Entrevista a Lamberto Bava y Fabiola Toledo, director y actriz en Demons


¿Cómo entrasteis en contacto para Cuchillos para la oscuridad?

Fabiola Toledo: Pues mi representante me habló de este proyecto, conocí a Lamberto y le gusté para el papel.

Lamberto: Antes no se hacían los castings como ahora, sino que me llegaban las fotos en una carterita y yo las veía. Eran tres o cuatro fotos de cada actriz, y abajo el nombre, lo que había hecho y el contacto. Solo en publicidad o en las películas con grandes presupuestos se hacía casting con prueba de cámara.


¿Qué podéis contarnos de aquel rodaje?

Lamberto Bava: Recuerdo que la escena en que muere el personaje de Fabiola, era una escena muy dura para ella. Fue un día entero para rodar, y al final estaba cansada de cuerpo y cabeza, y yo me sentía culpable, como si fuera el asesino (risas). Pero supe que Fabiola era una actriz muy buena no solo por su capacidad de interpretación, sino porque soporta mucho. Por eso conté con ella de nuevo en Demons.

Por ejemplo ella es la primera que encuentra a los Demons, cuando entra en el cuarto de baño y luego sale corriendo por el cine hasta acabar frente a la pantalla, fue algo muy duro y lo hizo maravilloso.


¿Quién era, Ángela, tu personaje en Cuchillos para la oscuridad? ¿Pones mucho de ti en tus personajes?

Fabiola Toledo: En la película era amiga del protagonista, que era un músico. Y respecto a lo de poner de una en los papeles, es algo inevitable porque estás dando vida a un personaje y solo puedes ampararte en tus propios recursos y vivencias.


Tu personaje en Demons era Carmen. ¿Te habían avisado de que llevarías todo ese maquillaje?

Fabiola Toledo: No me dijeron que me iban a poner venitas, rellenarme pupas con puré de guisante. Pero la verdad es que cuando lo están haciendo y ves la transformación, no te importa el tiempo que dediquen a ello, además de que es parte de tu trabajo.

Lamberto Bava: A Fabiola no le gustan las películas de terror.

Fabiola Toledo: No, no me gustan.

Lamberto Bava: Pero se entregó al papel durante el rodaje, y con el tiempo su papel en Demons ha pasado a la historia del cine, a la inmortalidad.

Fabiola Toledo: Es que yo soy más del suspense, no me gusta el terror porque me asusto y tengo pesadillas. Me encanta hacer películas de terror pero no verlas, aunque cuando luego te ves en pantalla de esa forma te dices “Jo, qué fuerte, qué miedo”. Como actriz, todo lo que involucre una transformación me encanta, no solo una transformación física, que el personaje cambie y evolucione, ya sea física o psicológicamente.

Lamberto Bava: Por ejemplo la secuencia en la que se transforma, en el rodaje se alternaba con un maniquí, Fabiola es tan buena que en el montaje no sabíamos qué planos era el maniquí y cuáles Fabiola.


Tus acompañantes en Demons son Bobby Rhodes y Geretta Geretta, ¿cómo creasteis esa dinámica entre vosotros?

Fabiola Toledo: Lamberto tenía las cosas muy claras, acerca de cómo nos ponía. Nos explica quiénes somos, qué hacemos en el cine y qué va a ocurrir. Y la interacción sale natural. Yo era una puta. (risas).

Lamberto Bava: Es curioso pero en la vida real, Bobby Rhodes y Geretta Geretta eran de forma muy parecida a sus personajes. E incluso tras el rodaje de Demons, Geretta y Bobby siguieron vistiendo de la misma forma que en la película. La verdad es que hace mucho que no nos vemos y agradezco al Festival Sombra que haya proyectado Demons y nos haya reunido a Fabiola y a mi.


Casi todo el rodaje fue en interiores, ¿Fueron interiores reales o decorados?

Lamberto Bava: Cuando rodamos, era la época en la que los cines empezaron a cerrar para siempre. El cine de Demons había cerrado dos años antes, tenía las sillas de madera que era una cosa muy vieja, pero cuando vi ese cine tan grande con sus dos pisos, me dije que iba a utilizar esas escaleras, las galerías. Al señor que se encargaba de cuidar el cine le dijimos si podíamos utilizar las sillas para la secuencia de la barricada y él dijo “sí, claro, cojan las que quieran porque no se volverán a utilizar”.

El cine nos pillaba a 500 metros de donde Darío y yo teníamos los estudios.


