Título original: Lake Mungo
Año: 2008
Duración: 87 min.
País: Australia
Director: Joel Anderson
Guion: Joel Anderson
Música: David Paterson
Fotografía: John Brawley
Reparto: Rosie Traynor, David Pledger, Martin Sharpe, Talia Zucker, Steve Jodrel
Interesante mockumentary lastrado por excesivos giros de guion.
El falso documental, o mockumentary, es un formato que suele dar bastantes sorpresas, tanto positivas como negativas. Recrear un hecho falso y manipular la realidad para hacerlo creíble debe mantener el equilibrio entre la historia que se cuenta y el cómo se cuenta. Lake Mungo oculta en su interior bastantes sorpresas, pero tal vez sean demasiadas.
Durante un día de camping familiar, Alice Palmer desaparece mientras se bañaba en la presa. Horas después encuentran su cuerpo y el duelo de la familia se transforma en algo completamente inquietante cuando empiecen a ocurrir extraños hechos en la casa.
Todo señala un momento y lugar: las vacaciones escolares que Alice pasó junto a sus amigas en el Lago Mungo.
Lake Mungo es la única película del australiano Joel Anderson, una autentica pena porque su labor es encomiable: crear un auténtico laberinto de verdades y mentiras en el seno de una familia gris australiana, que pasa sus días en un pequeño pueblo en el interior del inmenso país y cuyo status jamás se hubiera alterado de no ser por un hecho traumático. Anderson juega con fotos, videos antiguos y grabaciones para formar un puzle que tiene demasiadas piezas y algunas no cuadran muy bien.
En su búsqueda del interés, Anderson pasa de puntillas sobre el tema de cómo la muerte de Alice afecta a su madre, padre y hermano, las diferentes formas de enfocar el duelo, cuenta esto demasiado rápido porque está más interesado en el elemento sobrenatural que supuestamente se adueña de la casa. En el guion hay demasiados elementos que parecen forzados solo para llegar al siguiente giro, como algunas de las grabaciones en video, los videos de los móviles y ciertas explicaciones.
Interpretativamente la película es correcta ya que casi todos son bustos parlantes, pero se podría destacar a Talia Zucker como la fallecida Alice Palmer, no tiene un solo dialogo durante toda la película y, aun así, consigue resultar entrañable. En el lado contrario pondría a Steve Jodrel como el "parapsicólogo” al que acude la familia, se le nota como poco interesante y carece del carisma que debería tener su personaje.
Tal vez Anderson no termine de lograr esa sensación de podredumbre y secretos ocultos, pero eso no impide que Lake Mungo genere inquietud al mostrar las grabaciones antiguas que nos muestran a la joven antes de fallecer, con videos de formato antiguo cuyo granulado da mucha sensación de verosimilitud, para que todo esto funcione como un puñetazo cuando llegue el momento de las revelaciones, especialmente cuando se revela el terrible misterio de lo ocurrido en el Lago Mungo.
Aun con todo lo anterior, Lake Mungo tiene capacidad de mantenerse en la memoria gracias a un tercio final que genera muchas sensaciones y, atención, el último giro final no tiene lugar durante el metraje sino en los títulos finales que son capaces de producir escalofríos.
Firma: Javier S. Donate.
Lake Mungo es la única película del australiano Joel Anderson, una autentica pena porque su labor es encomiable: crear un auténtico laberinto de verdades y mentiras en el seno de una familia gris australiana, que pasa sus días en un pequeño pueblo en el interior del inmenso país y cuyo status jamás se hubiera alterado de no ser por un hecho traumático. Anderson juega con fotos, videos antiguos y grabaciones para formar un puzle que tiene demasiadas piezas y algunas no cuadran muy bien.
En su búsqueda del interés, Anderson pasa de puntillas sobre el tema de cómo la muerte de Alice afecta a su madre, padre y hermano, las diferentes formas de enfocar el duelo, cuenta esto demasiado rápido porque está más interesado en el elemento sobrenatural que supuestamente se adueña de la casa. En el guion hay demasiados elementos que parecen forzados solo para llegar al siguiente giro, como algunas de las grabaciones en video, los videos de los móviles y ciertas explicaciones.
Interpretativamente la película es correcta ya que casi todos son bustos parlantes, pero se podría destacar a Talia Zucker como la fallecida Alice Palmer, no tiene un solo dialogo durante toda la película y, aun así, consigue resultar entrañable. En el lado contrario pondría a Steve Jodrel como el "parapsicólogo” al que acude la familia, se le nota como poco interesante y carece del carisma que debería tener su personaje.
Tal vez Anderson no termine de lograr esa sensación de podredumbre y secretos ocultos, pero eso no impide que Lake Mungo genere inquietud al mostrar las grabaciones antiguas que nos muestran a la joven antes de fallecer, con videos de formato antiguo cuyo granulado da mucha sensación de verosimilitud, para que todo esto funcione como un puñetazo cuando llegue el momento de las revelaciones, especialmente cuando se revela el terrible misterio de lo ocurrido en el Lago Mungo.
Aun con todo lo anterior, Lake Mungo tiene capacidad de mantenerse en la memoria gracias a un tercio final que genera muchas sensaciones y, atención, el último giro final no tiene lugar durante el metraje sino en los títulos finales que son capaces de producir escalofríos.
Firma: Javier S. Donate.
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