Título original: The Head
Año: 2018
Duración: 72min.
Director: Jordan Downey
Guion: Jordan Downey & Kevin Stewart
Fotografía: Kevin Stewart
Música: Nick Soole
Reparto: Christopher Rygh, Cora Kaufman
Venganza en la época medieval.
Íntima y muy pequeña, así es ésta película de terror y misterio caracterizada con elementos del cine de aventuras en la época medieval, destaca además por una ambientación compuesta por una casa de madera rodeada por altos árboles en medio del bosque que envuelve al silencioso protagonista en busca de su venganza personal.
Un guerrero vive en soledad y con única compañía de su caballo a la espera de poder saciar la sed de venganza tras la pérdida de su única hija en manos de unos monstruos en plena época medieval. No se advierte una labor fácil de conseguir, pero la determinación del protagonista le llevará si hiciera falta hasta las últimas consecuencias para conseguirlo.
Dirigida por Jordan Downey y coescrita con Kevin Stewart con quién ya había coescrito sus dos anteriores películas y responsable además de la fotografía de todas ellas incluida ésta, títulos como la bizarra Thankskilling y Thankskilling III películas que tratan sobre un pavo mutante que asesina el día de acción de gracia, es además autor también del corto altamente recomendable Critters: Bounty Hunter, en que un caza recompensas debe terminar con un Critter. Nos presenta en esta ocasión The Head un film de autor, de época y géneros encontrados, de escasa duración pero suficiente metraje para la historia que nos viene a explicar, una narrativa que casi se trata de un cuento para adultos, con una introducción y un desenlace totalmente marcados donde el nudo no es realmente lo importante en ésta historia.
El film está protagonizado prácticamente en solitario por el actor Christopher Rygh, enfundado en una frondosa barba y desaliñado corte de pelo que bien representa a un bárbaro dejado de la mano de dios como se suele decir. El intérprete a pesar de ser el único protagonista de la cinta no cuenta con un texto demasiado desarrollado, son más bien contadas las intervenciones lingüísticas que tiene, no por ello, resulta menos interesante, todo aquello que hace ha de ser interpretado por el espectador y por ello participar en la historia. Hay que entrar en ella, es de escasa duración por lo que requiere de toda vuestra atención. Quizás si sois muy avispados descubriréis que está ocurriendo realmente y hacía donde va el desenlace.
Arriesgada apuesta dado su bajo presupuesto, el encarnar una historia que se basa en la época medieval, aunque no desmerece en ningún momento por ello, al contrario, todos los efectos especiales de la mano de Troy Smith, van en concordancia con el ambiente que se respira en la estupenda fotografía y apagados colores con el blanco de la nieve como contraste, de la película así como en el diseño de vestuario por parte de André Bravin, quién tiene que hacer uso de la imaginación para situar ciertos elementos poco frecuentes en esta época pero necesarios para la historia. En ocasiones menos es más y quizás si algo falta es de texto y no de performance.
Es maravilloso ver como en una época en que solo se premia la producción de remakes y spin-off nacen ideas originales que aportan al cine nuevas historias.
Firma: Gerard FM.
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