Título original: The Pope's Exorcist
Año: 2023
Duración: 103 min.
País: Estados Unidos
Director: Julius Avery
Guion: Michael Petroni, Evan Spiliotopoulos, R. Dean McCreary
Música: Jed Kurzel
Fotografía: Khalid Mohtaseb
Reparto: Russell Crowe, Daniel Zovatto, Alex Essoe, Franco Nero, Peter DeSouza-Feighoney, Laurel Marsden, Cornell John, Ryan O'Grady
Trepidante, terrorífica y muy entretenida.
Estamos ante otro film que utiliza los exorcismos como leitmotiv. ¿Positivo o negativo? La respuesta la tendrá que dar cada espectador después de ver una cinta muy entretenida aunque con pocas novedades. Como es normal, cada director da su toque personal a un subgénero que parece ya bastante agotado. Solo queda introducir algunas variantes para así desmarcarse de algo que es bastante lineal.
Julius Avery (Overlord) huye, acertadamente, de planteamientos metafísicos para centrarse en lo que verdaderamente es un exorcismo. Esto la acaba convirtiendo casi en una película de acción, con todo lo bueno y lo malo que esto conlleva. Entre lo positivo, un ritmo trepidante que cuenta con una sucesión de imágenes magníficamente rodadas que hacen que se nos pase volando. A esto ayuda su justo metraje y unas interpretaciones de altura. No nos olvidamos del terror, que lo hay. Sucede, que lo elementos que lo derivan a nuestro género favorito, están algo manidos de tanto verlos en innumerables films de posesiones demoniacas.
El padre Gabriele Amorth ostenta el cargo de jefe exorcista del Vaticano. Le toca investigar la posesión de Henry, un niño con el trauma de haber perdido a su padre en un accidente, tras el cual dejó de hablar. Este caso es el más complicado dentro de la extensa carrera del padre Amorth, tanto que acaba descubriendo una antigua conspiración que los jefes eclesiásticos han intentado mantener oculta.
Múltiples nombres tiene el Diablo, pero todos ellos se refieren a una entidad malvada que busca la perdición del Hombre. Hoy en día podríamos introducir de nuevos aunque se alejaran algo de los archiconocidos Satanás, Lucifer o Belcebub, por ejemplo. En los tiempos que corren tendrían nombres más terrenales, alejándose de la mitología pero con los mismos fines. No voy a nombrar a ninguno por si acaso, pero supongo que ya sabéis por donde voy.
El guion está muy bien estructurado. Une al ya comentado ritmo, una sucesión de escenas que impresionan por lo bien rodadas que están. En su contra, algunos elementos que, suponemos que están utilizados para hacerla más entretenida, chirrían bastante con algún que otro salto que nos puede parecer incomprensible. Hay que tener en cuenta que el padre Gabriele fue una persona real, con lo que se cuenta con abundante información acerca de sus innumerables exorcismos.
Vamos con el reparto. Lo encabeza un primer espada como Russell Crowe (Gladiator, The Mummy) en el papel de padre Gabriele. Es chocante y a la vez agradable, escucharle hablar italiano. Solvente en su papel al cien por cien. Le sigue como compañero de fatigas exorcistas Daniel Zovatto, en principio en una interpretación bastante inocua pero que va creciendo conforme avanza la cinta. Destacar también a Peter DeSouza-Feighoney como Henry. Desarrolla perfectamente un personaje al que le toca bailar con la más fea. Destacar también la aparición de un mito del cine, Franco Nero (John Wick: Chapter 2) dando vida al Papa. Acabamos con Ales Essoe (Doctor Sleep) y Laurel Marsden en unos papeles femeninos muy interesantes.
Vamos acabando ya. El Exorcista del Papa es una película que hará las delicias de todo aquel al que le fascinen los films de exorcismos. En este aspecto destaca sobremanera. A los poco habituados o poco complacientes con cintas de estas características decirles que le den una oportunidad. Sin duda pasarán un buen rato.
Firma: Josep M. Luzán.
@Josep_Luzan
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