Entrevista a F. Javier Gutiérrez, director de 3 Días, Rings y La Espera (Parte 2)


Si en la primera parte de la entrevista hablábamos de 3 días y la aproximación de F. Javier Gutiérrez al mundo de El Cuervo, en esta segunda entrega nos centramos en Rings, la continuación de la exitosa adaptación que Gore Verbinski hizo de esa joya del J-Horror que es Ringu de Hideo Nakata.

Y para terminar, F. Javier Gutierrez nos hablará en primicia de su esperado film La Espera, que tendrá su premier en Sitges 2023, donde regresa a sus orígenes y raíces para narrar una historia que de nuevo tiene a Víctor Clavijo como su rostro principal.


A través de El Cuervo llegaste a Rings, la continuación de la saga de Samara.

Paramount llevaba años intentando sacar adelante la película de Rings. Se puso en contacto conmigo Walter Parks, amigo personal de Steven Spielberg y uno de los creadores de Dreamworks, porque le gustaba mucho 3 Días. Había producido las dos primeras películas de the Ring, estuvimos hablando y le dije que me gustaba mucho Ringu de Hideo Nakata y el remake de Gore Verbinski estaba bastante bien, le propuse hacer algo diferente.

Fue un proceso largo y me la jugué.


Fuiste muy valiente de retomar el universo de la película de Verbinski para llevarlo más allá. ¿Cómo fue la experiencia?

Cuando llegué al proyecto ya había varios borradores, entre ellos Akiva Golsdman. Era un guion de los que se llaman “vivo”, esto significa que durante la preproducción y rodaje se va ajustando. Me gusta mucho la de Nakata y añadí elementos japoneses, empujé el guion en alguna dirección que si me conoces puedes identificar.


El prólogo de Rings es potentísimo, una mini película en si misma que funciona muy bien.

Algo interesantísimo de Rings es que no seguimos a una persona sino a un grupo que se retroalimenta la maldición. Por cierto, la protagonista del prólogo es Lizzie Brocheré, a quien me traje desde Paris porque me encantó su papel de Grace en American Horror Story: Asylum.

En conjunto, Rings Fue un proceso de trabajo no solo como director sino también de comprender al estudio y todos los elementos que ajustar. Cierto que me quedé con las ganas de hacer una versión más “out of the box”, pero aun con todo pude aventurarme un poquito como la secuencia en que Samara sale de la pantalla plana, y la película funcionó bastante bien en taquilla. Sigo recibiendo mails de gente que me pide que continúe la historia de Rings.


Y ahora llega tu último proyecto: La Espera.

Me llegaron unos guiones de estudio, pero tenía la necesidad de hacer algo más personal y arriesgado. Si solo ruedas películas de estudio hay un momento en que puedes perder la esencia de lo que te gusta, porque intentas complacer, y mi naturaleza me pide explorar, arriesgar, algo que me haga vibrar como director.

Tenía desde hace tiempo una idea en la cabeza y empecé a escribir esta historia que habla sobre la fragilidad, la culpa, la ambigüedad y la vileza del ser humano... Aunque es una mezcla de géneros, se nota que tras la cámara hay un amante del fantástico, tiene un punto de drama y algo sobrenatural que va enrareciendo la atmosfera con muchas capas y un tono casi filosófico. Y de nuevo, Víctor Clavijo lleva el peso de la película sobre sus hombros.


Otra vez has dado a Víctor un papel rompedor.

Víctor se ha metido a fondo en el personaje, porque le pedí una transformación física brutal, los dos somos igual de obsesivos: perdió mucho peso, no quería que se afeitara durante meses, que cambiara la voz, el pelo largo. Quería hacer un nuevo western pero que no recordara a su personaje de 3 Días. La Espera es una película con un punto de locura, de jugárnosla tanto Víctor como yo debido a su incorrección política porque estoy agotado de ver películas que están hechas con un molde de corrección y que no tienen “sabor”.


¿De alguna forma, La Espera es tu vuelta no solo a rodar en España sino a las raíces de 3 Días?

La Espera es una película independiente, rodada con el dinero que haya sin preocuparnos de la financiación. Es la única manera en que puedes sacar hoy en día proyectos out of the box, si puedes conseguir dinero para rodar holgadamente mucho mejor; pero eso es la magia del cine, lo que me hace despertarme cada mañana para contar historias, algo que no sea convencional y porque este tipo de proyectos son más difíciles de sacar adelante. Si vas a pasar dos años de tu vida con un proyecto, puede ser una locura pero es necesario que te arriesgues.

En este caso puntual de La Espera yo creo que ha funcionado, estoy muy contento con la película, ha sido un trabajo muy duro pero muy gratificante también para el equipo. Con esto me he quitado la espinita de volver a hacer una película muy española, muy de nuestras raíces, de nuevo un western.


¿Por qué crees que siempre trabajas con el género fantástico?

Mira que lo he pensado bastante. Creo que dentro del género, no solo del terror sino también la ciencia ficción, en lo fantástico en el amplio sentido, puedes explorar cosas con mayor libertad. He llegado a la conclusión que hay gente que gusta cambiar de género, pero yo no tengo esa necesidad, estoy cómodo con estas películas ‘fusión’ de drama con elementos fantásticos. Me gusta el lenguaje porque puedes crear mundos enrarecidos con una paleta de colores, y, sin un gran presupuesto, hacer algo reconocible y diferente.

Es verdad que son películas, y con La Espera yo creo que va a pasar, donde tienes que estar muy abierto de mente porque van cambiando. Ahí está el riesgo de la peli, si se hiciera de acuerdo a los patrones de marketing jamás se harían.


¿Película de terror favorita?

Me encanta La Cosa, me encanta El Resplandor.