Camila es una joven policía que ha tenido la mala suerte de toparse con los miembros de una secta que se prenden fuego a si mismo estando ella presente. Camila acaba en el hospital con graves quemaduras y en coma. y durante una operación delicada acaba completamente quemada y en el hospital debido a un extraño ritual con el que se topa en la investigación.
Título original: Mete Miedo
Año: 2022
Duración: 84 min.
País: Argentina
Director: Néstor Sánchez Sotelo
Guion: Hernán Moyano
Música: Pablo Sala
Fotografía: Mariano Suárez,
Reparto: Marco de la O, María Abadi, Melisa Garat
Producción argentina que deja bastante indiferente y con poco que aportar.
Don’t Come Back Alive es una producción argentina que supone el primer acercamiento al género de terror de su director Néstor Sánchez Sotelo cuya carrera se ha centrado en más en otros estilos. Lamentablemente, no es un arranque notable en su conjunto.
Camila es una joven policía que ha tenido la mala suerte de toparse con los miembros de una secta que se prenden fuego a si mismo estando ella presente. Camila acaba en el hospital con graves quemaduras y en coma. y durante una operación delicada acaba completamente quemada y en el hospital debido a un extraño ritual con el que se topa en la investigación.
Hay muchos problemas en Don’t Come Back Alive, empecemos por cualquiera al azar… venga, el reparto. La única cara conocida del elenco es Marco de la O, que interpretaba a El Chapo Guzmán en la serie de Netflix El Chapo, y que ha aparecido también en Rambo: Last Blood. Pero francamente, está a la misma altura que los demás, que es muy poca. Los tres actores protagonistas hacen lo que pueden, pero ninguno destaca para bien en una mezcla de estar mal dirigido y de tener personajes inverosímiles. Camila, por ejemplo, es supuestamente una policía, aunque tenga el aspecto de una adolescente de 18 años. Su relación con la otra protagonista femenina, Fátima, no es creíble, y lo mismo con Ángel, el personaje masculino del triangulo protagónico. El flow entre los tres es terrible, las conversaciones son de lo menos natural y forzadas.
Otro problema es la historia, que falla debido a que el guion de Hernan Moyano no tiene mayor interés. Se cruzan sectas, policías, hospitales, secretos del pasado, relaciones… quizás un mix de demasiadas cosas o que simplemente no están bien hiladas entre sí. Con sorpresa final incluida, que tampoco funciona si nos paramos a pensar bien.
Por lo demás, ni música, ni fotografía ni montaje destacan especialmente, pero sí un punto positivo para los efectos en algún momento puntual, en el que alguna muestra de sangre y heridas sí está conseguida.
Si bien se nota que no debe tener una producción grande detrás, es bien sabido que eso no es óbice para que salgan grandes cosas. Así pues, una película sin más, que no tiene mucho que aportar al panorama de terror y que no destaca por hacernos pasar un buen rato ni por su suspense (solo al principio cuando Camila aparece quemada se consigue), ni por su calidad o profundidad.
Firma: Sonia Antorveza.
@bunyolsdesucre
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