Entrevista a Félix Cárdenas, el acreditado más veterano y emblemático del Festival de Sitges
¿Cuántos años hace que vienes al Festival de Sitges?
Empecé en 1999, es decir 25 años.
Esto son las bodas de plata. Así entre nosotros, debes tener anécdotas para escribir tres libros. ¿Me puedes explicar alguna?
No tengo ninguna en particular. No sé qué contarte, casi preferiría no haberlas visto. ¿La más divertida? Fue cuando veníamos José Cano y yo andando por la calle precisamente viendo el cartel de una productora y pasó una mujer japonesa. Hacía un día de aire, tormentoso, se le levantó la falda y descubrimos que no llevaba nada debajo. Fue en la entrada del hotel y se le vio todo.
Entrevistas has hecho a mucha gente, sobre todo nacionales. ¿De qué entrevista guardas mejor recuerdo?
La que me gustó fue la que le hice a Álex de la Iglesia con motivo de 800 Balas, luego también la de Carmen Maura. Y aquí fue dónde conocí a Assumpta Serna, era el año 1999 y estaba de jurado y ya sabéis lo que ocurrió tiempo después, hicimos el corto Donde no Puedes Llegar con ella. Después están los actores que me impresionaron al verlos en persona, por ejemplo Tony Curtis, Vigo Mortensen es una persona súper entrañable. Yo lo conocí cuando rodó The Passion of Darkly Noon de Philip Ridley y resultó que después hizo la trilogía de El Señor de los Anillos, pero siempre ha sido el mismo, nunca ha dejado de serlo, era tan accesible como cuando era un desconocido. También muy simpática Veronica Cartwright, la de Alien, una mujer de diez.
Vamos al caso contrario. ¿Qué persona de la industria te ha caído peor?
Me sabe mal decirlo. Solicité una entrevista a Victoria Abril y no me la dieron. Es una actriz que va un poco de engreída. Le pregunté incluso si podía enviarme un saludo y me contestó que no tenía tiempo y luego la vi sentada tomando un café con la calma. Luego gente que he visto y que no me ha caído bien y lo siento porque ya está muerto, Ray Liotta. La gente levantaba la cabeza como si fuera Dios.
Si quieres te cuento algo desagradable. En el departamento de prensa una vez los de seguridad dejaron que entrara todo el mundo, público incluido. Cuando empecé en el Festival de Sitges ponían camisetas, bolígrafos, la gente entró y aquello parecía una batalla campal, hasta entró gente de la calle, casi le rompen el brazo a una persona del staff. Luego pasó otra cosa que para mí fue muy criticable que fue cuando insultaron a Fina Brunet, presentadora de televisión, que se hizo amiga nuestra. Ocurrió un día que estaba lloviendo y se mojó todo el mundo y al pasar ella le dijeron de todo. Luego la entrevistamos y nos lo explicó.
¿Qué relación tienes con los compañeros de prensa?
Al principio resultó difícil. Era un grupito muy cerrado. Se escuchaban comentarios como: antes éramos una familia y ahora somos demasiados. Te tienen que ir conociendo poco a poco, pero al principio costaba, luego te vas haciendo. También estaba Carlos Pumares, que en paz descanse, con el cual tuve un pequeño rifirrafe. Estaba yo con la cámara, ajustándola y me suelta: “es que tú no sabes llevar una cámara, ¿para eso vienes como prensa?” Y le contesté, aquí reconozco que se me fue un poco la olla: Si en Crónicas Marcianas le ríen sus gracias yo aquí no lo voy a hacer. Lo paré, es que soy así.
Te cuento otra. Una edición a la que asistí me tuvieron que dar una camiseta, me tuvieron que dar de todo, llegué empapado, me pilló el diluvio.
¿De cuál de tus producciones estás más orgulloso?
