Smile 2 review
Título original: Smile 2
Año: 2024
Duración: 127 min.
País: Estados Unidos
Director: Parker Finn
Guion: Parker Finn
Música: Cristobal Tapia de Veer
Fotografía: Charlie Sarroff
Reparto: Naomi Scott, Rosemarie DeWitt, Lukas Gage, Miles Gutierrez-Riley, Peter Jacobson, Ray Nicholson, Dylan Gelula y Raúl Castillo
Vuelve la sonrisa del mal.
Cuando en 2020 los responsables de Paramount vieron el corto Laura Hasn't Slept en South by Southwest tuvieron buen ojo para determinar que podría ser un inicio de proyecto de película. Con este punto de partida pero centrándose como idea principal en la sonrisa irónicamente maléfica, cosa que en el corto no era el elemento principal, su creador Parker Finn con ayuda de una ingeniosa y mediática campaña de publicidad que todos seguramente a estas alturas ya conoceréis, supo sacar oro reventando la taquilla de una idea que básicamente se sumaba al carro de las maldiciones encadenadas o de persecución, como pudiera ser, la más cercana en el tiempo, It Follows de David Robert Mitchell. Tras visionar en 2022 la primera no tuve ni un ápice de duda en que tendríamos más “Smiles” y me da la impresión que esto no ha hecho más que empezar, huele a franquicia y hoy os vengo a hablar de esta segunda parte.
Una estrella del pop que reaparece tras tener problemas con las drogas prepara su gira mundial, más allá de las sombras del pasado empezará a tener sucesos inexplicables y sueños desagradables que pondrán en tela de juicio su cordura.
Pudiéndote saltar la primera pues no es vital haberla visto para entrar en la secuela yo no te lo recomiendo, porque considero que si te gusta una te va a gustar la otra en líneas generales y es la original la que presenta y sienta las bases para esta saga, compuesta de sonrisas escalofriantes, demencia, traumas y jumpscares o bocinazos. Sigue siendo una película “palomitera” hecha con el único objetivo de entretener y llegar al máximo público posible, lo cual no tiene por qué ser malo, además de petar la taquilla asustando de manera principal a base de terror directo con la marca de la casa que son esas forzadas sonrisas que ponen los pelos de punta, siendo en esta segunda parte el acting más coreografiado que quizás la primera en la que todavía podíamos ver alguna pincelada fina de terror clásico y thriller de suspense.
El arranque y presentación de la maldición, o sistema de contagio, hasta que podemos leer en pantalla Smile 2 es brutal, si llegas tarde al cine lo vas a lamentar, tras esta introducción empieza la película de la mano de la protagonista principal Naomi Scott ante la que hay que quitarse el sombrero y aplaudir pues su interpretación es bárbara, al igual que ya hizo en la primera parte la actriz Sosie Bacon. Compartiendo en común ambos roles la dificultad añadida de no poderse esconder en ningún momento ante la multitud de planos cortos y registros infinitos con los que tienen que lidiar las protagonistas, además de no contar con un coprotagonista real con el que desviar la atención. Encontramos secundarios interesantes como Rosemarie DeWitt (Poltergeist de 2015) en el papel de la interesada madre de la protagonista, pero la participación de estos secundarios aunque continúa durante lo largo de la película es más bien escasa en tiempo.
Parker Finn además de repetir como guionista y director confía en las mismas figuras de relevancia para posiciones importantes como la de la fotografía Charlie Sarroff que como ya demostró tiene habilidades de sobra para crear los ambientes requeridos sea de día o de noche para causar pavor o la banda sonora del compositor Cristobal Tapia de Veer.
En sí analizándolo un poco más a fondo, ambas entregas de Smile funcionan porque el cast en el combo compuesto de protagonista más secundario maldecido, entiéndase el que tiene que interpretar la famosa sonrisa, funcionan realmente bien, de otra manera estaríamos hablando de una película ridícula. El remate final de la cinta puede saturar por la alargada duración de la obra, pero lo cierto es que juega sus cartas de manera fiel a su estilo con la demencia como protagonista para dotar de un gran final a la historia que quizás pone en un compromiso a esa hipotética tercera parte.
Como elementos menos agraciados encontramos los giros de cámara al estilo Ari Aster y filigranas innecesarias sin entender el porqué, en una dirección que en general es bastante acertada, tampoco creo muy correcta la larga duración especialmente cuando encontramos momentos en que se quiere explicar de la protagonista más de lo que realmente nos interesa, la obra no tiene la suficiente profundidad para ello, hemos venido a ser asustados y eso es lo que queremos.
Como he dicho al inicio no tengo duda de que a pesar de ese increíble final habrá una tercera parte, y sino al tiempo, aunque ciertamente se sitúa a Parker Finn preparando junto a Robert Pattinson el remake de Possession de Andrzej Żuławski, de la cual podéis leer la review en la web, una pena pues resulta cansado ver una y otra vez como la industria, especialmente la americana, vuelve atrás en el tiempo para realizar remakes de obras que no lo necesitan ni por asomo, como es este el caso, sería más interesante para el cine y los seguidores del terror que el guionista y director se concentrará en completar la trilogía de la sonrisa que tan bien está funcionando.
Firma: Gerard FM.
@tmagerard
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