Una joven cosmopolita regresa al campo para visitar a sus abuelos, lejos de sentirse bien acogida la situación es cada vez más extraña para ella y es que los ancianos creen profundamente en una tradición en que para ser feliz alguien tiene que estar triste.
Título original: Mina ni Ko Are
Año: 2023
Duración: 89 min.
País: Japón
Director: Yûta Shimotsu
Guion: Yûta Shimotsu, Rumi Kakuta
Reparto: Kotone Furukawa, Koya Matsudai
El futuro del J-Horror.
Cine puro de terror japonés a plena luz del día, olvidaos de los pelos en la cara de los espectros o los fantasmas flotantes, estamos ante una obra de costumbrismo japonés rural que juguetea con el folk horror y el terror más atrevido, incluso llega a recordar por momentos al maestro del terror del manga Junji Ito.
Una joven cosmopolita regresa al campo para visitar a sus abuelos, lejos de sentirse bien acogida la situación es cada vez más extraña para ella y es que los ancianos creen profundamente en una tradición en que para ser feliz alguien tiene que estar triste.
Ópera prima del director Yûta Shimotsu que convierte en largometraje su galardonado corto que tantos resultados positivos cosecho en diferentes festivales, coescribe la historia con Rumi Kakuta y aunque la película no está realmente alargada o diluida si que cuenta con algunos problemas a pesar de ser un trabajo recomendable.
El director encuentra momentos magníficos, situaciones donde la violación de la normalidad hace funcionar la película como un tiro, pero el desastre se cierne cuando las emociones de la protagonista entran en juego, como película de terror más que bien, incluso sorprendente, como drama intimista un desastre, parece casi parte de otra película, y sorprende porque la duración es buena, pero esta gestión de los personajes que se alejan de la situación principal que es lo que nos llama a la mayoría, resulta un desastre. Si eres esa clase de público que te gustan los melodramas asiáticos podría llegar a gustarte toda la película sin problema en general, siendo mejor incluso que muchas de esta índole, pero de cualquier forma esta cinta se siente adulterada y es que siendo sinceros, ¿a quién le importa el existencialismo y la bondad cuando estamos alucinando con una situación que casi no podemos asimilar?, han logrado lo difícil, nuestro interés, no hay que disolverlo con excedentes. Es en la parte final de la obra en la que encuentra más dificultades para mantener el ritmo y el interés, no obstante está bien cerrada lo que la hace un poco mejor.
No se puede decir que llega a aburrir, pero francamente la incipiente corriente que sufre el cine japonés así como en algunos de los propios seinen manga es algo que a una gran parte del público occidental, entre los que me incluyo, no les llega a entrar.
En la parte artística encontramos que la actriz principal Kotone Furukawa mantiene el tipo sin destacar en exceso en el papel protagonista, pero quien realmente están inmensos son los dos abuelos de la familia quienes hacen toda una inquietante demostración de interpretación.
El cuerpo principal de la historia, la elegancia y la capacidad para asombrar después de haber recibido un sinfín de oleadas de J-Horror es esperanzador y me hace pensar que si el director Yûta Shimotsu se propone regalarnos terror, puede ser magnífico lo que tengamos por delante, solo el futuro nos dirá hacia que dirección se dirige y por el bien del cine de terror nipón deseo que sea para el lado de la oscuridad y podamos hablar de nuevo de este director novel con ideas atrevidas.
Firma: Gerard FM.
@tmagerard
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