Título original: The Invisible Man
Año: 2020
Duración: 124 min.
País: Estados Unidos
Director: Leigh Whanell
Guion: Leigh Whanell
Música: Benjamin Wallfisch
Fotografía: Stefan Duscio
Reparto: Elisabeth Moss, Storm Reid, Harriet Dyer, Aldis Hodge, Oliver Jackson-Cohen, Zara Michales
Removiendo clásicos con problemas de hoy.
¿Alguien se acuerda de La Momia (2017)? Fue la primera producción de una especie de saga que envolvía a todas las criaturas clásicas con historias que se entrecruzaban entre ellas a lo largo de las películas. Se llamaba Dark Universe. Teníamos la promesa de nuevas historias de Frankenstein, interpretado por Javier Bardem o de El Hombre Invisible con Johnny Depp pero el descalabro de La Momia fue tal (más por críticas que por recaudación) que se canceló todo plan nada más empezar a andar. Como Universal sabe que el potencial de relanzar a las criaturas clásicas está ahí, echó mano de una subsidiaria de la productora, la absoluta levanta-proyectos Blumhouse Productions, especialista en sacar oro de películas de terror con un presupuesto muy bajo. Nos llega la primera de la lista, que no es otra que El Hombre Invisible (pero sin Depp)
Cecilia abandona a su pareja en medio de la noche, un genio de la tecnología, por abusos físicos y psicológicos constantes. Semanas más tarde, ella vive aterrorizada por si él la encuentra y ni siquiera se atreve a salir a la calle. Pero al poco le llega una carta comunicando que su ex pareja se ha suicidado. Por fin puede volver a empezar.
Una película bastante más seria en su premisa de lo que cabría esperar. De hecho, en ocasiones se pasa de cruel e intensa haciendo de la situación de Cecilia un verdadero infierno, y no deja de ser algo sádico el catálogo de barbaridades que la chica tiene que aguantar sin poder hacer nada. Una película de ciencia ficción que se asemeja más a una de fantasmas pero eso no es algo nuevo, lo original, eso sí, es la absoluta psicopatía de un auténtico monstruo. En ocasiones se pasa de repetitiva y alarga demasiado una trama que no lo necesitaba pero a su favor hay que concederle una cierta preocupación para intentar dar algún que otro giro imprevisto o un golpe de intensidad totalmente sorprendente. De hecho hay una escena en la que la película da un volantazo, y aunque a la larga vuelva a hacerse repetitiva se agradecen estos destellos brutales.
Dirige Leigh Whannell tras Upgrade (2018) y Insidious: Capítulo 3 (2015), pero un auténtico todo terreno en el cine de terror de hoy en día, único guionista de todas sus películas y cabeza pensante de las sagas de Insidious y Saw entre otras. En esta cinta vuelca su pasión por el cine de ciencia ficción con toques de terror, incluso se suelta la melena en alguna escena de acción en plano secuencia totalmente gratuita pero que funciona. En cuanto al guion se podría haber ajustado un poco. Dos horas para esta película me parece excesivo a todas luces, una larga introducción, una reiteración en sus escenas que se podrían haber reducido o incluso, en algunos casos, suprimido totalmente del corte final de la cinta. Protagoniza la siempre confiable Elisabeth Moss (High-Rise, El cuento de la criada) como no podía ser de otra manera, personalmente la mejor actriz de su generación y el añadido principal para que esta película despertara mi curiosidad. Y no es si no una muestra más del valor que tiene como interprete, no solo carga toda la película a sus espaldas si no que lo hace con una naturalidad y “sencillez” que descoloca. Ella como siempre de 10.
Una película que gustará si se va con bajas expectativas, pues se encontrará con una historia densa, profunda y cruel. Pero vista en perspectiva es un catálogo de maltrato doméstico, lo cual es bastante adecuado para una película de terror. Si pasamos por alto su excesiva duración y lo repetitivo de su trama no es un mal producto.
Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW
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