Territories review


Título original: Territories

Año: 2010

Duración: 95 min.

País: Canadá

Director: Olivier Abbou

Guión: Olivier Abbou, Thibault Lang Willar

Música: Clément Tery

Fotografía: Karim Hussain

Reparto: Roc LaFortune, Sean Devine, Nicole Leroux, Cristina Rosato, Michael Mando, Alex Weiner, Stephen Shellen, Tim Rozon, Caroline Redekopp


Despiadada y explicita. El territorio prohibido requiere mártires.

Los inmensos bosques casi vírgenes de la zona limítrofe entre EE.UU. y Canadá, son un escenario siempre magnífico para recrear efectos de aislamiento y soledad. No es extraño pensar que en un lugar tan apartado, es posible que suceda cualquier cosa sin que nadie repare en ello. El debut como director de Olivier Abbou, se salda con un survival horror de corte despiadado, al más puro estilo de Frontiers o Alta Tensión. Además, siempre es una garantía de éxito tener detrás a los productores de un genial engendro de zombies como es, La Horde.

El argumento expone temas tan controvertidos como la tortura por creencias religiosas, el racismo radical o el patriotismo americano más enfermizo, todas ellas, cuestiones de gran relevancia en la sociedad actual. Escrito con determinación por Thibault Long-Willar y el mismo Olivier Abbou, el guión no desfallece en ningún momento y consigue mantener la atención del espectador a lo largo de todo el metraje. En cuanto al elenco, todos ellos interpretan sus personajes con total convencimiento y el hecho de ser actores poco conocidos, incrementa el realismo de la propuesta.

En el apartado técnico, la fotografía realizada por Karim Hussain, ofrece toda la crudeza necesaria para recrear una situación como la presentada. Debido a la mano del director, los incisivos movimientos de cámara y la mezcla de todo tipo de encuadres, logran transmitir grandes dosis de ansiedad. También cuenta con una ambientación bien trabajada, a la hora de dar un marcado aire fronterizo a la producción.

Madrugada en la frontera, un grupo de jóvenes regresa de celebrar una boda en Canadá. De repente, una pareja de policías les da el alto en un control de carreteras. No tardarán en descubrir que las técnicas de los supuestos agentes, distan mucho de la legalidad. Sus vidas están a punto de convertirse en una brutal pesadilla, de la que escapar será casi imposible.

Entretenida película donde queda patente una feroz crítica a la política estadounidense respecto a centros de internamiento como el de Guantánamo. Al remarcar el distanciamiento, cada vez más evidente, entre oriente y occidente busca la reflexión sobre la idoneidad de estas metodologías. Sin duda, el film ideal para pasar un mal rato de crueldad y horror.

Firma: Sergio Bosch.