TÃtulo original: Historias para no dormir. El Asfalto
Año: 2021
Duración: 41 min.
PaÃs: España
Director: Paula Ortiz
Guion: Manuel Jabois, Rodrigo Cortés
Música: VÃctor Reyes
FotografÃa: Rafa GarcÃa
Reparto: Dani Rovira, Inma Cuesta, Gala Bichir
La radiografÃa de una sociedad terrible.
De alguna forma, El Asfalto de Chicho Ibáñez Serrador, estrenado en 1966 es una rara avis, al igual que su maravillosa Historias de la frivolidad: conjugando el talento de su padre Narciso Ibáñez Menta y los dibujos de Antonio Mingote, dio a luz una pesadilla kafkiana que ahora rehace Paula Ortiz.
Baldo y Rut son una pareja joven que espera su primer hijo. Baldo trabaja como repartidor y cuando va a entregar unas pizzas, su bicicleta se queda pegaba al asfalto. Será el inicio de una pesadilla que presagia un terrible final.
Manuel Jabois y Rodrigo Cortés enfocan la historia cambiando el enemigo de fondo: si en la versión de Chicho era la burocracia y una humanidad enloquecida, en esta ocasión es la insolidaridad, los mass media y – eso sigue igual – la humanidad enloquecida. Pero hay algo que falla, que falla mucho, y es que esto podrÃa ocurrirle a cualquiera de nosotros y por eso en la versión de 1966 le ocurre a un hombre anónimo y sin nombre. Aquà se ha optado por presentarnos a los que van a sufrir, y eso es un error porque uno puede empatizar con los personajes o pasar de ellos si no tienen interés.
El elemento kafkiano de la versión original aquà se transforma en una bufonada, algo ya apuntado por la música de VÃctor Reyes, con gente que va de un lado a otro y que intentan radiografiar la sociedad: los policÃas locales obsesionados con las gotas de ojos, la niña otaku que busca sentido al absurdo, el cliente insatisfecho, la periodista sin escrúpulos… Todo esto podrÃa formar parte de El Gran Carnaval de Billy Wilder pero tanto la directora como los guionistas, pierden el foco de la historia: llenan la pantalla con muchÃsima gente, la acción de atropella y con eso, los protagonistas se diluyen; como ejemplo de esto la secuencia de los policÃas locales hablando de un colirio, totalmente innecesaria.
La dirección de Paula Ortiz es buena, teniendo en cuenta el espacio tan limitado en el que se mueve, pero todo el movimiento surreal termina por desesperar debido a que los acontecimientos se atropellan unos a otros.
A nivel interpretativo, siempre he considerado que Dani Rovira puede ser un buen cómico pero NO es actor, en El Asfalto se le nota esforzado pero no resulta creÃble; Inma Cuesta es lo contrario, todo naturalidad, y es gracias a ella que el cierre resulte tan emotivo.
Uno tiene la sensación de que guionistas, directora, actores y actrices se han equivocado y quisieron readaptar esa maravilla de La Cabina de Antonio Mercero, cuyo mensaje es “realmente” el de este nuevo El Asfalto.
Firma: Javier S. Donate.
🎬 VOD
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