Aún no ha amanecido cuando Bill, recién divorciado, es despertado por el claxon de un coche que suena en medio de este vecindario generalmente tranquilo. Incapaz de encontrar el origen del claxon, decide aventurarse a la oscuridad del exterior, solo para darse de cara con algo mucho más perturbador.
Cuéntanos el origen de tu cortometraje.
Llevo tiempo fascinado con algo llamado “Síndrome de la cabeza explosiva”, que consiste en el suceso de verse despertado bruscamente por un ruido… un ruido que no sabes si pertenece al sueño o a la vida real, como el ruido de un teléfono, una llamada a la puerta, o el claxon de un coche, Esta idea, combinada con el tranquilísimo vecindario donde vivo, me llevó a preguntarme qué pasaría si alguien hiciera sonar el claxon de su coche a unas horas intempestivas cuando uno debería estar durmiendo y soñando. Aún más, todavía estaba lidiando con el fallecimiento de mi madre, junto a quien no pude estar en sus últimos meses de vida debido a los protocolos COVID. La sensación de estar indefenso y no ser capaz de tener una despedida adecuada, añadió tristeza a la historia. Nunca me pregunté “¿Querrá la gente ver esto?”, simplemente supe que debía hacerlo. Y me consoló en mi pesar.
¿Cuál fue el momento más complicado del rodaje?
Rodar en una comunidad tan cerrada y tranquila sin molestar a los vecinos fue un poco como soltar una bomba. Para hacer las cosas aún más complicadas rodamos de día para hacerlo pasar por noche, sin presupuesto o la logística necesaria. Preferiría haber rodado el corto de noche, ya que la historia tiene lugar a las cinco de la mañana, pero no tenía manera de sortear las limitaciones presupuestarias y de localizaciones. Y con el tiempo tan impredecible de Georgia, la luz del sol podía convertirse de día gris y templado a brillante y caluroso, todo en escasos segundos. Y esto fue un riesgo que tuve todo el día de rodaje. Pero una vez que decidí dar un enfoque más onírico al cortometraje, sabiendo que luego podía virar el color de la película a más oscuro y azulado, los problemas se convirtieron en un aliado. Creo.
¿Cuáles son tus influencias?
Cuando tenía 7 años vi Tiburón en cine el mismo fin de semana de su estreno. Y todavía sigue siendo mi película de todos los tiempos. Y es la película que me despertó al concepto de que ver películas que no era tan solo matar un par de horas en un sitio a oscuras. Pueden ser experiencias que te cambien la vida. Después de esto, Star Wars me descubrió el proceso del rodaje y esa magia a lo “más grande que la vida” que los directores pueden crear. Con el paso del tiempo, diría que Blade Runner fue la película que terminó por decidirme a ser cineasta, no solo por sumergirnos en un mundo nuevo con fantásticos efectos visuales, sino que es una obra de arte más allá del simple entretenimiento. Mis cineastas favoritos siguen siendo Stanley Kubrick, Steven Spielberg, Francis Ford Coppola, los hermanos Coen y David Lynch. Pero si soy sincero, mi mayor influencia viene de mis viajes por el mundo, descubrir nuevos sitios, gente y cosas. Toda historia que venga de los viajes es un tesoro para cualquier narrador.
¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?
He aprendido más de Honk – que probablemente sea lo que he rodado con menor presupuesto desde la escuela de cine – que en cualquiera de los rodajes en los que he participado documentando el making of. Creo que la mayor lección es comprender emocionalmente todo el trabajo técnico - cámara, sonido, montaje – no solo narrativamente. No se trata solo de tener unos planos chulos, hoy en día esto es algo relativamente sencillo, pero qué significa esto para los espectadores y los personajes que has creado. Sé que esto puede sonar obvio, pero cuando estás rodando a lo largo del día, intentando no salirte del presupuesto y colaborando con gente que tiene ideas distintas a las tuyas, es fácil perder el foco emocional de la película. Tienes que mantenerla pegada a tu corazón y no dejar que nadie ni nadie te la arrebate.
¿Cómo ves el mundo del género fantástico hoy en día?
Resulta muy interesante la diversidad que hay en los distintos tipos de películas de fantástico/terror que se están rodando, especialmente en cuestiones de estilo y tono. Me encanta como la sensibilidad del autor empuja las películas dentro de nuevos territorios, más allá de la nostalgia y la formula.
Mucha gente odia el término de “terror elevado” pero creo que es maravilloso que distintos creadores intenten generar productos más sofisticados y artísticos. Siempre he creído que cuando surge el gran éxito de una película de terror, lo último que se debería hacer es tratar de copiarla o emularla. Atrévete a explorar otras historias y tal vez consigas tú ese exitazo.
¿Puedes hablarnos de tus próximos proyectos?
Estoy produciendo el making-of documental de una película de la que la gente está hablando mucho, y que será estrenada a lo largo de este año. Aun no puedo decir el título. Aparte de eso, con mi socio de escritura, estoy reescribiendo el guion de un largometraje que habíamos opcionado con un gran estudio horas antes, literalmente, de que empezase la huelga de los guionistas. Me parece genial volver a meterme con ello. Y si todo esto va bien, espero poder calendar motores para rodar mi segundo largometraje.
¿Dónde se te puede encontrar?
Vimeo: https://vimeo.com/lauzirika
Redes sociales: @lauzirika
¿Película de terror favorita?
Es prácticamente imposible elegir solo uno, especialmente con tantas subcategorías e híbridos de género que sumar. Pero diré El Resplandor de Stanley Kubrick, posiblemente mi película de terror favorita por esa dirección tan precisa y los momentos inolvidables de horror, drama, surrealismo y, a veces indirectamente, humor. Es una magnífica historia que se cuece a fuego lento, y una obra maestra en cualquier aspecto cinematográfico.
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