Título original: Super Z
Año: 2021
Duración: 80 min.
País: Francia
Director: Julien de Volte, Arnaud Tabarly
Guion: Arnaud Tabarly, Julien de Volte
Música: Aurélien Marini
Fotografía: Vincent Vieillard-Baron
Reparto: Johan Libéreau, Julien Courbey, Fabien Ara, Marion Mezadorian, Florence Bebic-Veruni, Jo Prestia, Laurent Bouhnik, Audrey Giacomini, Jean-François Gallotte
Despiporre visual y sonoro.
Super Z es de aquellas películas que miradas bajo el ojo clínico de la crítica bajaría muchos escalones en un supuesto ranking de calidad. Ahora bien, no solo de peliculones vive el hombre, la diversión es también una parte importante del show y aquí Super Z sube muchos enteros sin alcanzar por eso la cima. Lo que la penaliza algo es la desmesura, es decir, el abuso constante de escenas que al principio nos parecen graciosas, pero que a fuerza de verlas una y otra vez acaban convirtiéndose en una tortura, en el buen sentido de la palabra. No alcanza, ni mucho menos, el nivel de la legendaria Braindead (Tu Madre se ha Comido a mi Perro) (Dead Alive. Peter Jackson, 1992), pero lo comento para que os hagáis una idea de por dónde van los tiros.
Las zomedias o simplemente las cintas de zombis han de contener, evidentemente, todo tipo de escenas escatológicas, a cual más bestia. De eso no nos podemos quejar al ver este film. Va sobrado de ello.
Una familia de zombis modificados genéticamente, pasan todo tipo de aventuras. ¿Qué tienen de particular?, pues que razonan y hablan. Mejor dicho, no callan. Esa verborrea no creáis que tenga mucho sentido. Es lo que tiene ser un zombi.
Julien de Volte y Arnaud Tabarly, que hacen su debut en el largometraje con este film, dirigen y son autores del guion de esta exquisita película. Puede que el formato de cortometraje hubiera encajado mejor. Cuando la estamos viendo nos da la sensación de que se estira demasiado el chicle, eso a pesar de sus escasos ochenta minutos. Puede que a algunos se les hagan muy largos. A otros, los fanáticos de los zombis, que los hay, puede que les encante ya que contiene escenas muy bien rodadas sin escatimar nada a la hora de ofrecernos sangre, vísceras y tratamientos peculiares de otros órganos del cuerpo humano. Todo eso tamizado, eso sí, con mucho humor grueso muy al estilo de los films franceses de ese tipo.
Como tiene que ser, tenemos que destacar el excelente trabajo de maquillaje y stunt. Consigue ampliamente que nos den asco esos no muertos e integrantes de una familia de lo más surrealista. Sus caracterizaciones dan en el clavo de lo que espera de ese tipo de criaturas. Además, al dotarles de habla, el trabajo tiene que ser más minucioso, cosa que se consigue ampliamente.
Encabeza el reparto Johan Libéreau. Decir que está como una puta cabra sería un insulto. Es eso y más. Es el pater familias con unos gustos muy particulares. Le siguen Julien Courbey, como amadísima esposa y los hijos Fabien Ara, Audrey Giacomini y Florence Bebic-Veruni. Con esos padres ya os podéis imaginar como son los vástagos. Destacar a Jo Prestia en un papel que le trae de cabeza.
Super Z es una película para verla borracho, así de claro. Si no os va el alcohol tampoco seré yo quien os recomiende otro tipo de sustancias. Lo que está claro es que hay que estar muy predispuesto para verla. Para finalizar, el dicho de siempre: es festivalera al 100%.
Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan
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