Cuando unos extraños monstruos surjan del mar, amenazando la vida humana, William se verá envuelto en una lucha por su supervivencia junto a un grupo de músicos, culturistas, gangsters…
Título original: Minore
Año: 2023
Duración: 111 min.
País: Grecia
Director: Konstantinos Koutsoliotas
Guion: Konstantinos Koutsoliotas, Elizabeth E. Schuch
Música: Giannis Zouganelis, David Kemp
Fotografía: Dimitris Stabolis
Reparto: Davide Tucci, Daphne Alexander, Nicolas Bravo, Efi Papatheodorou, Maria Naphele Douka, Constatin Symsiris, Meletis Georgiadis
Curiosa mezcla de terror lovecraftiano e idiosincrasia griega.
En la novela que le lanzó a la fama: Mi familia y otros animales, el escritor/zoólogo Gerald Durrel contaba cómo su forma inglesa de ver la vida saltó por los aires al llegar a la isla griega de Corfú y descubrir el carácter griego.
Algo de eso, con monstruos por medio, tenemos en la película de Konstantinos Koutsoliotas.
William llega a este puerto griego con unas fotos de su desparecido padre y el instrumento que este le legó antes de marcharse. En el lugar se mezclará con este mundo, especialmente con El Maestro, un hombre de extraña mirada, perdido en el Alzheimer, que cada día toca la misma melodía mirando al mar.
Cuando unos extraños monstruos surjan del mar, amenazando la vida humana, William se verá envuelto en una lucha por su supervivencia junto a un grupo de músicos, culturistas, gangsters…
La sola existencia de Minore ya es una rareza, película griega de monstruos que al mismo tiempo – opinión personal - esconde una reflexión sobre el espíritu griego, representado en este caso a través de los músicos que cada noche se reúnen en un bar del puerto a tocar música y cantar.
De alguna forma el guion de Konstantinos Koutsoliotas y Elizabeth E. Schuch crea una radiografía de la idiosincrasia griega con estos culturistas obsesionados con su cuerpo y las armas, el adonis que baila e hipnotiza a la gente, el vendedor controlado por su madre… El trazo de los personajes es grueso, para qué negarlo, algunas veces casi paródico y de trazo aun más extraño en el caso de William ya que siempre va vestido de marinero, como si estuviera sacado de un anuncio de Jean Paul Gaultier o del Querelle de Fassbinder.
La película de Koutsoliotas tiene su propio ritmo, va generando la amenaza poco a poco, mientras al espectador se le introduce en estos últimos vestigios de la Grecia tradicional, que no clásica; en ese sentido la mejor secuencia de la película, por resultado y tempo, es cuando el mundo monstruo irrumpe en el bar donde “viven” los protagonistas. El diseño del monstruo remite directamente al mundo del horror cósmico de H. P. Lovecraft pero tampoco olvidemos que en la mitología griega hay precedentes de monstruos inmensos y terroríficos, muchos viviendo en las profundidades del océano. En el lado negativo, el guion de Minore no mantiene el mismo nivel una vez llega la amenaza y aunque hay ideas, a veces se nota demasiado absurdo, pero eso no impide que tanto el final como el epílogo sean bastante satisfactorios.
Tal vez Minore no convenza tanto en una revisión, pero siempre quedará esta aproximación al mundo griego tradicional y la sensación de extrañeza y nostalgia que deja su visionado.
Firma: Javier S. Donate.
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