El misterioso Swam fue un niño prodigio que muchos años después maneja la industria musical. Recluido en su discoteca/palacio, Swan marca el ritmo de lo que fracasará o será un éxito y ante este rey Midas llega el apocado Winslow con un tema musical que producirá muchos réditos en las manos adecuadas.
Título original: Phantom of the Paradise
Año: 1974
Duración: 91 min.
País: Estados Unidos
Director: Brian De Palma
Guion: Brian De Palma (basado en la novela de Gaston Leroux)
Música: Paul Williams
Fotografía: Larry Pizer
Reparto: Paul Williams, Jessica Harper, William Finley, Gerrit Graham, George Memmoly, Archie Hahn, Jeffrey Comanor, Peter Elbling
Un musical demoniaco repleto de muerte y temazos.
Los años 70 estaban en plena explosión, la sociedad experimentaba cambios, los movimientos sociales cogían fuerza y Brian de Palma se lio la manta a la cabeza y se sacó de la manga un musical psicodélico en el que mezclaba los mitos de Fausto – quien vendió su alma al diablo a cambio de placeres y triunfo – junto al sangriento fantasma de la ópera creado por Gaston Leroux. La mezcla era carne de LSD y se movía peligrosamente en el hilo entre lo ridículo y lo hortera…
El misterioso Swam fue un niño prodigio que muchos años después maneja la industria musical. Recluido en su discoteca/palacio, Swan marca el ritmo de lo que fracasará o será un éxito y ante este rey Midas llega el apocado Winslow con un tema musical que producirá muchos réditos en las manos adecuadas.
Pero cuando Winslow descubra el verdadero rostro de Swan, junto con el oscuro y tenebroso secreto de su pasado, empezará una pelea a muerte por los derechos de la canción y la vida de Phoenix, una ambiciosa cantante de la que Winslow está enamorado.
Entre notas y compases se amontonan los cadáveres y el dinero.
El Fantasma del Paraíso es una rara avis dentro de la carrera de De Palma ya que jamás volvió a acercarse a los musicales y, sin embargo, hay elementos de musical en algunas de sus películas posteriores como Carrie, al coreografiar las secuencias en función de la música; como ejemplo la mítica secuencia del cubo de sangre, puntuada con la música de Pino Donaggio. Para esta producción, De Palma consigue aunar – con la ayuda no acreditada de la guionista Louisa Rose - dos relatos con temas dispares que, sin embargo, funcionan como una sola historia al mezclar elementos como leyendas, mitos, ambición, algo de terror, asesinatos repletos de crueldad y humor negro, dardos a las industrias del entretenimiento y, como no, el amor/desamor/deseo. Aunque la historia se desarrolla en el interior del “Imperio de Swan”, el lugar de moda más “chic”, durante todo el metraje flota aire a decadente y viejo, a polvoriento y podrido.
Aunque Jessica Harper y William Finley son la pareja central, realmente todo gira alrededor del actor/compositor Paul Williams en su doble faceta ya que interpreta al gran productor Swam al tiempo que fue el compositor de las canciones. Como si fuera el leit motiv de una banda sonora, la historia gira alrededor de la canción compuesta por el fantasma/Winslow y sus diversas versiones. La cámara del director resulta brillante desde el principio marcado por la canción Goodbye Eddie y aunque tiene muchos tics de los setenta como filtros y grandes angulares, se siente moderno en todo momento y se apoya tanto en los tonos ácidos del director de fotografía Larry Pizer como en el ritmo que le impone el montador Paul Hirsch o el gran outfit de Swam y el fantasma creado por Rosanna Norton, tan hortera como glamuroso.
El fantasma del paraíso es un musical de terror que funciona en sus múltiples niveles: lo musical, el terror, la crítica al stablishment de la industria discografía, la historia de desamor… y cada revisión siempre aporta nuevos descubrimientos. ¿Os atrevéis a entrar en los dominios de Swam?
Firma: Javier S. Donate.
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