Fantasia - The Tenants review

En una gran ciudad de Corea del Sur un inquilino, Shin Dong, que vive en un impersonal edificio, recibe una orden de desahucio. Intenta esquivar esto, con la legislación vigente, alquilando su baño a una pareja algo especial. Pronto se dará cuenta de que el alivio económico no va parejo con la tranquilidad.

Título original: Seibja

Año: 2023

Duración: 90 min.

País: Corea del Sur

Director: Eun-Kyung Yoon

Guion: Eun-Kyung Yoon

Reparto: Kim Dae-gun, Heo Dong-won, Park So-hyun


Minimalista e inquietante atmósfera.

Surrealista y kafkiana son dos términos que, tratándose de una cinta, ya nos ponen sobre aviso. Los más avezados ya estaréis pensando en una producción alejada del más puro terror. Habéis acertado. Esto no quiere decir que tengamos que desdeñarla. En la vida real hay cosas muy terribles como, por ejemplo, la ardua tarea de buscar vivienda y, por si fuera poco, poder pagarla. The Tenants hace una versión apocalíptica de esto último lo que hace que, de entrada, esbocemos una sonrisa. Y digo de entrada ya que conforme va avanzando no quisiéramos ponernos en la piel de los protagonistas, tanto si viven en Seúl, Barcelona, Nueva York o Buenos Aires.


Adereza todo esto el que esté filmada en blanco y negro. ¿El motivo?, pues no lo sabemos exactamente, pero podemos intuir que es para enfatizar el entorno en el que tienen que vivir los personajes. Una ciudad llena de polución, con jornadas de trabajo larguísimas que impiden una relación “normal” entre los semejantes. Lo dicho, un entorno ideal para desarrollar una historia kafkiana.

En una gran ciudad de Corea del Sur un inquilino, Shin Dong, que vive en un impersonal edificio, recibe una orden de desahucio. Intenta esquivar esto, con la legislación vigente, alquilando su baño a una pareja algo especial. Pronto se dará cuenta de que el alivio económico no va parejo con la tranquilidad.

The Tenants es un film bastante especial. La directora coreana Eun-Kyung Yoon hace su debut con una obra que se sumerge dentro de la comedia, suponemos que para poder digerir toda la problemática que he comentado antes. Parece que el ser humano no avanza demasiado a través de tiempo. Nos apelotonamos en las grandes urbes siguiendo a gurús de todo tipo que intentan que sigas su juego con frases de autoayuda muy dudosas. Hay que tener en cuenta que está ambientada en un futuro no muy lejano en una ciudad, Seúl, con la peor contaminación ambiental y los precios de las viviendas más altos. Esto unido a la vida poco gratificante de sus habitantes hacen un explosivo coctel.

Pero vamos a dejar atrás la divagación. El guion, del cual también es autora Eun-Kyung Yoon, nos va mostrando cosas a cuentagotas, pero tiene un desarrollo muy entretenido añadiendo, demasiado suavemente, algún que otro susto. Justificado o no, lo dejo a vuestro criterio, en mi opinión no molestan y sirven como un break para que sigas atento a las surrealistas imágenes que van apareciendo, con unos personajes surgidos de, quizás, todo el aluvión audiovisual que nos machaca el cerebro.


Puede ser, también, que el rodaje monocromático intente darnos mensajes subliminales. David Lynch del que seguramente Eun-Kyung Yoon se ha visto influenciada, ya hizo trabajos de este tipo (Erasehead, The Elefant Man). La visión que tenemos de películas en blanco y negro altera la parte más psicológica de su visionado cosa que apoya las cintas del surrealismo más convincente.

Si estáis buscando piso mejor que no la veáis y, si lo hacéis, buscaros algo más campestre para contrarrestar la impresión que os ocasionará. Si os mola lo raro o lo poco común, también os la recomiendo, eso sí, estad preparados para alguna que otra sorpresa.

Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan

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