A sus 70 años, Judith sufre una apoplejía y, para no ser una carga familiar, se instala en una residencia de la tercera edad. Pronto, su espíritu juvenil chocará contra las rígidas normas de la institución, pero encontrará aliados en otros compañeros de la residencia como Roland, Trish y Rutt. Aún así, será imposible encontrar la paz cuando algo empieza a terminar con los residentes y solo Judith parece ser consciente de ello.
Título original: The Manor
Año: 2021
Duración: 81 min.
País: Estados Unidos
Director: Axelle Carolyn
Guion: Axelle Carolyn
Música: Christopher Drake
Fotografía: Andrés Sánchez
Reparto: Barbara Hersey, Bruce Davison, Jill Larson, Fran Bennet
Entretenida y con buenas ideas.
Hay cierto temor a rodar películas protagonizadas por la tercera edad, ciertamente no es el público que llenaría las salas mientras a los jóvenes les dará igual que el asesino se cargue “yayos”. Y sin embargo, resulta un terreno por explorar que puede dar mucho de sí.
A sus 70 años, Judith sufre una apoplejía y, para no ser una carga familiar, se instala en una residencia de la tercera edad. Pronto, su espíritu juvenil chocará contra las rígidas normas de la institución, pero encontrará aliados en otros compañeros de la residencia como Roland, Trish y Rutt. Aún así, será imposible encontrar la paz cuando algo empieza a terminar con los residentes y solo Judith parece ser consciente de ello.
Axelle Carolyn es una directora centrada en el mundo de terror, ya que encontramos trabajos suyos en series televisivas como Creepshow o The Haunting of Bly Manor, de la primera adapta ese tono ligero en el que cuenta la rapidez de la historia, mientras de la segunda serie adquiere la atmósfera sobrenatural.
Tras la cámara, Carolyn se mueve con elegancia y sabe cuándo mostrar u ocultar; en el guion flojea un poco más, ya que La Mansión está llena de muy buenas ideas, por ejemplo esa idea de la muerte que se tiene en la juventud y en la tercera edad, pero uno siempre tiene la sensación de que todo resulta muy rápido y que apenas deja espacio a la sensación de estar encerrado, no tener aliados, porque Axelle Carolyn crea una cuenta atrás pero todo debe ser verbalizado porque no hay tiempo – o ganas – de hacerlo diferente.
Lo mismo puede aplicarse a la fotografía de Andrés Sánchez: hay momentos de gran belleza – el árbol junto a la mansión – y otros que la fotografía va muy justa. Las secuencias de interior a veces son acertadas con esos tonos ocres que recuerdan al pasado, mientras otras parecen el publirreportaje de una residencia de la tercera edad.
La Mansión brilla en su casting, ya que está repleto de nombres muy potentes ligados al fantástico de una u otra manera: empezamos con la clásica y maravillosa Barbara Hersey, siempre bella y con un pelazo increíble, gracias a ella la película tiene entidad; Bruce Davison da la réplica como Roland y uno siente que debería haber aparecido más secuencias. La tercera en discordia es Jill Larson, quien protagonizó en el 2014 una de las mejores películas de Found Footage y la tercera edad como es The Taking of Deborah Logan, y terminamos con Fran Bennet, quien falleció tras el rodaje.
Aunque no termino de entender cuál es el mensaje que subyace tras La Mansión - ¿Es una llamada de atención respecto a la tercera edad, un grito de “carpe diem”? – su visión es agradable y puede que nos haga ver de otra manera a nuestros familiares de la tercera edad.
Firma: Javier S. Donate.
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