Entrevista a Luciano Onetti, director de Le Vortex Monopolaire


¿Cómo surge la idea de Le Vortex Monopolaire?

En plena pandemia me contacta un productor estadounidense, Stewart David Johnson, para que haga un cortometraje. Actualmente él reside en Japón y ya tenía conocimiento sobre mis trabajos como director, entonces me propuso hacer un cortometraje y me dio libertad para elegir tanto el género como el formato de filmación. Rápidamente pensé una idea que pudiera ser hecha en cuarentena y en pocos días. Lo más practico era que el cortometraje fuera de genero experimental o como le digo yo, Avantgarde. Es que Le Vortex Monopolaire es eso, un cortometraje Avantgarde hecho en cuarentena. Y qué mejor que su estreno mundial haya sido en el prestigioso Festival de Sitges el octubre pasado y ahora seguirá su recorrido en noviembre en el Festival de cine de Mar del Plata, el más importante de Latinoamérica. Y en diciembre se estrenará en una plataforma de cine en VOD en Francia y Bélgica.


¿Por qué decides lanzarte a dirigir en solitario?

En realidad yo me inicié dirigiendo solo. Tanto en mi experimento fílmico Sonno Profondo como en mi primera película, Francesca. Después mi hermano quiso ir más allá de su faceta de productor y se sumó a la dirección de lo que hicimos después. Y nuestras diferencias artísticas hicieron que actualmente cada uno siguiera su camino. Se hace muy difícil armar una historia o dirigir una película si hay visiones muy distintas sobre una misma cosa. Y si seguíamos trabajando de esa manera, yo nunca iba a poder contar mis historias. Además, hoy puedo decir que dirigir una película de a dos es cómo manejar un vehículo con dos volantes, cada uno dando volantazos para un lado diferente y el destino del coche será el mismo, choques o no. Uno no puede escribir un libro de a dos, ni tampoco pintar un cuadro de a dos. Yo creo que el arte es unipersonal, inherente a la persona que lo crea.

Pero hay que decir que hay dos ramas del arte que requieren ser hechas por más de una persona y es donde suelen entrar en juego los conflictos, y justamente uno es el cine, y la otra es la música. Se trabaja con guionistas/músicos, artistas/productores (en ambos casos)... entonces la historia que uno pensó suele modificarse durante el proceso y deben negociarse ciertas ideas. Y a veces no está bueno negociar la resolución de una historia porque la idea original puede quedar a la mitad de lo que se pensó en un principio. Imagínate que una orquesta de música sea dirigida por dos personas al mismo tiempo...yo creo que para que dos personas hagan algo juntos, debe haber pasado un tiempo suficiente de entendimiento. En el arte no se negocian las decisiones en cuanto al proceso de creación. Y si eso sucede, significa entonces que el artista está haciendo una película o un álbum musical. Y otra cosa que me lleva a dirigir actualmente solo es que personalmente, a mí me gusta trabajar un concepto y desarrollar una historia con suficiente tiempo y dedicación. Prefiero hacer una cosa bien y que me lleve tres años, y no hacer mil cosas en un año, mal hechas y que no signifiquen nada para mí como artista.


¿Te sientes cómodo en este género o querías experimentar con otros?

Con el tiempo descubrí que me siento muy cómodo escribiendo dentro del género thriller psicológico, comedia negra, drama, y es posible que predomine siempre la violencia.

Si empecé con el género giallo fue por cuestiones de presupuesto. Y Le Vortex Monopolaire tiene algo de eso. Es que en ese tipo de propuestas es donde existe una libertad plena artística, como cuando Pollock pintaba sus cuadros. Pero hay historias que requieren de un gran razonamiento previo y de un equipo grande y experimentado en el proyecto. Y ahora estoy más enfocado en esto último, en historias complejas para ser hechas con calidad cinematográfica. Creo que ya es momento de empezar a jugar en primera, pero más que nada por una cuestión personal. Necesito crecer profesionalmente y mostrar realmente lo que me gusta y sé hacer. Una especie de maduración cinematográfica que solo se da con el tiempo, el aprendizaje y con la gente adecuada que te guía por esos caminos del aprendizaje.


¿Cuéntanos sobre la nueva versión de tu película Francesca?

Hace pocas semanas cerré un trato con una gran distribuidora alemana que publicará en todo el mundo una nueva versión de Francesca, la Versione Originale del Regista, es decir un Director´s cut. Esto es algo que hice solo, me di las ganas de hacer un nuevo montaje del film, con nuevas escenas, nueva calidad de imagen en 4K UHD sin filtros vintage. Y lo más importante: con nuevos doblajes hecho por actores profesionales italianos. Creo que un punto débil de la versión original de 2015 fue el doblaje, ya que estuvo hecho por argentinos y eso al oído de los italianos, fue casi imperdonable. Aunque ellos amaron la película, pero no los doblajes. Entonces esta vez, en esta nueva versión, hay un nuevo doblaje nativo en italiano e incluso hice modificaciones en los diálogos y las voces las grabamos en estudios profesionales en Italia gracias a mi amigo Pino Pintabona de Genova, quien tiene la discográfica Black Widow Records. La película, además, es presentada por el gran director italiano Aldo Lado que ha realizado grandes películas como ¿Quién la ha visto morir? El setbox de la nueva versión de Francesca incluye nuevo material inédito como un documental con entrevistas, backstage, escenas eliminadas, nuevas fotografías, doble soundtrack, posters nuevos, entre tantas otras cosas.


¿Futuros proyectos?

Actualmente estoy viviendo en Buenos Aires y trabajando para una productora con la cual estamos desarrollando varios proyectos entre los cuales uno que escribí junto a Cecilia Azzolina, “El Canto del Cisne”, un thriller psicológico, suspenso y drama relacionado con un pianista, y significaría mi primera película industrial como director, que es lo que aspiro actualmente, poder hacer mi primera película industrial. Creemos que será un film de alto voltaje porque involucra a grandes actores argentinos y probablemente españoles. Pero como son proyectos grandes, todo lleva tiempo y por el momento no se puede adelantar nada más. Es mi primer guion y el de Cecilia también, y saber que muchos productores estuvieron interesados en llevarlo a cabo me pone muy contento ya que estuvimos tres años puliendo detalles. Haberlo terminado fue fundamental para mí, para agilizar mi manera de desarrollar muchas historias que tenía en mente y gracias al productor con el que estoy trabajando actualmente, que me permite poder llevar mis historias al papel.


¿Película de terror favorita?

Sin dudas, La noche de los muertos vivientes, remake de Tom Savini. Tiene ese no sé qué indescriptible y que va más allá de la historia de la película, sino que me gusta por la ambientación, musicalización y cuestiones técnicas que advierto cada vez que la miro.