Crónica Festival de Sitges 2017 día 9
Viernes 13 de Octubre
Ante nosotros una gran jornada para regocijo de los valientes que llegan a ese día sanos y frescos como lechugas. Mucho nos tememos que son muy pocos.
Empezamos con la coproducción de Hungría y Alemania Jupiter's Moon de Kornél Mundruczó. En el guion cuenta con la ayuda de Kata Wéber. El tema que sirve de fondo es el drama de la inmigración siria hacia Europa. El paso por Hungría se acaba convirtiendo en un infierno para muchos de ellos. La brutalidad de la policía de ese país queda perfectamente reflejada en unas imágenes que impresionan por su crudeza. A pesar de ello, algún toque de humor suaviza el tema, para suerte del espectador. En el apartado interpretativo empezaremos con Merab Ninidze (Bridge of Spies y My Best Enemy), continuando con György Cserhalmi y finalizando con Zsombor Jéger. Un joven inmigrante es derribado mientras atraviesa ilegalmente la frontera. Aterrorizado y en estado de shock se da cuenta del nuevo poder adquirido de la levitación. El Dr. Stern lo saca de contrabando con la intención de aprovecharse de su extraordinario nuevo atributo. Ambos se convierten en fugitivos en busca de seguridad y dinero.
Seguidamente el producto japonés Survival Family (Sabaibaru famirî) de Shinobu Yaguchi que también se encarga del guion. En el haber del director japonés Robo-G y Wood Job!
Los cineastas japoneses han extraído una gran variedad de géneros de ficción para reflexionar sobre los terremotos, los tsunamis y las catástrofes nucleares que devastaron su país en 2011. Con la familia Survival, el director Shinobu Yaguchi ha tomado el camino de articular la ansiedad colectiva que todavía está instalada en su país de origen. Armado con el diseño de producción de Katsumi Nakazawa, Survival Family transforma lo que podría haber sido una agotadora narrativa apocalíptica en un drama familiar apetitoso con una moral débilmente velada y abundante humor de peces fuera del agua. En las interpretaciones Fumiyo Kohinata (Dark Water y Audition), Eri Fukatsu (Parasyte) y Yuki Izumisawa. Después de un súbito corte mundial de energía, una familia de Tokio está atrapada en el caos mientras millones de personas recorren el país en busca de electricidad.
De Estados Unidos nos llega la producción Psychopaths, estando a cargo de la dirección y el guion Mickey Keating, una estrella en ascenso en el mundo del cine de terror indie gracias a título como Carnage Park y Darling. En Psychopaths no presenta tanto una narración como una serie de horribles escenas de violencia y brutalidad, como un musical compuesto de números de canciones y bailes. El resultado es sorprendente gracias a la experiencia estilística del cineasta, el amor al medio ambiente y el ambiente fresco y retro de los años setenta que harán que los espectadores de cierta época sientan nostalgia de lo días de grindhouse de su juventud. En el reparto nos encontramos con Ashley Bell (El Último Exorcismo y Carnage Park), Jamie Ann Burke (C.S.I.) y Larry Fessenden (Southbound y Most Beautiful Island). Varios psicópatas causan estragos en el transcurso de una noche violenta.
Vamos avanzando poco a poco hasta darnos en las narices con Happy Death Day (Feliz Día de Tu Muerte), una producción norteamericana de Christopher Landon. En el guion Scott Lobdell. Hablando de Landon ha sido el guionista de tres de las secuelas y un spin-off de Paranormal Activity, estando a cargo de la dirección de Zombie Camp. Parece que los films tipo El Día de la Marmota de Harold Ramis se han puesto de moda, como ejemplo otra película proyectada en este Festival: A Day, película coreana de Cho Sun-ho. La primera de las mencionadas la podríamos considerar como una comedia, la segunda un drama. En la que comentamos el terror hace acto de presencia, dando una nueva vuelta de tuerca en ese, podríamos llamarlo, subgénero. En el reparto Jessica Rothe (La La Land), Israel Broussard y Ruby Modine. Una estudiante universitaria reconstruye el día de su asesinato reviviendo tanto los detalles cotidianos como su aterrador final hasta descubrir la identidad de su asesino.
Para finalizar el día nos hemos guardado un cartucho: Downrange de Ryûhei Kitamura, uno de los bombazos de la temporada, sin duda. En el guion está ayudado por Joey O'Bryan. Kitamura ya nos deleitó, allá en 2012, con No One Lives, un título muy entretenido y lleno de acción marca de la casa. Rodar ese tipo de películas hace que los directores encargados de filmarlas acaben algo encasillados. El director de origen japonés no es una excepción, pero hay que decir que sus cintas tienen algo que las hace diferentes. Sin abandonar la mala leche, tiene toques infantiles que nos hacen sonreír a pesar de lo que va apareciendo en pantalla. Esto último no quiere decir que abandone la truculencia, en cierta manera heredada del gran Sam Peckinpah, autor del que beben muchos de los directores actuales, pero ciertos elementos a la vez que inverosímiles resultan hasta simpáticos. La escuela japonesa, tan poco dada a conceder nada al público, parece que tampoco es uno de sus referentes, si no que se lo digan a Takeshi Kitano o a Takashi Miike. Llegamos a la conclusión, por lo tanto, de que Kitamura tiene un estilo propio que cuenta con infinidad de seguidores. La parte actoral está muy dividida, destacaré no obstante a Kelly Connaire, Stephanie Pearson, Rod Hernandez y Anthony Kirlew por estar más en tiempo en pantalla que el resto, así de simple. Un grupo de amigos que transitan por una carretera pérdida, tienen que detener el vehículo a causa del estallido de uno de los neumáticos. Lo que parecía un vulgar reventón, se convierte en la cacería de un enigmático francotirador, convirtiendo a los protagonistas en el más vulgar de sus objetivos.
Y el día llega a su fin con un gran sabor de boca. Dormiremos pensando en los angelitos.
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