¿Personal?, una que no ha tenido mucho recorrido, aunque de Donde no Puedes Llegar con Assumpta Serna estoy muy orgulloso ya que toca un tema muy personal mío. En este corto hay una escena dónde Aida Oset le pega un tortazo a Assumpta Serna, eso me pasó a mí con mi madre que aparte de darle el guantazo le solté: ¿por qué no te mueres? Cosa de la que me arrepiento enormemente. Hablando del que te comentaba al principio fue uno que hice en Mini DV que se llamaba El Mundo de Sombras, un cortometraje en blanco y negro, todo a cámara lenta como queriendo reflejar el interior del mundo del Alzheimer. Queríamos reflejar la implicación del familiar, el paciente y los enfermeros y es el trabajo que más me ha llenado, además me sirvió de terapia ya que justo con este corto, mi madre había muerto y durante el proceso de montaje me ayudó mucho. Y es al que más cariño le tengo por la parte emotiva.
En El Mundo de Sombras ¿también eras guionista?
Sí. Lo hicimos entre José Cano y yo, y me emociona ya que el plano final es el de mi madre. Lo que tiene este cortometraje es que todos los enfermos son reales. No había ningún actor. La cámara lenta era para reflejar un mundo aparte y en blanco y negro, no existe el color para ellos ya.
¿Algún largometraje en mente como director o guionista?
Yo soy consciente de una cosa. Yo no soy director. No tengo las bases y los conocimientos necesarios para hacer una gran película. He ido buscando mi sitio en el mundo del cine y se me da mejor la producción. Gestiono como se suele decir. ¿Lo próximo? Había un título, lo cambiamos, no voy a explicar el motivo. Al final quedará con título como la canción de Raphael: ¿Qué Sabe Nadie? Habla de incesto, homosexualidad, o sea ¿Qué sabe nadie?
Pongamos por caso que te ofrecieran un proyecto non stop tema económico, etc. ¿A qué actores te gustaría tener a tus órdenes?
En cuanto a actrices me gustaría trabajar con Maribel Verdú, me encanta porque es muy buena trabajando. Como actores me gustaría que no fueran conocidos, que asuman un riesgo en lo que van a hacer. Pero bueno, por nombrar alguno, Karra Elejalde me encanta y te adelanto una cosa, si todo va bien en el proyecto que te he comentado antes, está Assumpta Serna y, la que hará de madre es Marisa Paredes. Si pudiera trasladarme a otra época elegiría sin dudar a Bette Davis o Katharine Hepburn, Cary Grant también ya que ha bordado la comedia y el drama y lo ha hecho muy bien. El actor perfecto. A la juventud de hoy en día le hablas de ese actor y pregunta: ¿Quién es ese?, lamentable, o que tampoco conozcan a Alfred Hitchcock. Y si tuviera que elegir a un director sería Cristopher Nolan o David Lynch. Me encantan. Esto son palabras mayores.
Si tuviera que dirigir tendría que tener un buen ayudante de dirección, que me indicara el camino. Dejarme llevar por lo que me dijera. Creo que el director tiene que dejar su sello. Dejar que él asimile todo lo que yo le estoy contando. Que cuente lo que he vivido y como yo quiero que se cuente pero que no deje de tener su sello propio. Estoy pensando en Marc Nadal, el director de Donde no Puedes Llegar. Eso es lo que me interesa, pero yo no sería capaz de dirigir. Tengo mis limitaciones.
¿Qué género cinematográfico te gusta más como espectador?
Antes me gustaba mucho el cine de súper héroes, ahora me cansan los efectos. Siempre me ha gustado más el cine intimista. Prefiero una película que cuando termino de verla, aunque sea comercial, me quede pensando. Te voy a poner el ejemplo de dos películas muy diferentes entre sí, La Ópera de Roger y el Expreso de Medianoche que precisamente las vi en una sesión doble. Me interesa la psicología de los personajes y lo que más me interesa es cuando se ve ese plano final, qué sucederá con la vida de las otras personas. Otra que me ha gustado mucho que habla sobre ese tema es El Caftán Azul de la marroquí Maryam Touzani. Creo que el cine marroquí está pegando muy fuerte y es el que más me interesa ahora. Están haciendo dramas muy intimistas. Los silencios son más directos que muchas películas de acción.
