Mona es una culturista que está obsesionada con tener el mejor cuerpo posible. La fijación por ese cuerpo perfecto es tan grande que llega a cotas metafísicas gracias al apoyo de Kurt, su refinado entrenador especial.
Título original: Body Odyssey
Año: 2023
Duración: 103 min.
País: Italia
Director: Grazia Tricarico
Guion: Marco Morana, Giulio Rizzo, Grazia Tricarico
Música: Lorenzo Tomio
Fotografía: Corrado Serri
Reparto: Jacqueline Fuchs, Julian Sands, Adam Misik, Nicolo Pasetti
Reinterpretación del mito de Frankenstein.
El visionado de algunas películas me provoca cierto respeto o incluso miedo. No estoy hablando de un terror clásico con jump scares (que también pueden dejar maltrecho mi corazón). Se trata más de una intuición: siento que las imágenes o conceptos que me van a presentar pueden herir mi sensibilidad. Son películas que me dejan débil y suelen tratar aspectos muy reales. Es el caso de Body Odyssey, desasosegante debut en el largometraje de la italiana Grazia Tricarico. Ambientada en el mundo del culturismo es la penúltima película en la que trabajara el magnífico Julian Sands, fallecido en 2023.
Mona es una culturista que está obsesionada con tener el mejor cuerpo posible. La fijación por ese cuerpo perfecto es tan grande que llega a cotas metafísicas gracias al apoyo de Kurt, su refinado entrenador especial.
El mundo del culturismo femenino ya ha sido abordado este 2024 en la recomendable Sangre en los labios. Y la búsqueda de un cuerpo perfecto es un tema recurrente en la historia del cine que también aparece en la magnífica La Sustancia (Review), película que también pensaba que me afectaría a un nivel físico y sin embargo me parece un auténtico divertimento. Pero Body Odyssey juega en otra liga, es difícil de clasificar. Podría describirla como un satírico body horror o un thriller dramático con elementos fantásticos. La puesta en escena es soberbia y el diseño de producción está muy trabajado. Todos los interiores y localizaciones son realmente bellos a pesar de que sean muy desasosegantes y opresivos. Su fotografía expresionista dota al filme de un aura hipnótica integrando a la perfección todos los elementos y creando una sensación de pesadilla desde el principio hasta el final. Pero como indicaba, a pesar de toda esta elegancia estética, la película cuenta con componentes que pueden remover estómagos: inyecciones, problemas físicos derivados del abuso de anabolizantes, sexo grotesco y masturbaciones agresivas. También retrata una platónica relación amorosa cargada de comedia, pero que en ningún caso hacen de la película un producto digerible para el público mainstream. Julian Sands y la culturista Jacqueline Fuchs son quienes llevan el peso durante todo el metraje, y aunque se note que la culturista ni es actriz profesional ni hable inglés con soltura, no es algo que me moleste ya que lo que importa en la película es su aportación física.
Body Odyssey es una película muy artística que podrá fascinar a algunas personas y horrorizar a otras. Una reinterpretación del mito de Frankenstein, una historia que pone en cuestión la naturaleza humana, los límites de la ciencia y la responsabilidad de sus actuaciones.
Firma: Txintxu Prida.
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