Como estamos viviendo unos días extraños, que parecen propios de una película de género, desde TerrorWeekend os proponemos una serie de recomendaciones para ver en vuestros bunkers y refugios diversos; básicamente es para que os bebáis un té caliente y os tapéis con la mantita en vez de poneros a espiar a vuestros vecinos por puro aburrimiento.
¿Preparados? Aquí van una serie de películas para que 28 Días Después no os volváis absolutamente locos.
Disfruta el inicio de una saga que presenta al serial killer que acabó con más adolescentes salidos que el garrafón en las discotecas. Grandes efectos de Tom Savini para una película que sigue manteniendo la garra y que pide a gritos un reboot decente que traiga a Jason Vorhees a primera línea.
Lamberto Bava
1985
¿Puede haber algo más cool que una película ambientada en un cine cerrado, con demonios chungos, música rock, motos, espadas ninja, máscaras que dan yuyu? No, imposible, y es que cuanto más veo esta película de Lamberto Bava más disfruto cada momento. ¿Qué no tiene ni pies ni cabeza? Pues sí, pero eso no impide que el disfrute disminuya. Ah, y atención a la punk del coche, Bettina Ciampolini, imposible estar mas sobreactuada.
Bigas Luna
1987
Seguimos en un cine, esta vez con la única película de Bigas Luna que me gusta. Una película enfermiza sobre un asesino en serio, un copycat entre las butacas del cine, un bisturí muy afilado y una joven que odia las películas de terror y que tiene difícil escapar de la sala.
Película muy disfrutable debido a sus muertes y donde podemos ver a la difunta Zelda Rubinstein en un papel distinto al de Tangina en Poltergeist. Puede que Bigas Luna te parezca un pesado, y tienes razón, pero dale una oportunidad a Angustia ya que por lo menos te sorprenderá.
Mario Bava
1971
Puede que el maestro Mario Bava tenga mejores películas, pero esta me resulta terriblemente atractiva por la crueldad en pantalla, ese ritmo en crescendo, la historia inane en principio que Bava y sus guionistas convierten en un body count de manual y, sobre todo, ese final que o te deja hecho polvo o te enfada por su brusquedad.
¿Queréis otra razón para verla? Dicen los rumores que Sean S. Cunnigham quería hacer una versión en Estados Unidos pero, como no consiguió los derechos, se sacó Friday The 13th de la manga.
Juan Piquer Simon
1982
Deja a un lado tus prejuicios y abraza los placeres culpables. Stephen King dice que los fans del terror son los únicos que pueden reivindicar malas películas y con Pieces tiene razón: es mala pero repleta de momentos fascinantes.
Imposible no rendirse ante esa primera secuencia que presenta al asesino, el odioso personaje de Gary Piquer y su incomprensible sex appeal, que cualquier excusa sea buena para enseñar anatomía femenina, las caras torcidas de los supuestos sospechosos, ese final descaradamente robado a Chicho Ibañez Serrador y el inexplicable epilogo que es innecesario pero un golpe sobre la mesa.
Dejante llevar, ríete y disfruta.
Chicho Ibáñez Serrador
1976
Una película de terror ambientada a plena luz.
Maravillosa de principio a fin.
Es un pecado no verla.
George A. Romero
1988
La Carrera del padre de los zombis modernos siempre ha estado a la sombra de Night Of The Living Dead, pero la filmografía de Romero rebosa películas repletas de interés y que mantienen el punch durante todo su metraje.
Romero se maneja a la perfección dentro de las cuatro paredes de una habitación, por los interiores de la casa, mientras seguimos las aventuras y desventuras de Jason Beghe atrapado en una cama por culpa de un accidente, y como su vida cambia cuando aparece Ella, una mona titi adiestrada para cuidarle.
Al terminar de verla preguntaos esto: ¿Quién en el verdadero malvado en la historia?
John Carpenter
1994.
Seguro que pensabais que no iba a comentar una película de John Carpenter. Traería aquí toda su filmografía pero le tengo mucho cariño a En La Boca Del Miedo porque me devolvió al Carpenter de toda la vida tras una serie de tropezones fílmicos; y por si fuera poco, juguetea con el universo del horror cósmico de H. P. Lovecraft.
Es un John Carpenter que afronta la segunda parte de su carrera con fuerzas renovadas, ya desde esos títulos de crédito tan repletos de adrenalina musical, donde Sam Neill encarna al sufrido protagonista en una película con uno de los finales apocalípticos más brutales.
El Hobb’s End que se nos presenta aquí podría llamarse Innsmouth y estar enclavado en la mitología de Lovecraft. Para el recuerdo la entrevista en la cafetería, el hombre en bicicleta, los niños en búsqueda de madre, el viaje en autobús, la calle vacía… ¿Por qué estoy escribiendo sobre ella en vez de volver a verla?
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