val
Fotografía: César del Álamo, Norberto Ramos del Val
Reparto: Marta Almodóvar, Alba Fontecha, Claudia Molina, Jorge Páez, Miguel Ángel Aijón, Marina Arreghini
Interesante combinación de giallo y hedonismo.
El cine de Norberto Ramos del Val es lo que es, no se esconde y tiene tantos defensores como detractores. ¿Qué encontrarán unos y otros en Matando El Tiempo?
Sonia deambula por esta inmensa casa, atrapada en un laberinto de sueños, alcohol y drogas. Quiere escapar pero es incapaz de poner tierra por medio con la casa. Entre estas paredes se oculta un secreto cuya respuesta puede tener esa figura encapuchada que porta un cuchillo.
Tal vez este secreto resulte muy peligroso y Sonia sea incapaz de sobrevivir.
Vamos al grano: Matando El Tiempo es, posiblemente, de las mejores películas del director, no solo porque tiene un amplio espacio en el que desarrollarse sino porque cuenta al guion con Cesar del Álamo, otro director con su propio universo, quien añade esos toques de giallo – género que del Álamo adora y que ya homenajeó en Buenas noches dijo la señorita Pájaro – que consiguen levantar muchos puntos la trama sin olvidar las filias de Norberto como mujeres ligeras de ropa, esa tendencia al lesbianismo y los personajes un poco al límite. Tal vez haya un exceso de verbalización acerca de lo que ocurre y que tras un arranque intrigante, la historia gire demasiado sobre sí misma pero eso no impide que el último tercio resulte más que original y sorprendente, hasta un final que se encuentra entre los mejores de su filmografía.
La colaboración de ambos no solo en el guion, sino también en la dirección de fotografía ayuda a solventar uno de los mayores problemas del director cántabro: el cuidado por la imagen, ya que a Norberto Ramos del Val le interesa mucho generar imágenes pero a veces descuidando el tono visual. Los colores del interior de la casa, la luminosidad del exterior, el tono decadente de los bares, están cuidados.
Algo de lo que peca Matando El Tiempo es de una banda sonora bastante irritante, composición del propio director, que muchas veces no deja respirar la historia sino que la ahoga. En ocasiones, el silencio aporta más que un exceso de notas.
A nivel interpretativo, todo es coherente con la obra anterior: Marta Almodóvar, Alba Fontecha y Claudia Molina son chicas monas eternamente cabreadas, generalmente sobreactuadas. Jorge Páez aporta el tono masculino y atención al sorprendente cameo de Miguel Ángel Aijón, posiblemente lo mejor que ha hecho en toda su carrera, tanto a nivel interpretativo como de escritura.
Matando El Tiempo es una buena conjunción de dos universos, el de Norberto Ramos del Val y César del Álamo. Esperemos que vuelvan a coincidir para afinar todo lo bueno de esta película.
Firma: Javier S. Donate.
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