¿Eres mitómano?
Sí. Le pediría un autógrafo, una camiseta firmada o lo que sea a William Shatner de Star Trek. Y me haría una foto, hablando de música, con David Gilmour. Además de mitómano soy un poco fanático. Tengo toda la saga de Viernes 13, sé que son malas, pero me divierten.
¿Cuál es el motivo por el que te guste tanto el cine?
Yo vivía en Montjuïc y luego me vine a Badalona a los cuatro años. Mi hermana me llevaba siempre al cine. A veces le fastidiaba la sesión: ¡vámonos ya!, ¡vámonos ya! Pero ahí empecé a ver cine. Cine de terror, drama, comedia. Mi madre me decía: si me acompañas a ver una película de Manolo Escobar luego yo te llevo a ver una de esas que te gustan a ti del Santo Enmascarado. Empecé con ese tipo de películas y luego fui evolucionando.
¿Cómo ves la evolución del cine de terror?
Se dice que el cine de terror actual goza de muy buena salud, pero para mí no tanta. Creo que se ha convertido en una fórmula muy repetitiva, que siempre vemos lo mismo y no hay una evolución como había en los años setenta. El Exorcista, innovaba. La Profecía, te quitabas el sombrero o con La Semilla del Diablo. Yo veo que ahora son películas de consumo y cuando termina te preguntas: ¿Este tío no ha sabido acabar la película?, siempre es la misma fórmula y siempre con la picardía de dejar un final abierto. ¿A dónde me lleva esto? De cuarenta cintas quizás solo se salven diez, como mucho, las demás, tíralas. El cine de terror tiene que tener algo, que te cuente una historia.
¿Crees en los premios cinematográficos?
Estoy dejando de creer. Proliferan muchos festivales falsos en los que compran los premios. En una película puedes pedir seis o siete nominaciones. Al cabo de dos semanas te llaman y te dicen que te han dado el premio tal, pero si quieres el trofeo tienes que pasar por caja, hasta incluso las críticas son inventadas. Creo en festivales pequeños como por ejemplo el Cryptshow de Badalona, son honestos con ellos mismos. No es un festival muy grande pero creen en lo que hacen.
Hablando de premios, ¿Qué opinas de los que se dan en el Festival de Sitges?
Creo que la industria tira. A veces no llueve a gusto de todos. Hay películas muy sobrevaloradas que luego las ves y dices: bueno vale, vosotros diréis lo que queráis pero a mí esto no me convence, de ahí los silbidos. Y los premios importantes como los Goya o los Gaudí están muy bien pero les falta una cosa, ética. Veo una tendencia en los festivales que me revienta, vale ya que por ser mujer sea una gran película. No os paséis. Alcarràs le gustará a mucha gente ¿Por ser una mujer en la dirección? Belén Rueda me dijo en una ocasión: creo que la mujer está gozando de buena salud cinematográfica y es bueno que se nos reconozca pero, ojo, no por ser mujer nos tienen que dar un premio. Fue muy honesta.
El Festival de Sitges ha tenido una gran evolución. Si me preguntaran qué director ha llevado al Festival a lo más alto, sin duda te respondería que Ángel Sala. Ha sabido lidiar con ciertas polémicas como en A Serbian Film, que han sido injustas, pero creo que es un director que ha sabido llevar muy bien todo el tema y ha dejado a mucha gente contenta. Creo que es Festival ha ganado con él y también con la incorporación de Mónica García Massagué. Es una lástima que no esté en primer plano Mike Hostench, aunque está. También nombrar a Diego López. Me gustaría que todo el equipo directivo siguiera. Son gente muy accesible y no es por hacer la pelota, es que es verdad.
¿Película de terror favorita?
La Semilla del Diablo de Roman Polanski. Me parece una obra maestra. El misterio de esta película es que es aterradora sin ver nada. La naturalidad que tiene Ruth Gordon, esos abuelitos tan simpáticos. Es una película que me marcó mucho porque la vi a la edad de siete años.
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