Un hombre llega desde Londres a un pequeño pueblo de Serbia, con el fin de cuidar el cementerio. Para sus adentros piensa que un poco de tranquilidad le irá bien para desintoxicarse del ritmo de vida de la gran ciudad. Lo que no sospecha son las oscuras intenciones de los lugareños.
Título original: Vampir
Año: 2021
Duración: 95 min.
País: Serbia
Director: Branko Tomovic
Guion: Branko Tomovic
Música: Mark Ashworth
Fotografía: Heath McWaters
Reparto: Branko Tomovic, Gorica Regodic, Joakim Tasic, Eva Ras, Judith Georgi
Perturbador cuento vampírico.
De films de vampiros hemos visto hasta la saciedad. Eso no quita de que sea un subgénero dentro del terror que enseguida capta nuestra atención. No sé qué tienen esos seres que atraen a todo bicho viviente, nunca mejor dicho. En el target podríamos incluir incluso a los que no son fanáticos del terror. Ahora bien, no podemos decir que haya una manera concreta de explicar historias de este tipo. Como muestra, tres films que aunque toquen el mismo tema, lo hacen de manera totalmente diferenciada. Para empezar vamos a remontarnos casi a la prehistoria del cine. Me estoy refiriendo a Nosferatu (F.W. Murnau, 1922) un film angustioso que se acabó convirtiendo en todo un icono. Seguimos con Drácula (Dracula. Terence Fisher, 1958) que reunió en su reparto a dos viejas glorias: Christopher Lee y Peter Cusing. Acabamos con Drácula de Bram Stoker (Dracula. Francis Ford Coppola, 1992), en el cual un director de la talla de Coppola se introdujo en un mundo tenebroso, aunque a su manera.
¿Cómo calificaríamos a Vampir de Branko Tomovic? Se me ocurre así de pronto la palabra original. Trata el asunto dentro de un mundo cerrado, concretamente en un pueblo de la Serbia profunda. Una comunidad repleta de tics religiosos, miedos ancestrales y extraños rituales que hacen que lo que va apareciendo en pantalla se nos antoje absurdo, rayando el surrealismo.
Un hombre llega desde Londres a un pequeño pueblo de Serbia, con el fin de cuidar el cementerio. Para sus adentros piensa que un poco de tranquilidad le irá bien para desintoxicarse del ritmo de vida de la gran ciudad. Lo que no sospecha son las oscuras intenciones de los lugareños.
Un ritmo algo lento penaliza una cinta de la cual no sabemos por dónde tirará. Vamos intuyendo que de un momento a otro todo va a saltar por los aires pero la espera se hace un pelín larga, aunque vale la pena esa demora, que utiliza su director-guionista-actor principal para dibujarnos una sociedad anclada en el pasado. Con algún que otro toque hanekiano nos sorprende por su simplicidad. Tampoco penséis que el gore brille por su ausencia, aparece pero es bastante comedido y sin muchos alardes técnicos, apoyados, eso sí, por una gran fotografía a cargo de Heath McWaters. Su tono amarillento, un poco al estilo de Los Renegados del Diablo (The Devil’s Reject. Rob Zombie, 2005) da a la cinta un toque siniestro que le sienta muy bien. También destacar la música cuya autoría recae en Mark Ashworth. Envolvente y ¿por qué no decirlo?, aterradora.
Encabeza el reparto el mismo Branko Tomovic, al que no le influye en absoluto que el director le pueda corregir ya que es él mismo que, por cierto, hace su debut en el largometraje con Vampir, en su faceta de director. A pesar de esto, destacar su buen hacer apoyado en un físico peculiar. De entre los secundarios nombrar a Gorica Regodic y a Joakim Tasic, en unas interpretaciones muy convincentes.
Vampir es una película con la que pasaréis un buen rato. Su originalidad la hace muy grata de seguir. Si encima sois fanáticos de los vampiros y de otra manera de verlos, estoy seguro que seréis los primeros de la cola dónde la podáis ver.
Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan
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