Apps#1: tráigase a una amiga de fiesta y que conozca a la manada.
Apps#2: una app de espionaje conlleva hábitos peligrosos.
Apps#3: peligrosas gangas inmobiliarias.
Apps#4: la vida de este niño es un infierno ardiente.
Apps#5: la bella y ¿Quién ha entrado en mi casa?
Título original: Apps
Año: 2021
Duración: 94 min.
País: Chile
Director: Sandra Arriagada, Lucio A. Rojas, Camilo León, José Miguel Zúñiga, Samot Marquez
Guion: Sandra Arriagada, Lucio A. Rojas, Camilo León, José Miguel Zúñiga, Diego Ayala, Samot Marquez
Música: Kekoyoma, Ignacio Redard, Tonosfera
Fotografía: Lord Goulash, Marcelo Macaya, Lucio A. Rojas
Reparto: Nestor Cantillana, Ignacia Uribe, Leonardo León, Ximena del Solar, Daniel Antivilo, Clara Kovacic
Un buen mapa del terror chileno.
Me gusta el concepto de las antologías, el condensar una historia conlleva riesgos, a veces descubre directores a los que seguir, y muchas futuras promesas se han fogueado en estos productos… El problema es lo difícil de mantener el nivel. Veamos qué nos ofrece Chile.
Apps#2: una app de espionaje conlleva hábitos peligrosos.
Apps#3: peligrosas gangas inmobiliarias.
Apps#4: la vida de este niño es un infierno ardiente.
Apps#5: la bella y ¿Quién ha entrado en mi casa?
Vaya por delante que el formato me parece más que adecuado, cinco directores con algunos equipos compartidos, y el mundo de las App – reales o inventados – como desencadenantes de las historias.
La primera historia, Manada, dirigida por José Miguel Zúñiga, tiene influencia de los años ochenta en la iluminación, tonalidad y enfoque de la trama; aunque sea una historia que a veces es predecible, imposible negar lo entretenida que resulta y cómo la violencia sube peldaño a peldaño. A destacar el manejo de los interiores, la tensión continua y los efectos. En el lado negativo, los personajes masculinos tienen poco recorrido y suenan a vistos, la crítica al voyerismo extremo aporta poco.
Frecuencia de Camilo León es la que más original me ha parecido, con toques de La Ventana Indiscreta y gotas de J-Horror, nos cuenta una historia que, apenas sin diálogos, genera mucha inquietud y deja al espectador con ganas de más gracias a su capacidad de crear un universo en los minutos que dura; para esta historia, que empieza siendo una anécdota resultona y termina por convertirse en algo que resuena al Kairo de Kiyoshi Kurosawa, hubiera necesitado un actor más contundente que Leonardo León, pero el resultado es muy entretenido y su atmósfera lograda.
Edén, de Lucio A. Rojas, nos trae de vuelta al creador de esa película tan brutal como es Trauma, con sus constantes autorales como esa violencia exagerada, el campo que esconde el terror y las luchas entre grupos. Al igual que Frecuencia, Edén deja con ganas de más ya que en apenas veinte minutos, Rojas crea las bases de una historia que se siente mayor y nos remite al terror de los años setenta. Atención a sus efectos de maquillaje y especiales, tan dolorosos como repulsivos (en el buen sentido de la palabra), y al fascinante rostro de Ximena del Solar, actriz unida a la carrera de Rojas.
OnFire de Sandra Arriagada es la que menos convence de toda la antología, no porque esté mal sino porque el tono choca de frente con el resto de los segmentos: a veces es una parodia, otras parece crítica social, pero hay que destacar la inventiva mezcla de imagen real y animación de toques infantiles. Lo mejor de este segmento es el tono entre burlón y triste, al mismo tiempo que es una parodia/homenaje a ese cine parapsicológico de finales de los setenta como The Fury o Carrie.
Date Freak de Samot Márquez sirve al mismo tiempo de hilo conductor y de cierre. Visualmente impactante, protagonizado por la hermosa e inquietante Clara Kovacic, se ve lastrada porque su historia es muy leve y apenas hay desarrollo antes del giro final. Date Freak es bonita de ver pero demasiado fácil de olvidar.
Dentro del mundo de las antologías, Apps puede convertirse en una franquicia que, de no dejarla morir como V/H/S, puede traernos futuras alegrías y terrores.
Firma: Javier S. Donate.
Vaya por delante que el formato me parece más que adecuado, cinco directores con algunos equipos compartidos, y el mundo de las App – reales o inventados – como desencadenantes de las historias.
La primera historia, Manada, dirigida por José Miguel Zúñiga, tiene influencia de los años ochenta en la iluminación, tonalidad y enfoque de la trama; aunque sea una historia que a veces es predecible, imposible negar lo entretenida que resulta y cómo la violencia sube peldaño a peldaño. A destacar el manejo de los interiores, la tensión continua y los efectos. En el lado negativo, los personajes masculinos tienen poco recorrido y suenan a vistos, la crítica al voyerismo extremo aporta poco.
Frecuencia de Camilo León es la que más original me ha parecido, con toques de La Ventana Indiscreta y gotas de J-Horror, nos cuenta una historia que, apenas sin diálogos, genera mucha inquietud y deja al espectador con ganas de más gracias a su capacidad de crear un universo en los minutos que dura; para esta historia, que empieza siendo una anécdota resultona y termina por convertirse en algo que resuena al Kairo de Kiyoshi Kurosawa, hubiera necesitado un actor más contundente que Leonardo León, pero el resultado es muy entretenido y su atmósfera lograda.
Edén, de Lucio A. Rojas, nos trae de vuelta al creador de esa película tan brutal como es Trauma, con sus constantes autorales como esa violencia exagerada, el campo que esconde el terror y las luchas entre grupos. Al igual que Frecuencia, Edén deja con ganas de más ya que en apenas veinte minutos, Rojas crea las bases de una historia que se siente mayor y nos remite al terror de los años setenta. Atención a sus efectos de maquillaje y especiales, tan dolorosos como repulsivos (en el buen sentido de la palabra), y al fascinante rostro de Ximena del Solar, actriz unida a la carrera de Rojas.
Date Freak de Samot Márquez sirve al mismo tiempo de hilo conductor y de cierre. Visualmente impactante, protagonizado por la hermosa e inquietante Clara Kovacic, se ve lastrada porque su historia es muy leve y apenas hay desarrollo antes del giro final. Date Freak es bonita de ver pero demasiado fácil de olvidar.
Dentro del mundo de las antologías, Apps puede convertirse en una franquicia que, de no dejarla morir como V/H/S, puede traernos futuras alegrías y terrores.
Firma: Javier S. Donate.
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