Nacido en 1975, Paolo Zelati se graduó en Lengua y literatura extranjera. Su gran amor, su trabajo y afición desde niño, es el cine. Es el mayor coleccionista de pósters de cine de toda Italia, ha escrito los libros El príncipe de la tinieblas- El fantástico realista en el cine de John Carpenter y American Nightmare – conversaciones con los maestros del nuevo terror americano.
Colaborador en festivales, periodista, editor de revistas de ciencia ficción y terror, Zelati por diez años fue agente de Sergio Stivaleti, Ruggero Deodato, Asia Argento, Darío Argento, George Hilton o Lamberto Bava entre otros, su casa es un auténtico sueño para los amantes del cine de terror ya que está repleta de figuras míticas como el payaso de Poltergeist, Jeepers Creepers, El predicador Kane de Poltergeist 2 y 3, aparte de fotografías con directores clásicos de terror… Eso por no mencionar los memorabilia que posee de Texas Chainsaw Massacre.
Pero lo que nos ha traído hasta aquí es otra historia que se relaciona con el final de una saga cinematográfica muy importante.
¿Quién es Paolo Zelati?
Soy un maníaco de las películas, un cinéfilo, desde mi infancia. Soy un coleccionista de pósters y elementos relacionados con las películas, lo hago desde que tenía seis o siete año. Mi colección de pósters es la más grande de Italia y estoy haciendo una investigación y trabajando en un gran proyecto que verá la luz tras diez años de trabajo, y que será editado en inglés. Es la historia del explotation italiano a través de los pósters de sus películas. Sesenta, setenta y ochenta, treinta años divididos – por supuesto – por categorías. Todos los pósters vienen de mi colección, más de seiscientas piezas.
Escribiste “Il signore del male”, el primer libro en italiano sobre John Carpenter. Tienes una anécdota con Halloween que te acompaña desde que eras un niño.
En 1985. Tenía 10 años y se supone que no debería ver películas de terror. Pero convencí a mi padre para que me llevase al videoclub, el encargado era un tipo muy majo que me dejaba ese tipo de películas aunque no tenía la edad. Cuando llegamos a casa, le dije a mi padre que la película no era fuerte y que era de ciencia ficción, así que la vimos juntos. Halloween me cambió la vida, recuerdo que mi padre estaba asustado y al final se enfadó conmigo “se supone que no puedes ver estas películas, es la última vez”, pero, bueno, a esas alturas daba igual: el mal ya estaba hecho.
Halloween es una película de Carpenter que es especial para mí, pero después de esa vi The fog en la televisión, que es otra obra maestra, y The thing. Básicamente, en la universidad estudié lengua extranjera y literatura, y mi trabajo de final de carrera era sobre el cine de John Carpenter y su implicación política a través del cine de terror. En 2002 o 2003 escribí a Carpenter y le pregunte si podía hacerle una entrevista, porque quería convertir la Tesis en “Il signore del male”. Fue muy amable y aceptó, así que fui a Los Ángeles y tuvimos una serie de largas entrevistas.
Y años más tarde volviste a entrevistarle para tu segundo libro, American Nightmare.
American Nightmare son una serie de entrevistas que hice a los más importantes directores y guionistas del nuevo terror americano, desde el 2003 hasta el 2013. Aparte de John Carpenter, empecé con Richard Matheson hasta Brian Yuzna. Desde 1968 hasta finales de los ochenta, todos los importantes excepto por Wes Craven que por alguna razón siempre se me escapó a lo largo de los años por cancelaciones o problemas con la agenda, se convirtió en una especie de broma interna para el libro.
Fue una pena porque mi enfoque era sobre las implicaciones sociales y políticas en este nuevo cine de terror, y a Wes Craven le encantaba hablar de esto. La última vez que me lo encontré fue en un festival de Toronto, yo iba con Ruggero Deodato y le dije “Wes, llevo cinco años con el proyecto, ¿De verdad te apetece participar o no?” y me contesto: “si, sí, claro que quiero estar en el libro, mi asistente te llamará la semana que viene”. Y por supuesto jamás me llamó.
Ahora háblame de George A. Romero.
Quería haberle hecho una entrevista para mi tesis, le conocí en el 2001, dos meses después del 11-S. Vino a Turín, para el TFF (Torino Film Festival) y le comenté acerca de mi tesis pero en el fondo fue una excusa para conocerle. Fueron unos días muy agradables y cuando empecé a esbozar las entrevistas de American Nightmare, quería contar con su “pesadilla” y hacerle la entrevista más profunda que jamás se le hubiera hecho, así que empecé a seguirle por festivales de cine, convenciones… para que siempre pudiéramos tener tiempo para hablar; la de George A. Romero es una de las dos entrevistas más largas del libro.
Nos hicimos grandes amigos y ahora saltemos al 2016 cuando traje a George a Italia para el Lucca Film Festival, donde organizamos una gran retrospectiva sobre su obra con proyecciones de sus películas, encuentros con los espectadores, Q&A... George estaba feliz, al igual que el público. Dos meses después, George y su mujer Suzanne me invitaron a pasar las vacaciones en su casa de Florida, estuve una semana allí.
Recuerdo que yo me iba a la piscina y George estaba sentado en el porche de la casa, siempre con su puro. Pasamos noches viendo películas clásicas, porque tanto él como yo éramos muy fans del cine clásico y especialmente del Noir. George sabía películas diálogo por diálogo y recuerdo que con High Noon acabó llorando.
Y así es como tuvimos la idea de Twilight of the Dead. En esa semana de vacaciones.
