Título original: Deep Fear
Año: 2022
Duración: 80 min.
País: Bélgica
Director: Grégory Beghin
Guion: Nicolas Tackian
Fotografía: Yvan Coene
Reparto: Sofia Lesafre, Victor Meutelet, Léone François-Janssens, Blaise Alfonso
Entretenido y dinámico viaje a las catacumbas parisinas.
Deep Fear no es ni redonda ni perfecta, pero sí entretenida y bien ambientada, con colores cálidos y conseguidos, que nos ambientan perfectamente en esa época que dejaba atrás los 80 para entrar en los 90. No habla de nostalgia como lo hacen otras cintas ambientadas en esos tiempos, sino de esa plaga que asolaría Europa como es el neo-racismo, y de algo imperecedero: jóvenes buscando emociones fuertes.
Finales de los 80 en París. Sonia, una joven que reside en la capital parisina, recibe la visita de sus dos mejores amigos Henry y Max. El primero marchará en escasas horas para hacer el servicio militar, y deciden que deben apurar al máximo el tiempo que les queda para que la despedida sea inolvidable, aunque sea adentrándose en los bajos fondos de la ciudad…
Deep Fear se centra en varios terrores, algunos más conseguidos que otros. Cuando sus miedos se basan en los skins que campaban a sus anchas en los noventa (los que seáis de esa quinta lo sabréis), en los agujeros imposibles por los que no cabe el cuerpo de esas catacumbas tan terroríficas, en esas noches con desconocidos que no sabes muy bien cómo van a acabar diría que acierta bastante. Sin embargo, en su resolución falla mucho más. Hay incongruencias y poco desarrollo en algunos personajes y subtramas que no acaban de explicarse bien, pero en general, supone una buena primera incursión en el largometraje de terror de su director Grégory Beghin, que solo cuenta con una comedia a sus espaldas.
Curiosamente, tiene ecos a The Descent (este año en que Neil Marshall regresa con nuevo material es buen momento para reversionarla o descubrirla). Es ese tipo de historia en que unos amigos empiezan a adentrarse en profundidades de las que no se puede salir fácilmente, claustrofóbicas y opresivas, donde además se topan con seres de lo más temibles, a veces humanos y a veces no tanto, como sucedía en la de Marshall. Y, por supuesto, a sus propios miedos y secretos, aunque Deep Fear está mucho menos conseguida.
No me ha sido posible encontrar si realmente se rodó en las catacumbas de París, pero sea así o no, tiene planos muy bonitos y bien dirigidos que causan verdadera falta de aire. En las partes, llamémoslas fantasiosas, es donde menos atino tiene.
En definitiva, una propuesta entretenida que provoca angustia a ratos pero también algún sin sentido, y que no deja mal sabor de boca ni sensación de pérdida de tiempo. Con un equipo relativamente primerizo detrás, augura posibles buenas películas en el futuro, y se agradece que no siempre se hable con melancolía de esa época (muy típico en el cine o en la televisión) sino de un momento en que países supuestamente tan avanzados como Francia y Bélgica (coproductores de la película) empezaron a sufrir de movimientos extremos nuevos pero que olían a viejo.
Firma: Sonia Antorveza.
@bunyolsdesucre
🎬 VOD
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.