Título original: Nattevagten - dæmoner går i arv
Año: 2023
Duración: 118 min.
País: Dinamarca
Director: Ole Bornedal
Guion: Ole Bornedal
Música: Ceiri Torjussen
Fotografía: Lasse Frank Johannessen
Reparto: Fanny Leander Bornedal, Nikolaj Coster-Waldau, Alex Hogh Andersen, Kim Bodnia, Vibeke Hastrup, Ulf Pilgaard, Nina Terese Rask, Sonja Richter, Paprika Steen
Ole Bornedal torpedea su Vigilante Nocturno original.
Aun sin despreciar sus valores como guionista y/o director, a Ole Bornedal le tocó la lotería cuando rodó El Vigilante Nocturno en 1994, no solo porque la película fue un éxito a nivel mundial, sino porque también le dio a conocer en todo el mundo y hasta rodó un remake años después con Ewan McGregor. Treinta años después, regresa al mismo universo con parte del elenco original y añadiendo una nueva generación de vigilantes nocturnos.
¿Y cómo le ha sentado a estos vigilantes el paso de los años?
La joven Emma es una estudiante de medicina que lleva años perseguida por el extraño suicidio de su madre, Kalinka. Tras descubrir accidentalmente que treinta años atrás sus padres estuvieron a punto de perder la vida a manos del sádico asesino en serie llamado Wölmer, Emma decide enfrentarse a sus fantasmas, y los de su padre Martin, pidiendo el mismo trabajo que este llevó a cabo durante los asesinatos: vigilante nocturno en una facultad de medicina.
Ay, Emma, has mordido más de lo que debías ya que, por tu culpa, las sombras del pasado han regresado para terminar el trabajo.
Qué razones ha tenido Ole Bornedal para escribir y dirigir este El Vigilante Nocturno: Demonios Heredados… Tal vez sentía la necesidad de desarrollar la historia de sus personajes? Un interés puramente alimenticio? Apoyar la carrera como actriz de su hija Fanny Leander Bornedal? Da igual la razón, todas se muestran erróneas ya que El Vigilante Nocturno: Demonios Heredados es una peli que bordea el desastre, a veces cayendo en él, ya que una y otra vez remite a la historia original y los añadidos resultan poco inspirados o, directamente, ridículos.
El guion da tumbos a lo largo de los 120 minutos de metraje, sin decidirse acerca de si la historia va de enfrentar los fantasmas del pasado o superar el miedo al pasado, intentando equilibrar los protagonistas de la película original con los de la nueva. ¿Resultado? Una película repleta de giros caprichosos de guion, personajes buscadamente siniestros, secuencias absurdas (atención al momento en el campo de futbol o el desfile infantil en el hospital) y sensación de desinterés como que a veces haya información repetida con diez minutos de diferencia.
Sería injusto negar a Bornedal su pulso a la hora de narrar el terror y la amenaza, pero cualquier punto a favor se pierde en la negatividad gracias al casting de “jóvenes promesas” encabezado por Fanny Leander Bornedal con nula capacidad interpretativa y secundada por una irritante Nina Terese Rask como la rebelde María; más empaque tienen los supervivientes de la entrega del 94, Nikolaj Coster-Waldau y Kim Bodnia.
El Vigilante Nocturno: Demonios Heredados es una película innecesaria no solo como continuación o reboot, sino también como simple entretenimiento.
Firma: Javier S. Donate.
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