La niña de la comunión review

Años 80. Debido a problemas laborales, los padres de Sara y Judit se han llevado a toda la familia a un pueblo de Tarragona. La adaptación no es fácil pero cuando Sara conoce a la conflictiva Rebeca, parece que se abre un camino hacia la luz… hasta que volviendo una noche de la discoteca, una figura vestida de comunión se cruza en su camino. Nadie en el pueblo quiere darle importancia al hecho porque… Las leyendas son solo leyendas, ¿Verdad?

Título original: La niña de la comunión

Año: 2022

Duración: 120 min.

País: España

Director: Víctor García

Guion: Guillem Clua (basado en una historia de Víctor García y Alberto Marini)

Música: Marc Timón.

Fotografía: José Luis Bernal

Reparto: Carla Campra, Aina Quiñones, Marc Soler, Carlos Oviedo, Olimpia Roch.


¿El inicio de una franquicia?

En estos tiempos donde la franquicia es moneda de cambio, sorprende que en España no se haya intentado buscar algo parecido al fenómeno [REC] desde que en el 2014 se estrenase [REC4] Apocalipsis, un cierre absurdo que denotaba cómo sus creadores jamás tuvieron un plan de ruta para la saga.

Ahora llega La niña de la comunión, como un intento de buscar franquiciarse.


Años 80. Debido a problemas laborales, los padres de Sara y Judit se han llevado a toda la familia a un pueblo de Tarragona. La adaptación no es fácil pero cuando Sara conoce a la conflictiva Rebeca, parece que se abre un camino hacia la luz… hasta que volviendo una noche de la discoteca, una figura vestida de comunión se cruza en su camino. Nadie en el pueblo quiere darle importancia al hecho porque… Las leyendas son solo leyendas, ¿Verdad?

Hay algo que da mucho miedo en las películas actuales emplazadas en los ochenta, que la década se vea como lo que nunca fue: un merchandising continuo en el que cada póster, cada cromo, había que guardarlo y conservarlo de cara a la jubilación. Los ochenterismos de Paco Plaza, por ejemplo, siempre suenan a falso y en ese sentido es de agradecer que estos años ochenta de La niña de la comunión no vayan más allá de los Superpop y sus posters, o los salones con recreativos.

Aunque Víctor García ya ha dirigido varias películas, es cierto que al margen de la discreta Gallows Hill siempre han sido directos a video, secuelas de éxitos como House on Haunted Hill o Mirrors. En su primera película española, García acierta en las teclas gran parte del metraje, ya que excepto su indigesto prólogo repleto de absurdos Jump Scares y un sonido que abusa de un volumen excesivo, se le ve más contenido que en sus películas anteriores ofreciendo una película que sabe crecer en intensidad sin necesidad de atronar o marcar con golpes de sonido cuando debe ir el susto.

El guion de Guillem Clua, con idea del propio García junto Alberto Marini, funciona bien ya que no tarda en presentar a los personajes y organiza las edades de tal manera que los adolescentes, los niños y sus padres no se estorben mucho unos a otros en la película. Su mayor acierto es cómo establece las relaciones entre los personajes principales, mientras en el lado negativo ciertas muertes y revelaciones con proyector de cine incluido para hacer avanzar la trama. Eso sí, el target de la historia es el espectador que busca pasar el rato, ya que los más curtidos en el mundo del género sentirán la historia poco original – un poco de fantasmas clásicos, algo de J-Horror, Destino Final y más – pero tal vez todo esto sea porque sus creadores se han planteado La niña de la comunión como una trilogía y quieran tirar de referentes para que el espectador enganche rápidamente con la trama.


La película es muy competente a nivel técnico, pero lo que más brilla es un casting que tira de rostros jóvenes que han asomado hace poco y no están quemados como Carla Campra, Aina Quiñones, Carlos Oviedo, Olimpia Roch o Marc Soler. Aunque algunos son un poco más flojos que otros, sí que aportan cierta frescura y se agradece la dinámica que se crea entre ellos.

La niña de la comunión cumple con su función: entretener y dejar con ganas de más, esperemos que se animen a continuar la historia para responder todos los interrogantes del final y el origen de esa frase recurrente: está sola y tiene frío.

Firma: Javier S. Donate.

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