¿Darío Argento participó en el rodaje o te dejó libertad?

Lamberto Bava: Darío y yo somos muy amigos y nos hemos ayudado mucho, cuando escribía los guiones se los mandaba y él me aconsejaba. Darío venía al rodaje dos, tres veces a la semana, siempre por la mañana. Había visto ya proyecciones del material y me decía “bien, bien, continúa”, venía a animar el equipo. Darío siempre estimula. Conmigo se portó muy bien, con el resto de los directores con los que ha trabajado ya no lo sé.


Resulta curiosa que se mezcle la música de Claudio Simonetti con canciones rock y heavy. ¿Cómo fue esto?

Lamberto Bava: Demons era el primer film italiano en Dolby Stereo, y queríamos jugar con el efecto en la sala, ahora el sonido por la derecha, luego por la izquierda. Por ejemplo fue muy importante que la película empieza con los puntos de luz del metro y luego se escucha el rumor de las vías antes de que entre el tema de Simonetti. A mí no me gustan las películas de terror donde hablan mucho, me gustan los momentos de silencio, como cuando la chica camina por los pasillos del metro y se escuchan las pisadas que la siguen.

Los montadores montan la película sin voz y para apoyar la secuencia, añaden trozos de música para apoyar la secuencia, recuerdo que cuando vi las primeras pruebas de Demons, le habían puesto música de Dire Straits. Y como Demons era una película para jóvenes, nos dijiañaden “¿por qué no poner música de los jóvenes de ahora?”. Aparte de que yo soy un amante del Rock.

Conocíamos a un chaval de la RCA que sabía de música emergente, le dijimos que buscara canciones y grupos del momento que no costaran mucho dinero.


En España, hay una generación de niños y adolescentes que crecieron con Demons y la tienen en muy alta estima. En todo el mundo es una película con legiones de Fans. ¿Pensasteis en algún momento que la película sería tan icónica?

Lamberto Bava: Gustó mucho, la primera generación la vio en el cine. Las siguientes generaciones, en VHS y DVD. El primer Demons tardó muchos años en emitirse en la televisión italiana porque era para 18 años. Recuerdo que Darío y yo íbamos muchas veces a la comisión de censura porque no comprendían que la película tiene humor: es todo absurdo, el color de la sangre es muy exagerado. No entendíamos que no pudieran emitir Demons pero si documentales mucho más violentos. Solo se podía emitir en la segunda cadena y por la noche. Yo no sé por qué pero a todas las películas americanas las clasificaban para 14 años.

Es importante para la vida de las películas que se emitan en televisión. Así que Darío me dijo “no podemos dejar que ocurra lo mismo con la segunda, tienen que emitirla en televisión”. Y por eso la segunda rebajó el tono y fue para catorce años.

En Estados Unidos la censura viene de los productores mientras en Italia es algo judicial. Hay como cuatro o cinco despachos de censura y recuerdo que uno me dijo: “Ten cuidado porque las segundas partes suelen ser más violentas que las primeras”.


Fabiola, ¿Estuviste en el estreno de Demons en España?

Fabiola Toledo: La primera vez que he visto la película en cine ha sido en la proyección del Sombra. Cuando se estrenó en Roma yo estaba en otro rodaje y luego volví a España a vivir. La primera vez que la vi fue en el programa de televisión Noche de lobos y recuerdo que lo sentí como algo ajeno.


Durante muchos años se habló de Demons 3, pero fue un proyecto que nunca se llevó a cabo.

Lamberto Bava: No, no, Demons 3 es La Chiesa, que dirigió Michelle Soavi, solo que no podíamos utilizar el nombre de Demons por cuestión de derechos. Pero el guion lo escribí yo.

Tenía una sinopsis escrita, a la que llamé La Chiesa (La Iglesia) de una historia real que me contó un amigo. En la iglesia de San Pietro, había un hombre encargado de abrir y cerrar la iglesia, una mañana al abrir las puertas se encontró con un muerto en el interior. Cuando Darío me contó que no podríamos utilizar el nombre de Demons 3 y que teníamos que buscar otro nombre, le dije: “¿Y qué te parece La Chiesa?”y él contestó: “Ah, pues no está mal”.

El problema es que Darío estaba con sus proyectos, yo también, y un día me dice Daríosi no ponemos en marcha el proyecto en dos o tres meses, no sé si vamos a poder levantarlo más adelante”, así que por eso se encargó Michelle Soavi de dirigirla.