Ona es una ejecutiva de una gran empresa tecnológica. Prueba en sus propias carnes una nueva herramienta de entretenimiento presta para ser lanzada al mercado. Se trata de un dispositivo que permite escuchar música directamente dentro del cerebro.
Título original: Sincopat
Año: 2023
Duración: 13 min.
País: España
Director: Pol Diggler
Guion: Pol Diggler, Ramon Lázaro
Música: Ari Ann Wire
Fotografía: Kimio Ogawa
Reparto: Núria Florensa, Edgar Moreno, Roser Bundó, Jordi Rocaspana, Raül Tortosa, Arnau Aibar
Incómodo y aterrador cortometraje.
Aunar en una producción cinematográfica, aunque sea en formato corto, una serie de elementos como pueden ser un tema tecnológico más o menos cercano, un ritmo trepidante y un logro como es que en tan solo trece minutos se nos explique algo sugerente y que te deja con un gran sabor de boca, es algo que tenemos que resaltar.
Como hemos comentado en algunas ocasiones, los cortometrajes parecen la antesala del paso al largometraje. Entre los casos en que esto ha sucedido con éxito tenemos el de Cerdita (Carlota Pereda, 2018). En Sincopat este paso al formato largo se nos antoja algo difícil, aunque doctores tiene la Iglesia y en el cine ya sabemos lo que puede ocurrir. Esto no quiere decir algo negativo, al contrario, su rotundidad se basta y se sobra para dejarnos totalmente satisfechos.
Al principio hemos indicado que la trama gira en torno a la tecnología, aquella parte del conocimiento que deja de ser ficción gracias a la ciencia, esto último como burda definición de la ciencia ficción de la cual este film es heredera.
Ona es una ejecutiva de una gran empresa tecnológica. Prueba en sus propias carnes una nueva herramienta de entretenimiento presta para ser lanzada al mercado. Se trata de un dispositivo que permite escuchar música directamente dentro del cerebro.
Sin ser ningún gurú, estaréis conmigo que esta supuesta novedad parece que no esté tan lejana en el tiempo. Para comprobarlo solo tenemos que esperar. Pero claro no todo es de color de rosa y todo tiene su parte oscura.
El guion, al principio de forma simpática, nos introduce en la parte más tenebrosa, llevándonos a un callejón sin salida del que su director Pol Diggler sale airoso cuando todo parece perdido. En cierta manera es como una crítica a esa tecnología, podríamos decir que salvaje, que se quiere llevar todo por delante. A fin de cuentas, y hasta que se demuestre lo contrario, somo seres humanos y el nivel de asimilación tiene su límite.
Tenemos que destacar la excelente y pegadiza banda sonora a cargo de Ari Ann Wire, parte muy importante del film rayando el del papel protagonista.
Hablando de protagonistas destacar la interpretación de la televisiva Núria Florensa en el papel de Ona, una mujer que sufre en sus carnes y en sus oídos la inflexibilidad de la tecnología más puntera. Le siguen Roser Bundó y Jordi Rocaspana como ejecutivos de alto nivel que solo buscan el enriquecimiento.
Un corto que os dará que pensar. Si sois recalcitrantes seguidores de los últimos avances puede que los veáis a partir de ahora con otros ojos. A los que no lo seáis tanto seguramente veréis reafirmadas vuestras sospechas de que no es oro todo lo que reluce. En ambos casos os aconsejaría su visionado y, para todos los públicos también, decir que es totalmente recomendable para pasar un rato divertido con alguna que otra carcajada.
Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan
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