¿Cómo era trabajar con George A. Romero?
Un sueño hecho realidad. Crecí con sus películas de zombis. La idea sobre Twilight… surgió porque estábamos hablando acerca de Survival of the Dead y le confesé que tenía buenos momentos, ideas interesantes, pero que no me parecía una película entretenida. George estuvo de acuerdo conmigo y me dijo que había pasado muy poco tiempo desde Diary of the Dead y que no tenía nada nuevo que decir.
Lo más interesante de las películas de zombis de George A. Romero es que, una a una a lo largo de los años, contaban qué estaba ocurriendo con la sociedad de esa época. Recuerdo que dijo “La verdad es que para mí The Land of the Dead está incompleta”, la pregunté si Land… no le gustaba y respondió: “Sí, claro que me gusta, y mucho, pero creo que falta algo. Los fans se preguntan al final de la película dónde van todos los zombis”. En la película dicen “Deja que se vayan, todos tienen un lugar al que llegar”.
Así que George me preguntó: “Paolo, ¿Dónde crees tú que iban los zombis?” y cuando se lo dije, porque era algo sobre lo que había pensado mucho, a George le pareció algo muy interesante. Desde ese momento pasamos los tres días siguientes, mañana, tarde y noche, hablando y pensando hasta que surgió la historia de principio a fin.
De alguna forma, la historia estaba en la cabeza de George pero yo la liberé hasta que me dijo “Bueno, creo que hasta ahora la saga de los zombis estaba sin final, pero debería acabar de esta forma”. Estaba muy contento y lleno de entusiasmo, me dijo que cuando volviera a Italia pusiera todas las ideas en orden para empezar con un tratamiento.
Se suponía que iba a rodar un remake de su película Season of the Witch, pero canceló todo para centrarse en Twilight… Desafortunadamente, empezó a escribir el guion pero enfermó y en no más de tres meses había fallecido.
¿Y entonces qué paso con el proyecto?
Pues la verdad es que me quedé muy hecho polvo y no me apetecía continuar la escritura sin George, así que hablé con su viuda, Suzanne, y le comenté que la gente querría saber cómo pensaba terminar George A. Romero su saga de los zombis, y que si me daba el permiso yo iba a escribir un libro con todo lo que él había trabajado, y explicar escena por escena lo que ocurría en la película.
Suzanne debía escribir la introducción al libro, mi idea era hablar con amigos del mundo de George A. Romero como Russ Streiner, Tom Savini, Jack Russo, Greg Nicotero, para añadir sus recuerdos al libro… Pero cuando Suzanne leyó el libro me dijo “deberíamos hacer la película, es demasiado bueno solo para publicarlo porque tiene el espíritu de George”.
En mi cabeza pensaba: sin George no hay película, pero Suzanne me hizo cambiar de idea. Hablé con mis amigos Robert Lucas y Joe Knetter, y viajé hasta Los Ángeles porque durante un mes, empezamos a trabajar con el proyecto hasta terminar el guion.
¿Y en qué fase se encuentra ahora el proyecto?
Bueno, ha sido un trabajo bastante duro y hay cosas que prefiero no recordar. Nos hemos convertido en los productores y solo puedo contarte que estamos muy cerca de llevar el proyecto a cabo.
Es un sueño hecho realidad para todos los fans de George A. Romero y sus zombis.
Me alegra que lo hayas dicho porque es exactamente lo que debe ser. ¿Sabes que cuando salió la noticia en el Hollywood Reporter un montón de haters nos acusaron de querer explotar el nombre de Romero? Pero todos los involucrados estamos dando lo mejor de nosotros para hacer realidad lo que George quiso rodar.
Ojalá podamos verlo pronto. Como experto que eres en el cine internacional y en el italiano quería preguntarte ¿Qué ha pasado con el género de terror italiano? Hace muchos años que está prácticamente desaparecido.
Bueno, lo que ha desaparecido es la industria cinematográfica italiana. Lo que ocurrió es que en los años ochenta la industria colapsó por muchas razones. Una es que las televisiones se convirtieron en los principales productores de cine, los grandes productores como Dino de Laurentiis se marcharon a Estados Unidos; la coproducción desapareció y con ello todos esos productos como el terror o el western. Desde ese momento todo fue a peor.
Aparte de eso el gobierno empezó a dar subvenciones solo a proyectos que tuvieran un “alto nivel de entretenimiento” y películas de “alto interés cultural”. ¿Y eso qué significa? Que la industria desapareció… Durante los setenta hubo un momento en que se rodaron más películas exportables que en Estados Unidos, más de cuatrocientas películas por año.
Pero a pesar de eso, en España la industria también está muy tocada pero siempre hay locos que se atreven a rodar películas de terror y en Italia parece que han desaparecido.
Porque es muy difícil vivir de rodar películas, así que imagínate de películas de terror. En las televisiones está prohibida la violencia en prime time, así que nada de thriller, terror, giallo… Recuerdo que hablé con Lamberto Bava acerca de ello, y le dije que el género de terror en Italia empezó cuando su padre Mario Bava rodó La máscara del demonio en 1960 y terminó cuando Lamberto rodó Demoni en 1985, como la última gran producción de terror.
¿Película de terror favorita?
Ja, ja. Venga, hombre, eso es imposible. Voy a decir tres de mi período favorito en el cine de terror. Halloween, Texas Chainsaw Massacre y Night of the living dead.
Pero sería injusto no mencionar películas con las que crecí como The Return of the Living Dead, Poltergeist…
Más información sobre Paolo Zelati en su página web: https://www.paolozelati.it/it/
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