Título original: Anecoica
Año: 2022
Duración: 17 min.
País: España
Director: Marcos Callejo
Guion: Marcos Callejo
Reparto: Lara Martorell, Pablo Viña, Adrià Escudero, Marian Vilalta, Gemma Castell, Jose Torresma, Clara Galán, Orencio Ortega, David Hernández
El terror que nace del silencio, las mentiras y el sonido.
Las cámaras anecoicas han sido diseñadas para absorber en su totalidad las reflexiones producidas por ondas acústicas o electromagnéticas, es decir que, dentro de una cámara anecoica, no se oye absolutamente nada.
Lo que durante una exposición no muy prolongada puede ser relajante, si uno permanece demasiado tiempo en su interior puede sufrir alucinaciones, ansiedad extrema o comportamiento antisocial.
Esto es lo que necesitas saber para meterte en el intenso cortometraje de Marcos Callejo.
Ana ha perdido tanto en la vida que tan solo puede salir a flote si participa en un experimento que consiste en entrar en una cámara anecoica. Aislada y sin sonido alguno, si no aguanta puede pulsar un botón y huir por una puerta. La pregunta es ¿Cuánto tiempo aguantará y, sobre todo, qué hay tras la puerta que le lleva a la salida?
Michael Almereyda firmó en el 2015 la muy interesante película Experimenter, que trataba de los experimentos sociales llevados a cabo por el sociólogo Stanley Milgram; Experimenter arrancaba con la investigación más controvertida de Milgran, aquella en la que explicaba los asesinatos perpetrados en nombre de la autoridad, ya en la secuencia de este experimento lo realista lindaba con el terror. Algo de eso hay en el cortometraje de Marcos Callejo – quien ya había tratado el drama, el misterio o la fantasía – que esta vez aúna dos géneros que le gustan: el thriller y el terror.
Tal vez algo que se le puede achacar es que arranque con fuerza pero luego pise demasiado al acelerador, posiblemente por estar contenido en el formato de cortometraje, y con ello elimine algo que funciona muy bien en estas historias de experimentos siniestros: la atmósfera y el no saber qué vendrá a continuación. Pero si por algo sorprende Anecoica es por ir un paso por delante de las expectativas del espectador y este es el gran hallazgo del director: convierte un pasillo, espacio anodino y transitivo, en un lugar de pesadilla donde la realidad puede girar convirtiéndose en muerte y terror.
A nivel técnico, el cortometraje es correcto, sin despuntar pero tampoco suspender, y donde más funciona es en la tensión generada por la dirección, montaje – también trabajo del director – y en el casting donde sobresale la actriz Lara Martorell cuyo gesto apoya la narración: tensión, agobio, terror. Independientemente del resultado, resulta interesante que el director haya dado el papel protagonista a una actriz trans, sin explicitarlo o recalcarlo en su personaje porque no lo necesita. Es una mujer que se llama Ana y está en apuros económicos. Actores y actrices hacen suyos los papeles y ya va siendo hora de olvidar las etiquetas. El resto de los personajes están bien interpretados, tal vez destacando al actor Pablo Viña en un papel que merecía mayor recorrido.
En Anecoica hay un mundo que Marcos Callejo debe seguir explorando, donde convive el aire conspiranoico del Cube que rodó Vincenzo Natali, con esas rupturas de realidad que recuerdan al escritor Phillip K. Dick.
Firma: Sonia Antorveza & Javier S. Donate.
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