Entrevista a Daniel Noblom, director del cortometraje Eternal


Homenaje al cine de la Hammer y al fantaterror a través de sus dos iconos femeninos: la virgen y la vampiresa, atrapadas por un crucifijo en un bucle sin fin.


Cuéntanos el origen de tu cortometraje.

Forest Film Studio, la productora, había empezado a hacer una pequeña webserie llamada Loops para promocionar el estudio que tienen, que se encuentra una casa antigua y espectacular en Castellar del Vallès, con algunas salas medio en ruinas como la que veréis en “Eternal”. Guillem Barceló y Lluís Domingo, los dos productores de Forest, me invitaron a visitar la casa por si se me ocurría algo para un tercer capítulo de Loops, y a mí se me ocurrió esta pequeña historia de vampiros para rodar en esa sala, que era sin lugar a dudas la que más me atrajo de toda la casa. El mito del vampiro siempre me ha atraído mucho, y es algo que había tocado en teatro pero no en cine, así que un espacio con tanta personalidad y que podía ser tan gótico era la excusa perfecta para lanzarse a ello. Todo el proceso fue muy colaborativo con Guillem y Lluís, y al final quedamos tan contentos que decidimos que, antes de subirlo como capítulo en Internet, valía la pena moverlo por festivales de género para ver cómo respondía. ¡Y aquí estamos! En una misma semana estrenamos simultáneamente en Sabadell y en Sombra, en Murcia y gracias al cual el corto podrá verse en Filmin del 10 al 26 de marzo, así que no podíamos estar más contentos del arranque que hemos tenido.

¿Qué se van a encontrar los espectadores de tu trabajo?

Una pieza de terror clásico, que en apenas 3 minutos toca prácticamente todos los temas que nos atraen de una película de vampiros y que juega con los dos arquetipos femeninos imperantes en el género desde la concepción de Drácula, de Bram Stoker.


¿Cuáles son tus influencias?

Mientras lo preparábamos siempre hablamos del Drácula de Coppola como principal influencia visual, especialmente por su uso de la luz, que difumina las altas luces y se basa mucho en el efecto de las velas. Por suerte, Jannes Jacobs, el operador de cámara del cortometraje, tenía un filtro para ópticas que era exactamente lo que buscábamos para ese efecto, así que fue como un regalo divino. Luego, a nivel de color queríamos equilibrar colores contrarios para reforzar la propia idea del corto, tan basada en la dualidad y en el que dos conceptos contrarios se difuminan el uno en el otro: los tonos fríos del propio espacio y de la protagonista en contraste con el rojo puro e intenso de la vampiresa, la sangre y la pasión.


¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?

El cortometraje es seguramente la forma de expresión cinematográfica más libre, porque evidentemente es mucho más factible de hacer que un largo o una serie. Cada vez creo más en la máxima de que “a mayor presupuesto, menos libertad” y viceversa. En un largo o una serie, donde todo se magnifica al necesitar inversiones tan y tan grandes, no se pueden permitir correr según qué riesgos. Y evidentemente, cuanto mayor es la película, menores son los riesgos que se quieren correr. También son un tipo de exhibición totalmente diferente, mucho más basado en los números de audiencia, mientras que los cortometrajes, al restringirse su distribución prácticamente al mundo de los festivales, se dirigen a un público más especializado y está más abierto a ver cosas “diferentes”. Por ello, también me he creado la teoría de que la forma más pura de conocer a un autor será a través de sus cortos, que posiblemente estarán hechos con menos imposiciones externas que cualquier otra obra que haga nunca. Y debido a toda esta perorata que acabo de soltar, lo que le diría a cualquier aspirante a hacer un corto es: prueba y experimenta y siéntete libre, porque el cortometraje será el campo ideal para hacerlo más que ningún otro.


¿Cómo ves el mundo del género fantástico hoy en día?

Muy bien. Es un género que el gran público no se tomaba demasiado en serio hace no tanto tiempo, y ahora ya no es así: sin ir más lejos, los superhéroes no dejan de ser una forma de fantasía. Por otro lado, creo que el mundo real se está volviendo tan surrealista, tan distópico y tan increíble, que la fantasía y la ciencia-ficción van a ganar aún más peso en los próximos años. La gente tal vez está cansada de oír hablar del Covid, pero tú dales una película que sea una metáfora sobre lo que hemos vivido los últimos años y conectarás con ellos de una forma que no habrías conseguido si hubieras sido más directo y les hubieras taladrado con algo que les tiene hartos y de lo que quieren huir al buscar un rato de desconexión. La fantasía y la ciencia-ficción siempre han sido los mejores géneros para hablar de las inquietudes sociales desde una perspectiva nueva, más sutil, elegante y lúdica.


¿Puedes hablarnos de tus próximos proyectos?

Tras tontear con el terror en Eternal, me gustaría lanzarme de pleno en este género. Me gustan los retos y me gusta estar siempre probando cosas nuevas, y por alguna razón que nunca fue premeditada en cada cortometraje que he hecho me he encontrado explorando un género distinto.

Trabucos y pistolas (Corto) era una comedia con aires de western, No apto para menores (Corto) una sátira de cine negro, Perdona, estava dormint es un drama intimista que salió de una experiencia personal y Eternal es una pieza de terror clásico. Ahora me gustaría seguir escarbando en el terror, pero alejarme de ese clasicismo para probar con algo más extraño y sensorial. Tengo un par de guiones en esta línea, uno de ellos precisamente de cortometraje, y estoy valorando llevarlo a cabo antes de que acabe el año. Sin embargo, aún es pronto para saber si finalmente será posible o no. Espero empezar a reunirme con gente en breves para ver cómo poder financiarlo y levantarlo, y ya veremos.


¿Dónde se te puede encontrar?

Twitter: @DannyNoblom 
Instagram: @noblomscut


¿Película de terror favorita?

¡¿Quién pregunta esto?! ¡¿Eres Ghostface?! Me encanta Scream, es una fiesta de película que podría ver quinientas veces y que para mí tiene el equilibrio perfecto entre terror y comedia. Podría ser de mis favoritas. En sus antípodas y siendo muy diferentes entre sí, también me encantan El hombre de mimbre, que Christopher Lee llegó a decir que era la mejor película en la que había actuado, y La Bruja de Robert Eggers, que con solo dos películas se ha convertido en uno de los directores actuales de quienes estoy más pendiente acerca de todo lo que se lleva entre manos.