Título original: Kodoku: Mîtobôru mashin
Año: 2017
Duración: 108 min.
País: Japón
Director: Yoshihiro Nishimura
Guión: Yoshihiro Nishimura, Sakichi Satô
Música: Takashi Nakagawa
Fotografía: Keizô Suzuki
Reparto: Yoji Tanaka, Takumi Saito, Eihi Shiina, Tomori Abe, Kensuke, Ashihara
¡Locura máxima! Sangre y diversión aseguradas.
A día de hoy estamos acostumbrados a las locuras que nos traen los splatters japoneses. Eso creía yo. Con la secuela de Meatball Machine, el director Yoshihiro Nishimura consigue dar un paso más allá en la absurdidad y el gore. El resultado, Meatball Machine Kodoku o cómo hacer que la cabeza del público explosione si intenta encontrar la coherencia en esta locura.
Este subgénero del terror hay que cogerlo con pinzas, pues si eres neófito en el splatter puede que salgas corriendo al ver las locuras que ofrece este tipo de films, pero si sabes lo que vas a consumir, ya te digo que estás ante un Nishimura en estado de gracia, no me lo pasaba tan bien desde Vampire Girl vs Frankenstein Girl.
Yuji es un cobrador de deudas que últimamente la suerte no le acompaña. A un paso de quedar desahuciado, todas las puertas que llama reclamando el dinero le reciben con excusas o directamente se ríen de él. Un encuentro fortuito con una chica misteriosa cambiará su destino y el de toda la humanidad.
Han pasado 12 años desde Meatball Machine de Yudai Yamaguchi, y es ahora el maestro del gore Yoshihiro Nishimura quien recoge el testigo. Ciertamente creo que en sus últimos títulos había perdido ese toque mágico que poseían sus primeras producciones, pero sin duda con esta secuela de Meatball el genio nipón se saca de la manga todos sus trucos. Podría intentar hablar del guión, pero yo creo que sería perder el tiempo intentar explicar la locura que el director intenta contarnos, pues es mejor sentarse cómodamente en la butaca y disfrutar de esos monstruos imposibles, de ese gore que sería capaz de llenar una piscina olímpica, y de esos giros de guión tan tan locos que este tipo de producciones conllevan.
En cuanto a la elección de actores me gustaría remarcar el nombre de Yoji Tanaka, el eterno secundario. Con unas de las carreras cinematográficas más extensas que existen, y puede presumir de aparecer en grandísimos títulos y haber trabajado con los más grandes directores. En esta ocasión él es el protagonista indiscutible y sabe aprovechar su momento, todo un antihéroe capaz de todo por conseguir sus objetivos.
Como curiosidad destacar el cameo de Eihi Shiina, una de las musas del splatter que su sola aparición es motivo de celebración.
Para ir acabando solo quería decir que recomiendo ver esta película en compañía, pues creo que el poderla comentar o verla en un ambiente distendido ayuda al género splatter, aun así, los familiarizados con este tipo de cine estoy seguro que la disfrutaréis, quien no haya disfrutado de este tipo de films es una buena cinta para iniciarse, ya que tiene la suficiente calidad para posicionarse como una de las grandes dentro de este género.
Firma: Omar Parra.
@Omar_FTW
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