Yara es una chica de origen marroquí que se traslada a París para estudiar en la prestigiosa universidad de la Sorbonne. Casualmente se encuentra con una pandemia que no hace más que incrementar su agorafobia (miedo o ansiedad a estar en lugares donde es difícil escapar). Sucede un acontecimiento que la hace revivir sus peores miedos provocados por terribles sucesos familiares.
Título original: La Damnée
Año: 2024
Duración: 80 min.
País: Francia
Director: Abel Danan
Guion: Abel Danan, Emma Lacoste
Música: Benjamin Grossmann
Fotografía: Olivier Guerbois
Reparto Lina El Arabi, Ouidad Elma, Sairi Salma
Nada más terrorífico que uno mismo.
Hemos visto infinidad de films que tocaban, aunque fuera de refilón, el tema de la pandemia. No sabemos el motivo por el que ninguna de ellas le pusiera los nombres y apellidos de la que sufrimos. La Damnée tampoco es muy clara en este sentido, pero se acerca bastante a aquellos días que, aunque parezcan muy lejanos, todavía permanecen en nuestra memoria.
Como es natural mezcla toda esa temática con algo bastante íntimo que, para nuestro regocijo, se acerca muy mucho al terror, con la brujería de por medio. Es una cinta muy personal en la que su única protagonista, una excelente Lina El Arabi, de la cual hablaremos más adelante, se debate entre superar sus miedos más personales con los propios de la turbia época que le toca vivir. Sus ancestros marroquís sirven para que, aunque sea brevemente, salgamos de la localización claustrofóbica en la que se tiene que mover.
Yara es una chica de origen marroquí que se traslada a París para estudiar en la prestigiosa universidad de la Sorbonne. Casualmente se encuentra con una pandemia que no hace más que incrementar su agorafobia (miedo o ansiedad a estar en lugares donde es difícil escapar). Sucede un acontecimiento que la hace revivir sus peores miedos provocados por terribles sucesos familiares.
Abel Danan hace su debut en el largometraje con La Damnée (los malditos). Ya sabemos que suceden con estas cosas: la imaginación se encarga de llegar a lugares a los cuales en los debuts no puedes llegar, como puede ser la suficiente confianza para otorgar un presupuesto digno para su producción. Y de imaginación y de explotar al máximo los recursos que se tengan, van sobrados. De hecho, estamos ante una sola actriz, una sola localización y un tema que, queramos o no, tiene el peligro de ser muy repetitivo. La dirección y el guion salvan estos obstáculos ofreciéndonos un producto muy digno y que, sin duda apoyado por su duración, nos ofrecen una película muy entretenida con una consistente moraleja que nos hace pensar.
En el apartado técnico algunas soluciones para que todo resulte más llevadero. Tiene escenas muy bien resueltas que no hacen más que enfatizar el camino hacia la locura de la protagonista. Olivier Guerbois, el encargado de la fotografía, tiene parte de culpa de que todo encaje ya que las comentadas escenas se asemejan algo a un baile, con la dificultad de que todo ocurre en un espacio muy reducido.
Ya hemos nombrado a Lina El Arabi en el papel de Yara, que se come la pantalla. Su magnetismo hace que centremos toda la atención en ella. El lenguaje corporal que emplea sirve para que nos lo creamos todo. Impecable.
La Damnée es una película muy resultona. Acierta en el planteamiento y, sobre todo, en su impecable ejecución. Está claro que hay que ponerlo todo en su contexto, pero si nos abstraemos de ello, disfrutaremos de una obra peculiar no exenta de mensaje.
Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan
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