TerrorMolins - Holy Shit! review

Frank Lamm se despierta cansado y confundido. Tiene un golpe en la cabeza y esta tumbado en una extraña posición, el espacio es muy reducido y todo tiene una pinta extraña. Al poco se da cuenta de su suerte, tiene una herida muy fea en el brazo que le hace estar atrapado dentro de un baño móvil y queda poco tiempo para que todo vuele por los aires.

Título original: Ach du Scheisse!

Año: 2022

Duración: 90 min.

País: Alemania

Director: Lukas Rinker

Guion: Lukas Rinker

Música: Andreas Lucas

Fotografía: Knut Adass

Reparto: Thomas Niehaus, Gedeon Burkhard, Olga von Luckwald, Rodney Charles, Björn Meyer, Uke Bosse, Friederike Kempter, Micaela Schäfer


Diversión, gore y locura en un metro cuadrado.

La primera escena de la película ya es de traca. Un baile de una stripper mirando a cámara “vestida” con un mono de trabajo, casco de seguridad y un cartucho de dinamita, contoneándose a ritmo de una música pegadiza y mostrando cuanto le gusta su trabajo en la mina... pero es todo una ensoñación y más pronto que tarde nos presenta una situación tan loca que el impacto de esa primera escena queda totalmente eclipsada por la sucesión de momentos “wtf” que nos esperan en esta película. No podemos más que emitir un pequeño susurro: Holy Shit!


Frank Lamm se despierta cansado y confundido. Tiene un golpe en la cabeza y esta tumbado en una extraña posición, el espacio es muy reducido y todo tiene una pinta extraña. Al poco se da cuenta de su suerte, tiene una herida muy fea en el brazo que le hace estar atrapado dentro de un baño móvil y queda poco tiempo para que todo vuele por los aires.

No es fácil aguantar hora y media con prácticamente un sólo actor y un sólo espacio, y además uno muy pequeño. No diremos que es la primera vez en la historia del cine que se hace algo así pero no por ello tiene menos mérito. Una persona que ha sido enterrada viva debe escapar antes de morir, pero no por la falta de oxígeno sino más bien por la cuenta atrás de una bomba que reducirá a cenizas todo el lugar. Y yo creía, iluso de mí, que el baño sería un primer escenario que luego desembocaría en uno nuevo pero que va, toda la maldita película ocurre ahí mismo pero lo que Holy Shit! hace muy bien es que siempre parece avanzar, siempre hay un nuevo plan de escape o un nuevo ítem que puede ser la salvación del protagonista. Además, la trama se va desarrollando de muchas maneras y todo lo que se ve es una nueva pista, desde ese maletín que por fin puede abrir, desde ese nuevo agujero que hace con el pequeño martillo para ver desde otro ángulo o ese comentario del discurso político que oye a lo lejos. Y es que esta película tiene muchas ideas, tanto argumentales como de acción pero lo que prima por encima de todo ello es la diversión.


Debuta el alemán Lukas Rinker tras un puñado de cortometrajes, y también firma el guion. Ya no hablamos de la pericia de saber colocar la cámara en un espacio tan reducido, mérito que también se lleva su director de fotografía Knut Adass, ni de la creatividad con la que se puede usar todo lo que te ofrece un baño público. Hablamos de cómo consigue cautivar al espectador con un argumento absolutamente loco que llegados a un punto, la misma película se descontrola hasta tal límite que siendo uno consciente que está viendo una total estupidez ya estás totalmente inmerso y dispuesto a que te vuelvan a dar un nuevo giro de tuerca. En el plano negativo a parte de lo autoconsciente que es la cinta en que realmente nada de lo que ves tiene sentido (y que paradójicamente juega a favor) es la cantidad de conveniencias, algunas positivas para el protagonista y otras que no lo son tanto, que están repartidas por toda la trama. Protagoniza Thomas Niehaus, actor alemán que aguanta todo el peso de la película y pasándosela tumbado casi toda. Realmente deberían darle un premio (o un abrazo) por todas las perrerías que ha tenido que ha vivido en sus carnes. Mis respetos.

En la review me he centrado más en los recursos narrativos y en la locura del argumento pero he pasado por alto otras cosas que también son importantes. Hay un nivel de gore bastante alto, una gestión del espacio bastante curioso y un trabajo de fotografía e iluminación bastante interesantes. Pero en realidad lo que Holy Shit! pretende es que se disfrute de principio a fin. Y eso lo consigue.

Firma: Oriol Hernández.
@Oriol_TW

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