Una mujer joven, se encuentra cautiva en una instalación médica subterránea a la que no sabe cómo ha llegado, donde los individuos seleccionados son mutilados perpetuamente para luego ser curados usando un antídoto secreto.
Título original: Antidote
Año: 2021
Duración: 87 min.
País: Estados Unidos
Director: Peter Daskaloff
Guión: Peter Daskaloff y Matthew Toronto
Música: Ryan Harrison
Fotografía: Lucas Pitassi
Reparto: Ashlynn Yennie, Louis Mandylor, Augie Duke
El hospital de las torturas.
Los hospitales dan mal rollo y los médicos con sus artilugios y jeringas también. Además, su palabra va a misa y no nos atrevemos a contradecirles, así que, si amaneces en un hospital subterráneo oscuro y frío, con médicos extrañamente sonrientes acechándote y pacientes medio empanados a lado y lado, no te sentirás cómodo, y tampoco sabrás muy bien como escapar. Eso es lo que le pasa a Sharyn, que empieza la película con una apendicitis y de pronto se encuentra en el túnel del terror. Pero los problemas de Sharyn no acaban ahí, también la envuelve baja calidad, diálogos con un ritmo forzado, interpretaciones justitas y un fuerte aroma a telefilm.
Una mujer joven, se encuentra cautiva en una instalación médica subterránea a la que no sabe cómo ha llegado, donde los individuos seleccionados son mutilados perpetuamente para luego ser curados usando un antídoto secreto.
Antidote no tiene mucho presupuesto y el que tiene lo usa como puede. Pero la verdad es que el guion de Peter Daskaloff y Matthew Toronto tampoco luce nada, no se entiende porqué dañan a los pacientes y luego les dan el antídoto que da título a la peli. El motivo por el que están allí y el porqué de todo aquello que se desvela al final es demasiado básico y nos lo vemos venir. Por no hablar de los efectos especiales de una de las escenas finales.
Los puntos positivos que destacaría son las secuencias sangrientas, pies amputados, lenguas arrancadas con un buen nivel de sangre y que no tienen nada de cutres. El montaje con esos flashbacks de la vida de la protagonista, aunque metidos sin chispa en una edición muy clásica, por lo menos da un poco de aire, ya que si todo sucediera en ese hospital que parece un parking sería peor.
Lo único que puede salvar a Antidote es que no pretende ser algo que no es. Me imagino que el equipo que hay detrás sabe perfectamente lo que ha hecho y se trata solo de una cinta con el propósito de entretener, aunque este objetivo tampoco lo alcanza del todo.
Firma: Sonia Antorveza.
@bunyolsdesucre
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