Título original: Castidermia
Año: 2012
Duración: 14 min.
País: España
Director: Marc Carreté, Xavi Garriga
Guión: Marc Carreté, Xavi Garriga
Música: Jordi Dalmau
Fotografía: Xavi Garriga
Reparto: Ramon Canals, Clàudia Pons, Andrea Cuéllar, Albert Salazar, Pol Hermoso
Disecado y terrorífico cuento.
Nos encontramos con multitud de casos en los que el hijo sigue el camino del padre, profesionalmente hablando, claro. Lo que sale de esa continuidad es un poco irregular, aunque me atrevería a decir que los vástagos casi nunca superan a sus progenitores. Siempre hay excepciones por supuesto, más aún si derivamos la profesión a unos extremos que seguro que el padre nunca hubiera soñado. Si el oficio en cuestión está tan cerca de la vida y de la muerte como es la taxidermia, nos puede llevar a pensar en algo salvaje y terrorífico. Habéis acertado, así es.
Otra cosa para comentar es el tema de la crueldad. Burlarse del más débil obteniendo placer del sufrimiento ajeno es algo abyecto y que tarde o temprano se acaba pagando, quizás con la misma moneda, o quizás con algo peor.
Casto es hijo de taxidermista. Es un lobo solitario que se dedica, en su antro oscuro y sucio, a lo único que saber hacer, la taxidermia. En los alrededores de su “hogar” se suelen reunir unos adolescentes que se mofan continuamente de él. Un incidente hará que toda la vorágine de sangre y terror se dispare.
Interesante corto escrito y dirigido por el dueto formado por Marc Carreté y Xavi Garriga, en el cual dan rienda suelta a sus fantasías más salvajes. Es una historia a la vieja usanza, podríamos decir que desarrollada de manera clásica, con unas localizaciones fantásticas y muy vistosas y que se convierten, en mi opinión en una parte muy importante de la narración. La tensión va in crescendo de manera casi imperceptible, para acabar de forma brutal, frenética y apoteósica. Estamos por lo tanto ante una obra con un ritmo un poco irregular, pero que hará las delicias del espectador más exigente, tanto a los que gocen con el gore, como a los que no lo hagan tanto. Atentos a la interpretación de Ramón Canals, es espectacular y muy creíble, un auténtico clochard de los muchos que nos podemos encontrar en cualquier rincón de nuestras ciudades. Las actuaciones de los adolescentes también están muy conseguidas, acertando en todos los aspectos. Mencionar también para acabar este análisis un poco más técnico, los interesantes encuadres y movimientos de la cámara, junto a una fotografía de Xavi Garriga muy destacable.
Lo dicho, un más que entretenido cortometraje rodado de manera muy profesional y, si me lo permitís, añadiendo pasión, lo que hace que el producto final crezca y acabe siendo un film redondo y visualmente muy agradable.
Firma: Josep M. Luzán.
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