Entrevista a Santi Berdullas, director del cortometraje Hellios


En 1986 tuvo lugar el intento de establecer el récord mundial guinness de lanzamiento de globos. La cosa no salió bien... 30 años después el mal no olvida.


Cuéntanos el origen de tu cortometraje.

Tuve la idea por el 2019 y durante ese año fui apuntando cosas que me encontraba y que le dieron forma a la historia. Luego con el confinamiento del 2020 aproveché para grabarlo, solo y con lo que tenía por casa.


¿Qué se van a encontrar los espectadores de tu trabajo?

Un proyecto muy low cost, con muchos efectos especiales también low cost, comedia y una historia real increíble.


¿Cuáles son tus influencias?

Aunque no se parezca en nada, os prometo que el corto se nutre de Terminator 2, sobre todo en su Terminator modelo T-1000, al menos en mi cabeza.


¿Qué consejos darías a los futuros cortometrajistas?

Haced lo que os dé la gana, sin limitaciones y sin pensar en el qué dirá la gente. Si lo quieres grabar y contar de esa manera, grábalo.


¿Cómo ves el mundo del género fantástico hoy en día?

Más accesibilidad a la hora de encontrar títulos de este estilo, sobre todo gracias a plataformas especializadas en este género. Luego dificultades a la hora de encontrar subvención y patrocinio si quieres rodar algo de este estilo, aunque parece que comienza a cambiar la tendencia poco a poco.


¿Puedes hablarnos de tus próximos proyectos?

Tenemos ya el guion terminado para Hellios 2: La familia reunida y queríamos empezar a grabar en Abril. Luego en mente tengo otros dos proyectos, un corto fantaterror muy parecido a Hellios y otro estilo documental-comedia que reflexiona sobre la vida en los colegios.


¿Dónde se te puede encontrar?

El corto fué seleccionado por Troma así que se puede encontrar en su plataforma de contenidos digitales TROMA NOW!.

También tenemos facebook: https://www.facebook.com/Helliosfilm


¿Película de terror favorita?

Una película que siempre me deja con la boca abierta y que ha marcado mi adolescencia es Hellbound: Hellraiser II (1988). Con solo ver su carátula en el videoclub sentía que abría una puerta a los cenobitas.