M.F.A. review


Título original: M.F.A.

Año: 2017

Duración: 95 min.

País: Estados Unidos

Director: Natalie Leite

Guión: Leah McKendrick

Música: Sonya Belousova

Fotografía: Aaron Kovalchik

Reparto: Francesca Eastwood, Clifton Collins Jr., Michael Welch, Andrew Caldwell, Leah McKendrick, Peter Vack, Marlon Young, Bryant Wood, David Huynh


Cruda balada sobre el arte y la venganza.

Vamos a empezar dando algún dato, por ejemplo que quieren decir las iniciales que dan título a la película, M.F.A.: Master of Fine Arts o traducido al castellano Máster en Bellas Artes. La pintura cobra protagonismo escarbando en el viejo mito de que los genios no están muy bien de la azotea, sobre todo de ese tipo de arte. Lo hemos podido comprobar a lo largo de los tiempos, pensad un poco en la fama que tienen los grandes pintores que la historia nos ha regalado, y no voy a poner nombres para evitar discusiones inútiles. El factor común de todos ellos es su pertenencia al género masculino, este film va un poco más allá y nos presenta una bella joven, que tras su apariencia de chica modélica, esconde una personalidad bastante perturbada, aunque como contrapartida su genialidad amortigua esa última percepción.

El motivo que desencadena esa dualidad, es un acto tan deleznable como una violación. La mayoría de las víctimas de esa atrocidad sienten temor, culpa, odio, vergüenza y desconfianza, cosa, por otra parte, bastante comprensible. Nuestra protagonista, Noelle, añade a todo eso un sentimiento de venganza que no está escrito en ningún guión.


La directora de origen brasileño Natalie Leite evita en todo momento el discurso feminista, centrándose en lo que a nosotros verdaderamente nos importa, la parte cinematográfica, de la cual hace un buen ejercicio apoyada por un gran guión de Leah McKendrick que no se anda por las ramas a la hora de mostrarnos la más descarnada realidad.

Noelle es una estudiante de arte que tras una violación, mata accidentalmente al causante, sirviéndole ese accidente en la más pura inspiración, arrancando, por así decirlo, su carrera y admiración tanto de profesores como de compañeros. Tras ese acto, decide tomarse la justicia por su cuenta vengando a las chicas de la universidad cuyos atacantes campan a sus anchas.

Un gran film con toques moralizantes pero sin pasarse de la raya. Esa comedida exposición de los hechos la hace grande, puesto que evita lo que podría ser algo sensiblero centrándose en lo que realmente importa, un irrefrenable deseo de venganza. Está rodada de manera cruda, mostrándonos, para regocijo de los amantes de lo escabroso, escenas de alto voltaje sin escatimar unas buenas dosis de sangre. El flojo y algo estereotipado final le resta algunos puntos.

Un aspecto a destacar es la excelente música de Sonya Belousova que da fuerza a todo el film.


En el apartado interpretativo destacar la gran actuación de Francesca Eastwood, hija del gran Clint Eastwood, del cual parece que aprendió a enamorar a la cámara. Su gran magnetismo le sirve para llevar todo el peso del film. La acompaña Leah McKendrick, así mismo guionista del film y que se estrena, en esta última faceta, en el mundo del largometraje. En la parte masculina Peter Vack como Luke, Marlon Young como profesor Rudd y David Huynh como Shane.

Toca acabar. Es una buena película que intenta evitar el melodrama. En su parte final no lo acaba de lograr.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan