Título original: Boy #5
Año: 2021
Duración: 72 min.
País: Reino Unido
Director: Eric Steele
Guion: Eric Steele
Música: Dean Squires, Wolfgang Amadeus Mozart
Fotografía: Ben Ripley
Reparto: Laura Montgomery Bennet, Lennon Leckey, Natasha Naomi Rea, Adrian Palmer
Repleta de interés y originalidad.
El formato. Desde hace muchos años siempre he defendido que el formato debe adecuarse a la historia y no al revés, así evitamos esas películas que se hacen eternas. Los británicos se manejan a la perfección con los formatos y, como ejemplo, aquí tenemos Boy #5.
Marjorie es trabajadora social en Manchester y no está pasando una buena racha debido a la muerte de los últimos jóvenes a los que tuteló. Cuando la policía les lleva a Nathan, a quien descubrieron en un callejón bebiendo la sangre de un perro al que había matado, Marjorie siente que esta puede ser su oportunidad de redimirse o hundirse en la depresión.
En Boy #5, el director y guionista Eric Steele apuesta por el hiperrealismo – una idea perfecta si manejas un presupuesto ajustado como es el caso – y por ello su película se hermana con otras propuestas como la clásica Martin de George A. Romero, Let the right one in de Thomas Alfredson o, más recientemente, Todas las lunas de Igor Legarreta. Gracias a la fotografía de Ben Ripley, el mundo es un lugar siempre gris, desesperanzado, y atención a esos guiños al universo vampírico como la presencia constante de ratas.
Con secuencias abruptas y diálogos secos y naturalistas, casi anodinos, Eric Steele juega con el espectador utilizando las armas a su disposición: ¿Quién es Nathan, miente continuamente o hay verdades entre sus frases? Cuando la historia se centra en los dos personajes principales, Marjorie y Nathan, Boy #5 mantiene el interés, sobre todo por Marjorie y su “duelo” por el ultimo tutelado, pero cada vez que intervienen otros personajes – el encargado de la casa de menores o la joven vecina de Nathan – uno siente que decae la historia; esto queda patente en la secuencia que se desarrolla en un “club especial”, secuencia interesante con hallazgos interesantes, pero uno siente que no es de esta película sino de otra. Asimismo, tal vez la historia tome demasiada velocidad en su último tercio, como si hubiera que cerrar obligatoriamente las tramas, pero eso no impide que la resolución no solo sea satisfactoria sino que el final resulta brillante.
Hay que alabar el acierto de Steele en la elección de la música ya que las notas oscuras de Dean Squires contrastan con el uso que se hace de las composiciones clásicas de Mozart, notas hermosas y floridas para una historia grisácea donde el futuro no está claro. Respecto a las interpretaciones, son ajustadas y tanto Laura Montgomery Bennet interpretando a la asistente social como el “vampiro juvenil” Lennon Leckey dan bien en pantalla. Se echa de menos mayor presencia de Natasha Naomi Rea haciendo de enemiga laboral de la protagonista mientras Adrian Palmer cierra el cuarteto protagonista con una interpretación que resulta un poco forzada.
Boy #5 arroja ideas interesantes al mundo del vampirismo, especialmente el plano final, y el formato cuasi documental es muy acertado, tan solo que el último tercio parece escrito para cimentar ese cierre tan repleto de posibilidades. Desde aquí animamos a Eric Steele a seguir adelante, ya que su mezcla de realismo y fantástico puede dar grandes sorpresas.
Firma: Javier S. Donate.
🎬 VOD
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