Título original: The Night House
Año: 2021
Duración: 107 min.
País: Estados Unidos
Director: David Bruckner
Guion: Ben Collins, Luke Piotroswki
Música: Ben Lowett
Fotografía: Elisha Christian
Reparto: Rebeca Hall, Sarah Goldberg, Vondie Curtis Hall, Evan Jonigkeit, Stacy Martin
Sugerente y repleta de ideas.
Si una parte de la pareja desaparece, queda un vacío difícil de llenar, pero cuando ese miembro desaparece de forma brusca, sin explicación, aparece algo peor que el vacío.
Una pregunta: ¿Por qué?
Owen, tras muchos años de amor y convivencia, se ha suicidado. Rebeca debe enfrentarse a muchos frentes: las razones del suicidio, la casa que ambos construyeron, pensar en que la vida sigue… Y esos sueños tan lúcidos con el lago, la barca… y una casa que no existe.
Aunque ya tenía una carrera anterior, David Bruckner llegó a nuestra vida con The Ritual, un horror folk que, sin descubrir la pólvora, fue capaz de mantener el tipo durante todo el metraje y, de paso, regalar al espectador algunas secuencias muy logradas. Con La Casa Oscura, da el salto a una película más intimista pero de gran ambición y sus constantes – para bien y para mal – están ahí: ritmo lento in crescendo, la importancia de las relaciones interpersonales, creación de mitología y cómo se rompe la realidad al chocar con lo sobrenatural.
David Bruckner, en esta ocasión con un guion de Ben Collins y Luke Piotroswki, construye una película sobre las espaldas de Rebeca Hall, una todoterreno cuyo personaje podría caer bastante mal pero que gracias al trabajo de la actriz, devora la pantalla. La dirección de Bruckner es medida, austera y, al igual que en The Ritual, hay momentos en que el espectador siente cómo resbala el suelo bajo sus pies.
Hay un gran acierto en The Night House respecto a The Ritual: la información llega de forma menos brusca, en una primera mitad donde Rebeca Hall, permanentemente en shock, habla con su entorno para intentar saber por qué se suicidó su marido; pero este hallazgo se convierte en una losa cuando llega el último tercio y los personajes secundarios de Sarah Goldberg y Vondie Curtis Hall aparecen tan solo para interrumpir la acción con charlas inútiles e información sobrexplicada.
Este es la mayor pega que se le puede poner a La Casa Oscura, junto con la aparición de cierta mitología que vuelve a quedarse a medio gas debido a la falta de explicación – en The Ritual se podía entender debido al componente agreste de la película, pero aquí ya es más problemático – pero debemos reconocer el mérito de David Bruckner al utilizar los efectos especiales con tanto cuidado que parecen no existir, en ser capaz de enredar al espectador en una tela de araña que deja con ganas de más.
Y Rebeca Hall está grandiosa, ahí lo dejo.
Firma: Javier S. Donate.
🎬 VOD
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