Título original: The Furies
Año: 2019
Duración: 82 min.
País: Australia
Director: Tony D’Aquino
Guion: Tony D’Aquino
Música: Kristen Axelholm, Kenneth Lampl
Fotografía: Garry Richards
Reparto: Airlie Dodds, Linda Ngo, Ebony Vagulans, Taylor Ferguson, Kaitlyn Boye
Battle Royale meets The Belko Experiment.
Las propuestas de género que vienen de Australia suelen interesarme no solo porque ofrece paisajes diferentes a los que estamos acostumbrados, sino porque muchos de los enfoques suelen resultar frescos. Los primeros ejemplos que me vienen a la cabeza son las dos entregas de Wolf Creek que Greg McLean nos regaló o la joyita de The Loved Ones donde Sean Byrne ofrecía el típico boy meets girl en clave hiperviolenta. Veamos qué nos cuenta el australiano Tony D’ Aquino en su acercamiento al slasher.
Kayla es secuestrada junto a su amiga Maddi y cuando despierta, encerrada en una suerte de ataúd, se encuentra en un paraje inhóspito donde la única consigna es sobrevivir a hombres que, con los rostros tapados por siniestras máscaras, van tras ella. Pronto, Kayla descubrirá que no es sino una más entre un grupo de jóvenes chicas que participan en una caza sin cuartel.
Se nota que Tony D’Aquino quiere entretener desde el minuto uno y en ese sentido hay que alabarle, tanto en su labor de guionista como director, que todo el primer tercio de la cinta atrape al espectador con una persecución sin cuartel, violenta y, sobre todo, sin pies ni cabeza.
Pero una cosa es plantear un escenario atractivo y otra ser capaz de mantenerlo en pie; D’Aquino intenta crear personajes femeninos interesantes en una situación límite y ahí fracasa: la protagonista Kayla parece más empeñada en encontrar a su amiga Maddie – a quien odié desde el primer momento– que en sobrevivir; algunos de los actos de Rose resultan de lo más interesantes pero no termina de cuajar en la historia debido a su personalidad… Los cazadores no hablan, así que imposible intentar hacerles pasar por inteligentes. Todo esto envuelto en la música estruendosa de Kristen Axelholm y Kenneth Lampl que, esto ya cosa mía, me sonaba a algo hasta que caí en ello: el tema central es idéntico al que el grupo Toto compuso para Dune, la película de David Lynch.
Es cuando a la película se acerca a su final cuando uno sabe qué falla en The Furies: las reglas recuerdan demasiado a dos cintas que se han grabado al rojo vivo en los fans del género, Battle Royale y The Belko Experiment – y volvemos a Greg McLean –, entre otras, y la innovación respecto a estas solo aparece en el final que no es cuestión de destripar.
The Furies es entretenida, dinámica y cuenta con unos muy buenos efectos gore – es más, hay un asesinato completamente novedoso que me resulta imposible de olvidar – con unas interpretaciones femeninas donde destacaría a Airlie Dodds por ser la protagonista y a Linda Ngo como un personaje inédito en los slasher. Es directa, rápida, los escenarios australianos lucen espectaculares y, sinceramente, vas a pasarlo bien durante el visionado pero no deja poso al terminar.
Firma: Javier S. Donate.
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