May vive en una aldea con sus hermanos que cuidan de ella. Una mañana, mientras juega cerca del lago, encuentra un huevo gigante y se lo lleva. Pero no sabe que el huevo pertenece a un monstruo que quiere recuperarlo a toda costa.
Título original: The Lake
Año: 2022
Duración: 104 min.
País: Tailandia
Director: Lee Thongkham, Aqing Xu
Guion: Lee Thongkham
Música: Bruno Brugnano
Fotografía: Brandt Hackney
Reparto: Wanmai Chatborirak, Su Jack, Zang Jinsheng, Xu Qian
Un monstruo viene a verte en Tailandia en este entretenimiento aceptable.
The Lake lo tenía todo para molar. Una niña se lleva un huevo gigante y un monstruo quiere recuperar ese huevo sembrando el terror y la destrucción por ahí donde va. ¿Qué podía salir mal? Bueno, pues bastantes cosas.
May vive en una aldea con sus hermanos que cuidan de ella. Una mañana, mientras juega cerca del lago, encuentra un huevo gigante y se lo lleva. Pero no sabe que el huevo pertenece a un monstruo que quiere recuperarlo a toda costa.
La película arranca bien, la verdad. Se nos muestra al monstruo muy rápido como ya hicieran en la famosísima The Host, y nos queda claro que estamos ante una especie de Godzilla. En esos primeros minutos tenemos todo lo que queremos y lo que la cinta promete. Elementos claros y muy directos: aquí se va a liar y el monstruo va a arrasar con todo. Pero muy pronto, tras esos créditos iniciales, aparece un monstruo más grande y peligroso: la confusión.
Para empezar, tenemos una ensalada demasiado copiosa de personajes que vamos perdiendo de vista y que se nos olvidan para luego reaparecer. Para retenerlos mentalmente uno acaba poniéndoles motes internos tipo “los guapos”, “la niña sosa”, “el borracho” y por si no fuera suficiente, siguen apareciendo personajes cuando estamos ya llegando al final (véase la hija del coronel) cuando ya no hace ningún tipo de falta añadir más individuos al desastre.
Para seguir, y de eso nos damos cuenta a los diez minutos, el pedazo de kaiju del principio desaparece en las siguientes secuencias para ser sustituido por un señor que lleva traje de monstruo. Y para que no notemos el cambiazo, nos ponen la cámara tan cerca de la acción que no vemos absolutamente nada. Es decir, que los planos son tan cerrados que solo ves borrones y cosas que se mueven y gente gritando sin entender ni torta de lo que sucede. No hace falta subrayar lo cutre que queda eso, y, sobre todo, que es imposible que ya vuelvas a conectar con la peli a un nivel serio. Ya te tienes que mover en aguas de Cutrecon y abrazar la catástrofe.
Y para acabar con los desaguisados, el final es infinito y ñoño. Es cierto que nuestros amigos asiáticos se gustan mucho de esos epílogos con músicas lacrimógenas y secuencias largas en las que la gente se despide o muere. Nosotros que somos un poco mas sobrios no las disfrutamos, y en The Lake ya estás en modo risas desde hace un rato.
No puedo despedirme sin remarcar la secuencia en el coche clavadita a la de Jurassic Park con el T-Rex, puede que, de las mejores escenas del mundo mundial, aquí revisitada por esta gente sin un ápice de vergüenza. Rezando estaba para que sacaran una bengala luminosa. Os dejo con la intriga de si lo hacen o no.
The Lake aprueba porque me ha hecho reír. No lo digo como burla, me ha hecho pasar el rato y cuando uno ve tantas y tantas pelis, no es poco decir algo así.
Firma: Sonia Antorveza.
@bunyolsdesucre
🎬 VOD
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